Hace apenas unos días me puse a pensar en el inminente paso del tiempo, y haciendo un conteo muy sencillo supe que dentro de 10 años cumpliré 50, y sumando otra década, pues tendré 60 años, y ya seré lo que se dice, un señor mayor.
Hoy, me he sentado a pensar en todas las personas que de una forma u otra he conocido a través de mi vida, y ya no están, no porque se han marchado del país (de esos hay muchos) sino porque ya están en el reparto bocarriba.
Nunca suelo entrar a este tipo de páginas, pero viendo la situación caótica que tengo con mi actual PC, que ya tiene más de diez años de uso, decidí entrar para descubrir cuánto dinero he de reunir para agenciarme de una laptop con mejores condiciones.
Considero que esta película, sin dejar de ser una excelente propuesta cinematográfica, palidece ante el mundo real, donde todo suele ser mucho más descarnado. En nuestra Cuba, niños como Chala hay miles, y profesoras como Carmela no creo hayan muchas.
¡A buscar el paquete de la semana! Qué felicidad, es lo que exclaman muchos de mis vecinos, donde me incluyo, porque para ser sincero, desde que tuvimos la posibilidad de tener memorias flash, nos han sido muy útiles, ya sea para guardar o intercambiar información, documentos, videos de todo tipo.
Haciendo las compras, este domingo en la plaza de Marianao, hubo una pequeña redada policial. Delante de mí apresaron a una de las tantas, que día a día se dedican a revender en el mismo lugar donde se ofertan a un precio módico.
Por mucho que me han dicho que el programa Caso Cerrado es lo peor que se ha hecho para televisión, continúo cada semana disfrutando de la doctora Ana María Polo y de los conflictos que cada vez son menos creíbles y destinados principalmente para entretener a base de riñas e interioridades personales.
Era asiduo comprador de revistas y periódicos, lo digo en pasado porque desde hace varios meses, ya no me resulta fácil adquirir las revistas que solía leer para mantenerme informado, en cuanto a cultura, acontecimientos de importancia, etc etc…
Un año termina y otro inicia, así es el ciclo de la vida. La gente se felicita en la calle, y me pregunto la razón de tales felicitaciones, ¿será porque aún estamos vivos? Si ese es el motivo, puedo entenderlo.
Leyendo una revista internacional encontré una frase de Confucio que llamó mi atención: “En un país bien gobernado, la pobreza es algo de lo que avergonzarse. En un país mal gobernado, la riqueza es algo de lo que avergonzarse”. A raíz de estas palabras pasé buena parte de la noche pensando.