¿Quién silenció el obispo Rolando Álvarez de Nicaragua?

El obispo nicaragüense Rolando Álvarez

HAVANA TIMES – El 3 de mayo se le otorgó al obispo nicaragüense Rolando Álvarez el Premio Libertas del Principado de Asturias 2024, que reconoce a individuos u organizaciones que se destacan en la defensa activa de la libertad. Sin embargo, el exprisionero político respondió de la misma manera en que lo ha hecho desde que fue desterrado de su país y enviado al Vaticano el 14 de enero de 2024, con completo y absoluto silencio.

Rolando Álvarez se convirtió en un símbolo de resistencia al tomar una postura firme desde su púlpito en Matagalpa, criticando la represión de la dictadura de Ortega y los abusos de derechos humanos contra sus ciudadanos, incluidos sacerdotes y feligreses de la Iglesia Católica.

Fue una de esas figuras religiosas que también era ciudadano de su país y se expresó como tal en los años posteriores al levantamiento popular de 2018. Lo hizo a pesar del papel pasivo de la Conferencia Episcopal de Nicaragua y su líder, el cardenal Leopoldo Brenes.

Álvarez fue acusado repetidamente por Daniel Ortega y su esposa/vicepresidenta Rosario Murillo de actividades desestabilizadoras y provocativas, una amenaza para las familias nicaragüenses. En agosto de 2022, el régimen nicaragüense cumplió sus amenazas: la policía rodeó la curia de Matagalpa e internó a Álvarez allí. Ese primer día, cuando Álvarez eludió brevemente a sus captores, las fotos de él arrodillado en la calle con su báculo e intentando bendecir al oficial de policía se volvieron virales en todo el mundo.

Rolando Álvarez en una de las calles principales de Matagalpa, Nicaragua

Álvarez fue posteriormente trasladado a Managua y retenido bajo arresto domiciliario. Sin embargo, en febrero de 2023 volvió a desafiar al régimen, esta vez negándose a ser desterrado a Estados Unidos junto con los otros 221 prisioneros políticos. En respuesta, las autoridades de Ortega lo trasladaron inmediatamente a una celda solitaria en una prisión de Managua. Menos de 24 horas después, lo condenaron a 26 años por “traición”.

En la celda solitaria, el obispo se convirtió en una causa célebre, foco de atención e inspiración para gran parte de la oposición nicaragüense y activistas católicos internacionales. Finalmente, en enero de 2024, después de una enorme presión internacional, fue liberado al Vaticano junto con otros 15 sacerdotes encarcelados y dos seminaristas, en un acuerdo secreto negociado por el Papa Francisco.

Desde entonces, no se ha escuchado absolutamente nada del obispo nicaragüense que habló tan valientemente.

Mientras que Ortega y Murillo nunca pudieron amedrentar a Rolando Álvarez para que guardara silencio bajo sus constantes amenazas, ni lograr que pidiera perdón mientras estaba en prisión. Sin embargo, ahora, bajo las órdenes del Papa Francisco, ha permanecido en silencio en el exilio.

Creo que no soy el único que quiere escuchar a Álvarez, conocer sobre su experiencia en prisión, su salud y si continuará siendo una voz inspiradora por la libertad que muchos nicaragüenses esperaban. Hasta ahora parece que el Papa logró lo que Ortega no pudo: silenciar a Rolando Álvarez.

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