Jorge Milanes
Los fines de año para mi son muy emocionantes. Dejo atrás un año viejo y comienzo otro, en medio de una serie de acontecimientos buenos y malos.
Hace días en mi trabajo hemos sacado unos papelitos de una rifa que hicimos con los nombres de las personas del departamento. A cada uno le tocó una dama y a cada dama un galán, le llamamos El amigo secreto nadie puede decir quien le tocó.
Comenzamos con pequeños obsequios puestos en diferentes lugares por donde el amigo secreto pasa o lo enviamos a través de diferentes manos para que no sepan quien es.
Un día llegué temprano y de repente… un chocolate encima de mi mesa.
-! Que sorpresa!
-¿Quién será mi amiga secreta? -Tomé el chocolate y miré a mí alrededor. Todos mis compañeros me miraban.
-¿Quieren probar? Con mi rostro iluminado les ofrecí.
-No, gracias. A nosotros ya nos llegó el nuestro.
-Contestó uno del grupo.