Vicente Morin Aguado

¡Los Rusos de nuevo en Cuba!

Cuando me levanté para seguir rumbo a casa, casi tropiezo con aquel hombre, un tanto robusto, de estatura regular y piel “colorada”, al decir nacional. Balbuceó algunas palabras incompresibles, pero suficientes para saber que era ruso.

Estafas y estafados

Era evidente que tenía urgencia de hablar con alguien. Lo decían sus ojos y la ansiedad de los gestos al interrumpir mi paso rápido y preguntarme, balbuceante: Do you speak english, a lo cual respondí con un rotundo Yes I do!

Rebeca, Mi primera experiencia

Faltaba menos de una hora para las seis, hora del cierre. En el cuarto piso los guías esperábamos nuestra oportunidad de una visita de turistas, poco frecuente en mayo, mes clásico de la temporada baja en Cuba. Por el orden establecido, era mi turno cuando sonó el timbre.