Cuando la TV Cubana es noticia por si misma

Vicente Morín Aguado

Los centros comerciales son conocidos como los "Shoping". foto: Caridad

HAVANA TIMES — Si se trata de diagnosticar el estado de los medios de difusión en Cuba, un concepto es frecuente entre los expertos: valorar no lo que dicen, sino lo que no dicen.

El llamado “Noticiero estelar de la TV Cubana” o “Noticiero de las ocho”, se convirtió en noticia este cinco de junio último, cuando al cierre, una periodista cubana presentó su frustrado reportaje sobre los precios en las cadenas de tiendas recaudadoras de divisas.

Es inevitable el uso en este comentario de algunos términos y detalles oscuros para un lector extranjero, los que explicaré para la mejor compresión de estos lectores. No obstante, lo esencial resultó la contrariedad de la reportera cuando en varios establecimientos comerciales le impidieron filmar y ella, decidida, mostró a los televidentes las evidencias de tan absurda prohibición.

En todos los casos, trabajadores de diverso rango, afirmaron con vehemencia que sólo era posible el acceso de la televisión al establecimiento, previo aviso y acuerdo con la gerencia de la empresa. Imagínense cuánta burocracia para realizar un sencillo reportaje que pretendía responder a las inquietudes populares en torno a los precios del comercio minorista en divisas.

¿Por qué las prohibiciones? Tal vez sea, dirán unos, reminiscencia del pasado, pero otros, dentro de los cuáles me encuentro, creemos en la validez de este propósito, sumándole la ojeriza propia de los ocultos intereses defendidos por quiénes saldrán perjudicados si la noble labor periodística alcanzara el libre espacio que merece.

Tal cual fuera una inspección de la recién creada Contraloría General de la República, organismo encargado en el actual gobierno de combatir a los corruptos, estos saben que, guerra avisada no mata soldados.

Agrego que es casi imposible sobornar a los informadores cubanos, porque, entre otras cosas, están totalmente fuera del diario engranaje de la corrupción, además del alto sentido ético que les caracteriza y el honor propio de su profesión, tan necesitada de un auténtico desahogo expresivo.

La joven periodista, con ecuanimidad, además de su inteligencia y belleza personal, ha puesto en crisis a los burócratas que defienden, atrincherados, estos anacrónicos “NO”. La rutina me impidió recordar el nombre de la reportera que hoy es noticia en Cuba.

Finalmente parece que estamos cruzando la muy cacareada “autocensura”-autoflagelación mental diría yo- para lanzarnos a reclamar los derechos decretados por la constitución y los cónclaves partidistas, pero olvidados en la práctica, como suele suceder en nuestro país.

Con frecuencia hay alteraciones de precios sin explicación. Foto: Caridad

Ella habló de “Multas”, preguntó por la elevación de los precios a diversos artículos de primera necesidad, sin aviso previo, además de ninguna argumentación válida al respecto. En la puerta de varias “shopings” le respondieron con claridad algunos clientes, evidentemente agraviados.

Aclaro el término primero: “Multas”, significa en el argot popular, la práctica muy extendida en estos establecimientos, de vender algunos productos con un precio alterado, superior al real. En muchos casos se oculta hábilmente la información correcta, que debe aparecer a la vista del público.

Sobre la segunda cuestión, las mercancías cuyos precios subieron, son tales como el aceite para cocinar, la mantequilla, los detergentes, el jabón de lavar y el pollo congelado. Debe agregarse la presencia de algunos subterfugios típicos del comercio socialista, comprendido como un monopolio estatal.

Por ejemplo, desaparecen de la oferta o escasean los productos más económicos, entonces no hay otra opción que comprar los más caros, lo cual técnicamente no es una subida de precios, pero en la práctica sí lo es.

Agréguese que los cubanos reciben sus salarios en Moneda nacional, al cambio de 25 por 1 frente al Peso convertible, utilizado en las tiendas de referencia.

No se trata de un rosario sobre nuestras carencias. Las explicaciones son el preámbulo para valorar lo que realmente fue noticia: La prensa cubana, en uno de sus espacios de mayor impacto público, denuncia la arbitrariedad de los burócratas que le impiden desnudar ciertos asuntos de interés social.

Anteriormente, el periódico Granma publicó un extenso artículo de la dirección, defendiendo a otro sagaz reportero, quien mostró palpables pruebas de la extendida corrupción que hoy afecta a la nación, cuyo combate es tarea prioritaria, al decir del Presidente Raúl Castro.

Estamos como volviendo en el camino y ojalá sea esta vez definitivamente. A finales de los ochenta, cuando se inició el llamado proceso de “rectificación de errores y tendencias negativas”, los periodistas cubanos realizaron acciones similares a la aquí descrita, consiguiendo elevada aceptación popular, sobre todo en la radio cubana, caracterizada por su inmediatez y apego comunitario.

Pero el proceso fue ahogado al paso de muy poco tiempo. Una justificación estuvo centrada en las penurias inevitables del “Período Especial”, tras la desaparición del socialismo en Europa, especialmente en la URSS. Hay quienes pensamos que la razón oculta puede explicarse con este refrán: Compraron pescado, pero le cogieron miedo a los ojos.

   Algo similar sucedió en los noventa con la apertura al trabajo por cuenta propia, lenta y persistentemente obstruido después, para renacer en la actualidad. En ambos asuntos, además de los muchos por venir, es urgente perderle el miedo a los ojos de los peces que necesariamente estamos pescando y pescaremos en el futuro.

Somos un archipiélago justo debajo del cálido Trópico de cáncer.
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Para contactar con Vicente Morín Aguado:  [email protected]

 

One thought on “Cuando la TV Cubana es noticia por si misma

  • ¿Y por qué la periodista insistió en atacar la parte más baja de la cadena? Ella quería indagar dentro de las tiendas, que NO es donde se deciden los precios. Ella se hubiera quedado en descubrir “las multas”. ¿Por qué no se fue directo a los Ministerios que es donde se decide vender los productos al 240 % de su valor de compra como sabe todo el mundo? ¿O a las grandes importadoras, causantes con su malísima gestión de los des-abastecimientos reiterados de mercancías en nuestro país?. Es facil jugar con la cadena, lo malo es buscarle las pulgas al mono. Definitivamente, el periodismo sigue minusválido en Cuba.

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