Autor: Rosa Martínez

Madre cubana

En Cuba, las mujeres son generalmente corajudas, y no es que sean más valientes que el resto de las féminas del mundo ni nada por el estilo, lo que sucede es aquí no les queda más remedio que ser bravas, porque no tienen otra opción para poder mantener a sus hijos de manera decorosa.

Un día se irán de casa

Cualquiera podría pensar que Tania creció de la noche a la mañana, pero bien sabemos que ocurre lo mismo con todos nuestros hijos, hoy usan pañales que hay que cambiar cada tres segundos y al otro día están buscando la última moda de jeans para ir a una fiestecita.

¿Cómo está Cuba?

Un amigo me llama desde Canadá para que le cuente como está la cosa por acá, en mi Guantánamo específicamente.Amante de Cuba como es, y de su gente, está al tanto de lo que sucede en nuestra adorada Isla, de la escasez de alimentos que se ha incrementado en los últimos meses y de la inseguridad que reina en muchas familias.

Nadie sabe lo que tiene…

En varias ocasiones he escrito sobre mi experiencia como mamá, algunas veces he sido criticada, otras alabada. No busco una cosa ni otra, soy sola una madre más, cubana por demás, con sus tristezas y alegrías.

¿Quién entiende a Cuba?

No debo ser la primera, tampoco la última, a quien un extranjero le pregunte: qué cantidad de dinero necesita una familia de 4 o 5 personas aproximadamente para vivir adecuadamente en Cuba.

María Magdalena comparte sus penas

María Magdalena es una señora de más de 60 años que vive en mi vecindario, pero a varias cuadras de distancia de mi casa. Nuestra amistad comenzó en una larga cola en la carnicería, cuando ella discutía acaloradamente con el carnicero, por el peso del pescado, es decir, el pollo por pescado…

Así fue el comienzo del año en Cuba

En Cuba, el comienzo del año siempre trae complicaciones: el que está construyendo debe parar la obra, pues escasean los materiales de la construcción y, si aparecen, los precios están por las nubes (aunque últimamente sucede así con casi todo).

Reencuentro con una amiga

Daniela y yo somos grandes amigas desde la infancia. Ella llegó a mi grupo de quinto grado a mitad del curso escolar. Lo recuerdo como si fuera ayer: su cuerpo extremadamente delgado semejaba al de un niño de los que veía por la televisión pasando hambruna, pero su cabellera rubia y larga y su carita linda recordaban a la princesa de un cuento.

Naciste para clavo y nunca serás martillo

El que nace pobre… es un post que escribí recientemente, en el cual menciono algunas de mis experiencias personales en mis muchos intentos por tener un capital financiero doméstico estable, en una Cuba con una economía cada vez más decadente. Un lector me hizo un comentario que me causó. Me dijo así con todas las letras: “Naciste para clavo y nunca serás martillo”.