Naciste para clavo y nunca serás martillo

Rosa Martínez

Conversación en Centro Habana. Foto: Juan Suárez

HAVANA TIMES – El que nace pobre… es un post que escribí recientemente, en el cual menciono algunas de mis experiencias personales en mis muchos intentos por tener un capital financiero doméstico estable, en una Cuba con una economía cada vez más decadente. 

Uno de los lectores del sitio me hizo un comentario que me causó -creo que el sentimiento  exacto es- dolor. Me dijo así con todas las letras: “Naciste para clavo y nunca serás martillo”. Creí que aquellas palabras eran una especie de maldición que caía sobre mi cuerpo, de la que no podría librarme jamás.

Sentí deseos de contestarle dos o tres cositas al atrevido, ninguna agradable por cierto, pero me contuve.

No respondí  por varias razones: primero, con los años he aprendido a no contraatacar cuando estoy molesta, pues puedo decir o hacer algo de lo que me puedo arrepentir después.

Segundo, Havana Times tiene como lema identificativo lo siguiente “sitio de mente abierta sobre Cuba”, yo tengo la libertad de escribir de lo que quiera -lo cual no puedo hacer en ningún otro medio cubano- pero los foristas también puede comentar lo que les venga en gana. De eso se trata en nuestra publicación, de poder opinar libremente sobre la realidad de nuestra amada Isla.

Y tercero, y más importante: el comentarista tenía toda la razón, yo nací para clavo y jamás seré martillo. Duele mucho reconocerlo, pero haga lo que haga, gústeme o no, esa es mi realidad. Lo peor de todo es, amigos, que al 90 por ciento de las personas en nuestro planeta verde les ocurre lo mismo, nacieron pobres y morirán iguales o más pobres.

En el caso nuestro no lo vemos de la misma manera, porque la escasez  es algo casi inherente en la vida del cubano común. Y aunque muy pocas personas en Cuba se consideran pobres como tal, la realidad es que el 88 por ciento o más de los nacionales vivimos en medio de excesivas privaciones y con diversas dificultades económicas.

Son muchas las problemáticas  que la Revolución Cubana, a pesar de su empeño, no ha podido resolver, aun cuando se lo propusieran desde antes el ataque al cuartel Moncada.

Deficiencias como la vivienda, la transportación de pasajeros, el salario y la alimentación, están entre las más acuciantes del cubano de a pie, pero no son las únicas.

Algunos creen que la pobreza está en la mente de cada uno de nosotros y que de ahí se puede salir con mucho esfuerzo, solo hay que proponérselo.

La realidad demuestra que se necesita más que empeño, voluntad y talento para dejar atrás la penuria. Primeramente, las personas con recursos económicos pueden invertir, porque pueden ahorrar, y pueden ahorrar porque tiene un exceso de ingreso sobre sus gastos básicos, lo cual no puede hacer jamás el pobre.

Ya lo explicó bien clarito el Premio Nobel de Economía, Joseph Eugene Stiglitz,  en su libro El precio de la desigualdad, en el cual pone al descubierto la falsedad de la meritocracia y la teoría del esfuerzo personal. 

Según Stiglitz, quien investigó las economías de diferentes países durante más de 10 años,  el 90 por ciento de los niños que nacen ricos mueren ricos, independientemente de que hagan mérito o no para ello y el  90 por ciento de los que nacen pobres mueren pobres por más que se esfuercen.

Así que amigo lector, si usted creía que ser pobre era una cuestión de decisión personal, y como yo, pensaba que si se esforzaba, trabajaba, y se empeñaba podría cambiar su situación, pues mire que no es así.

Si usted tuvo la gran suerte de nacer rico, pues duerma tranquilo, que aunque lleguen más crisis financieras, aunque el hombre continúe destruyendo el planeta, aunque decida derrochar lo que tiene, es casi seguro que será rico siempre; pero si nació pobre, lo más probable es que seguirá siéndolo hasta el fin de sus días…

Nota: Claro, evidentemente no es lo mismo ser pobre o de clase media en Cuba, que alguien de igual estatus social en Estados Unidos o Canadá. Pero bueno eso necesitaría otro post, y otro debate.

Rosa Martínez

Rosa Martínez: Soy una colaboradora más de Havana Times, profesora universitaria y madre de dos niñas bellas y malcriadas que son mi mayor felicidad. Mis grandes pasiones son leer y escribir y gracias a HT puedo cumplir con la segunda. Espero que mis escritos contribuyan a tener una Cuba más inclusiva más justa. Espero que algún día pueda mostrar mi rostro junto a cada uno de mis posts, sin temor a que me llamen traidora, porque no lo soy.

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2 thoughts on “Naciste para clavo y nunca serás martillo

  • Rosa,
    Yo fui quien te dijo esa frase y no te lo dije con tono de desprecio. queria que abrieras los ojos y lo hicistes, pues reconoces que tuve la razon. Y el asunto no es que si naces pobre mueres pobre. Hay miles de casos de pobres que hoy son ricos y miles de otros que nacieron ricos y hoy estan en la tabla. La esencia del asunto es no quejarse y actuar. Nadie te va a dar nada asi de porque si. En un pais como Cuba, donde en este momento la ideologia socialista esta en velatorio es el momento en que los mas espabilados (los clavos que quieren ser martillos) estan usando todo el ingenio del cubano para salir adelante. es duro, no es facil y a veces solo no se puede avanzar. Hay que luchar contra miles de trabas y traspies que tratan de frenarlos, pero ese es el precio de salir del hueco. Te soy franco: yo me crie en ese sistema esperando que el gobierno me lo diera todo y en mi nunca nacio el espiritu emprendedor personal. Hubiese sido otro clavo mas.
    He leido casi todos tus articulos y en todos ellos solo veo pesimismo, derrotismo. Asi jamas vas a llegar a nada. No lo tomes a mal. en definitiva no gano nada en causarte dolor. solo quiero que abras los ojos y busques la manera de cambiar tu vida y asegurar las de tus hijas. Asi y todo te pido perdon si te he causado daño. Yo se respetar a las damas.

  • Estimada articulista: Ud. está inmersa en una especie de fatalismo “mental”, dentro del cual se autojustifica y se autoconduele, le podría citar muchos más libros que demuestran todo lo contrario al del premio novel de Economía(“Secretos de la mente millonaria”, por ejemplo, libro maravilloso y totalmente práctico), pero si tiene que haber un cambio mental en el cubano, quejándonos y vertiendo todo el tiempo frases como: “Esto no lo tumba nadie, pero no lo mejora nadie”, y muchas otras con las que como cubanos convivimos, y que forman una “mentalidad determinada” puede Ud. estar segura que NADA CAMBIARÁ. Luchar no es fajarse contra los molinos como El Quijote, es en primer lugar, saber en donde y como hacerlo.

    Si está interesada, le envío el libro que puse en el comentario, ponga por aquí su correo electrónico, y sin costo alguno lo recibirá.

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