Autor: Jorge Milanes

El velorio de mi vecino

Falleció mi vecino esta tarde, ¡qué pena! Tengo que ir un rato a la funeraria, son las diez de la noche, supongo que estaré hasta las tres porque mañana debo trabajar. Por el camino me encuentro con otros vecinos que llevaban una conversación muy amena.

“Hasta los 120 años no paro”

Al salir de casa en busca de los libros de texto de mi carrera, me encuentro con un señor en la esquina; alto, de cabellera blanca, pero no lo conozco. En su rostro el tiempo refleja cada huella de su disfrute, y a juzgar por mis ojos, está sobre unos 70 años.

La amiga secreta

Jorge Milanes

Foto: Caridad

Los fines de año para mi son muy emocionantes. Dejo atrás un año viejo y comienzo otro, en medio de una serie de acontecimientos buenos y malos.

Hace días en mi trabajo hemos sacado unos papelitos de una rifa que hicimos con los nombres de las personas del departamento. A cada uno le tocó una dama y a cada dama un galán, le llamamos El amigo secreto nadie puede decir quien le tocó.

Comenzamos con pequeños obsequios puestos en diferentes lugares por donde el amigo secreto pasa o lo enviamos a través de diferentes manos para que no sepan quien es.

Un día llegué temprano y de repente… un chocolate encima de mi mesa.

-! Que sorpresa!

-¿Quién será mi amiga secreta? -Tomé el chocolate y miré a mí alrededor. Todos mis compañeros me miraban.

-¿Quieren probar? Con mi rostro iluminado les ofrecí.

-No, gracias. A nosotros ya nos llegó el nuestro.

-Contestó uno del grupo.

Fin de año con mi familia

Jorge Milanes

Esta mañana suena el teléfono.

-Sí… -Contesté casi dormido.

-Nene, te tengo una sorpresa. ¿Estás bien despierto?

Entre dormido y despierto reconocí la voz, además, de la única persona que me dice nene.

-Sí, estoy bien despierto.

-Escucha bien. Vamos para Cuba a pasar el fin de año junto a toda la familia. ¿Escuchaste bien?

-Sí, te escucho. -Contesté entonces muy despierto casi sin poder hablar, sorprendido.

-¿Y los niños? Le pregunto para salir del chok.

-Muy bien, pero nerviosos porque saben que vamos a Cuba, Julián ya tiene 7 años y las niñas que ya no son tan niñas tienen 15. ¡Qué ganas tienen de verlos! El niño no los conoce y son ustedes los únicos tíos.

Amuleto

Jorge Milanes

Calle de Hamel, La Habana, Cuba

Muchos de nosotros tenemos Resguardo o Amuleto que nos protege de las malas influencias o energías. Estos supuestamente nos da fuerza espiritual, y puede ser representado por una piedra del río o del mar; semilla de árboles robustos, imán o simplemente un diente de algún animal o hueso de persona.

Se prepara al pie de un caldero de hierro que contiene todos los secretos afro, hechos a base de palos del monte hierros, clavos, yunques y otros atuendos. Tiene una gran fuerza espiritual, y es la base de todo cuanto se hace en la brujería africana.

Para darle de comer a ese amuleto (energizar), es preciso tener el caldero, pero a ese caldero también hay que darle carga.

En una ceremonia donde se reúnen personas creyentes, se le da de comer a la prenda a los amuletos y a los santos africanos Los Orichas, que supuestamente están concentrados en el caldero. Encima el se ponen los amuletos de los que quieran dar de comer a su resguardo.

Sacrifican gallos, pollos, carneros, chivos para dar de comer a la prenda y a los amuletos.

Con solo un poco de la sangre de estos animales y algunas partes del cuerpo como la cabeza, las patas, y en el caso del chivo sus órganos.

Se dejan por setenta y dos horas hasta que los dioses hayan comido, luego se retira todo y se lava.

Impuesto del aeropuerto

Jorge Milanes

Aeropuerto Int. Jose Marti, La Habana.  Photo: Caridad

Tengo unos amigos que vinieron desde Hungría y se pasaron unas vacaciones en La Habana. Hoy es el último día y han venido a despedirse de mí. Yo les propuse acompañarlos al aeropuerto.

Al llegar fuimos directamente al control de equipaje y luego al de los documentos. Yo aguardaba a un lado y escuché cuando el agente de aduana les pidió el comprobante de pago de impuesto.

Ellos quedaron sorprendidos y se encogieron de hombros, pues no sabían de qué les hablaban.

El mejor amigo del hombre

Jorge Milanes

Perro de la Habana.  Foto: Caridad

El perro es el mejor amigo del hombre. Así dice un viejo refrán, pero parece que los perros no pueden decir lo mismo del hombre.

Las once de la noche llueve allá fuera y la humedad es bastante alta, se escucha el aúllo de un perrito que por la intensidad de su aúllo pedía auxilio.

Pobrecito tiene frió, y mojado… te puedes imaginar, dice mi madre preocupada.

El aullido se escuchaba cada vez mas fuerte de un lado de la casa primero, y luego del otro, parece que busca desesperadamente entrar y guarnecerse.

Además de frió, debe tener hambre, reafirma mi hermano

Es doloroso ver a esos perros en las calles que sus dueños los botan al darse cuenta que no tienen economía y no los pueden alimentar, creen que alguien en la calle los va a recoger, continuó mi madre.