Martín Guevara

¡Ataja a ese tal por cual!

A raíz de una denuncia de un matrimonio de turistas cubanos y sus familiares, de la que se hizo eco la prensa sobre el maltrato en Cuba a los turistas nacionales en comparación con los extranjeros, me vino a la memoria y a la reflexión este pasaje.

Mayte bajo el framboyán

Mayte se ahorcó, colgándose de un framboyán, algunos años después de dejar aquel puesto de dirigente de la Unión de Jóvenes Comunistas en la secundaria, en el cual se desempeñaba a la manera de un Torquemada del estalinismo, señalando, delatando y destruyendo la vida de compañeros de aula, marcada por la urgencia del ascenso en aquel crimen generalizado.

¿Saben algo de Ernestito?

La Revolución había entrado en ese impasse en que hasta las parejas incurren pasado el fulgor inicial, el fragor de sofás y camas. Enfrentaba dilemas acerca de los caminos a tomar para dejar atrás la isla Utopía y concentrarse en el rigor de las asperezas que conforman la realidad. El adiós a la inocencia y la incógnita de los nuevos horizontes, ya no habría más besos apasionados bajo el farol ni lencería destrozada a dentelladas.

Caballero, moringa pá’ tol mundo

En respuesta al académico estadounidense Peter Kornbluh, que declaró que Cuba es “uno de los lugares más seguros del mundo”, me gustaría apuntar, que aunque quizás cuando el académico dijo “mundo” se refería solo al Tercer Mundo y a EE.UU., es incomparable la Isla con la paz social y el civismo de cualquier país europeo.

La hoz y el diamante. Pesos y convicciones convertibles

El resultado de ese particular ”Hombre Nuevo”, una mezcla de hiena, escorpión, pantera perdida y plaga de langosta que arrasa de manera compulsiva con todo lo que ostente un cartel de “se vende”, me trasladó a Cuba a propósito de las nuevas restricciones gubernamentales para el desarrollo de clases sociales homologables a estas hordas post comunistas.