Si se quisiera hacer una película sobre el abuso de Poder, la violencia policial, el totalitarismo, la represión y la vulnerabilidad legal que existe en Cuba, lo ocurrido ayer al artista Luis Manuel Otero Alcantara podría funcionar como un buen guion.
Ante la cancelación de la conferencia de prensa relacionada con la #00Bienal de La Habana, prevista para el lunes, les explicó cuáles fueron motivos.
El Ministerio de Cultura, el Consejo Nacional de las Artes Plásticas y el Centro de Arte Contemporáneo Wifredo Lam han decidido posponer la celebración de la 13 Bienal de La Habana, provocando el nacer de un Bienal no-oficial.
Algo se advierte en el barrio de Colón, hay un olor a pintura recién mezclada, ruidos de pasos sigilosos en las noches. Uno no logra entender por qué se concentran en esa zona, pero ahí están…
Salgo a la calle tras el paso del huracán Irma, es domingo, 4 pm. Aún hay un poco de viento, pero el sol está afuera, como si no hubiese ocurrido nada. No hay electricidad, y todos los comercios están cerrados, pero igual la gente ha comenzado a salir a la calle.
Han pasado los siete días de plazo que le diera la policía cubana al artista Yulier P. para borrar sus obras en sitios públicos y aunque se ha negado a hacerlo, aún no se encuentra preso.
Tratar de convencer a un público heterogéneo y no familiarizado abiertamente con los juegos de azar, con la adrenalina del apostador -aún cuando la charada sea uno de las prácticas ocultas más habituales de muchos cubanos- podría convertirse en un experimento difícil y agotador.
El futura arribo de los 15 años es motivo de conversación y preocupación. No porque sea esta una etapa de cambios físicos y psicológicos importantes para la adolescente, sino porque la “presentación en sociedad” presupone una celebración con todas las de la ley. (Vídeo)
Debemos hacer conciencia que estamos en el momento menos patriótico de la historia cubana y que actos como esto, no hacen más que acelerar el proceso de la apatía, el miedo y el olvido.
Parte de la empresa privada emergente en La Habana son los llamados bares que como salpullido proliferan aceleradamente desde hace un tiempo. Lugares que prefieren para su esparcimiento los jóvenes del sector más privilegiado.