Caridad

Violencia vs. Educación

A pesar de todo esto hay algo que no deja de ser contradictorio: no respiro violencia en las personas de esta ciudad. Desde que salgo de mi apartamento encuentro Buenos Días por donde quiera, en el ascensor, en el loby del hotel (que, por cierto, no es para turistas), en cualquier centro comercial.

En Falcón vi las estrellas

Los cubanos que salimos de la islita nos morimos echando de menos al mar, son pocas las ciudades bendecidas por el poderoso azul. Falcón es un estado enorme donde coinciden el mar, las montañas y hasta el desierto. Pero nunca había estado en un sitio como los Médanos de Coro.

Extrañando a mi tropa en el Monte Ávila

Habría preferido alcanzar la cima a través del sendero que rodea a las montañas. Hubiese dado lo mejor de mi vida por tener aquí a mis amigos. Habríamos saludado a los turistas desde abajo, con nuestras mochilas al hombro, y al llegar al pico más alto habríamos dado un rodeo para huir del centro turístico, con todo y sus pista de patinaje sobre hielo.

La Semana Santa en Caracas

La semana santa en Venezuela nos ha recibido con una sorpresa a la que los cubanos no estamos acostumbrados: todo el mundo de vacaciones. Cierran muchos negocios, casi todos; y los trabajadores se van a sus casas o a cualquier sitio donde quieran pasar estos días calurosos por la falta de lluvias en el país.

Mi primer viaje

Nunca había volado fuera de la isla, al menos físicamente. Este primer viaje me ha tomado por sorpresa. Apenas tuve tiempo de ver a todos los amigos ni a toda la familia; esa es la parte mala. Y tampoco me hace mucha gracia que serán varios meses sin verlos. Pero no me quejo, porque miles de cubanos desearían estar en mi lugar.

La tía Kika

El común de las personas tenemos la manía de juzgar a los demás: lo que hacen, lo que piensan, cómo visten, con quiénes de reúnen, en qué gastan su tiempo o dinero.

Nunca más

Cuando leí en Havana Times cierto titular anunciando muertes en el Hospital Siquiátrico de la Habana, pensé que se trataba de algún diario de mis colegas, haciendo alusión, precisamente, a la situación de ese centro antes del triunfo revolucionario.

Controlando mentes

Yordanka Caridad

Es un mito, un sueño o verdad a medias. Se han hecho películas, páginas web, libros y debates de todo tipo sobre los proyectos del gobierno norteamericano para controlar la mente de la gente, hacer de ellos autómatas que obedezcan las más disparatadas órdenes.

El poder es la obsesión. El motivo de ir detrás de esa idea.

Dicen que los estudios datan de finales de las décadas del 40 ó 50, con aquel proyecto Blue Bird. No soy especialista en el tema. Pero me causa mucha gracia cómo tanta gente se apasiona con el probable complot del control mental.