Cuba, un extraño paraíso
Crecí en un barrio de campo, donde la gente solía ser más sana y los vecinos nos comportábamos como familia. Los muchachos “mataperreábamos” sin preocupaciones.
Crecí en un barrio de campo, donde la gente solía ser más sana y los vecinos nos comportábamos como familia. Los muchachos “mataperreábamos” sin preocupaciones.
Todavía lo recuerdo. Tal parece que lo estoy mirando, bajito, delgado, pero con una energía y un carácter increíbles.
Solo puedo expresar lo que en mi modesta opinión constituye la causa fundamental de su propagación en nuestro país: las pésimas condiciones higiénicas y sanitarias que tenemos.
Minas de Matahambre es un pueblo al norte de Pinar del Río. Debe su nombre a grandes yacimientos de cobre que se descubrieron en la zona a principios del siglo XX. Eso representó una importante fuente de empleo para muchos lugareños.
Yamila es una jinetera, como se le llama en Cuba a las mujeres que ejercen la prostitución con extranjeros. Tiene 27 años y luce despampanante. Es lo que los cubanos decimos: “un cañón. Nació en el 92, pleno período especial.
Desde los 5 años, cuando entré a la escuela, comenzaron a decirme lo que estaba bien y mal. Me quisieron enseñar a ser como el Che, de quien solo supe lo que me decían; me mandaron a repetir consignas y lemas vacíos; delimitaron lo que tenía o no que aprender, lo que debía creer o no.
Para quienes no saben les explico en qué consisten esos encuentros de carácter anual: compiten diversos escritores en los apartados de literatura infantil, y de poesía y narrativa para adultos.
Vivo en un poblado de poco más de 6000 habitantes, donde la escasez es proverbial. Las placitas o puestos de viandas rara vez están surtidas. Es de esos pueblos donde “no hay vida”, como dice la gente.
Cada tarde, al terminar el trabajo, me dirijo a la estación de ferrocarriles. Allí abordo, junto a cientos de transeúntes, un tren sucio, incómodo, lento, y por si fuera poco, rara vez sale en el horario oficial…
Soñaba ser escritor. Ya desde la adolescencia quería escribir de todo: novelas policiacas, románticas, históricas, rosas, de todo tipo. Siempre lo pospuse, pero dentro de mí una voz interior me gritaba: escribe, escribe…