Autor: osmel

Entre Libros

Osmel Almaguer

Teatro de la calle en la Habana Vieja.  Foto: Caridad

Entre libros es un programa de la Televisión Cubana que dura 12 minutos al aire aproximadamente. Está diseñado para promocionar la obra y conocer más acerca de los escritores de nuestro país. Los invitados son escogidos por el alto mando del Instituto Cubano del Libro, al cual represento en la asesoría de este programa.

Mi misión es garantizarles la logística a los escritores; pasajes, transporte, hospedaje, coordinaciones del guión, la fecha de grabación y otro montón de detalles de los que si uno solo falla echa por tierra todo mi trabajo.

A veces me he visto en duros aprietos, pues en esta labor los imprevistos abundan, y a esa hora hay que improvisar, siempre bajo la tensión de que si un escritor se queja a mis jefes podría salir sancionado, porque la palabra de cualquiera de ellos vale más que la mía.

El Perfume

Osmel Almaguer

Vendedoras en la Habana, photo: Elio Delgado

Mientras escribo este diario, por la ventana que comunica mi casa con la de mi padre entra un olor a carne de cerdo asada muy delicioso. Parece que hoy comeremos mejor, porque llevamos varios días a base de arroz, frijoles y aguacate.

Por la otra ventana, la que da para los corrales, entra una peste que me dice que están muy sucios, y los puercos no han sido bañados. Huelen como a fango mezclado con sancocho y heces, todo fermentado.

Los olores nos brindan información acerca de las cosas que no conocemos. Mi padre, por ejemplo, huele casi siempre a sudor fuerte porque trabaja mucho en la carpintería, lo que indica que se esfuerza mucho para que podamos comer, a veces, carne como esa que huele tan bien.

Residencial Del Mar

Osmel Almaguer

Playa cubana, photo: Caridad

Cuando tenía seis años mis padres y yo nos hospedamos en una villa militar de descanso que ya no existe. Su nombre era Residencial del Mar.

Fue la última vez que pude estar en algo parecido a un hotel. Mis padres estaban jóvenes, mis tíos, que nos acompañaban, también. Había mucha alegría y pocas trabas, toda la comida que necesitábamos, bebidas, piscina, restaurante y sala de juegos.

Nada que no tengan otros lugares como estos, pero suficiente como para que yo pasara una semana que nunca olvidaría, más aún cuando no se ha vuelto a repetir.

Mis gastos millonarios

Osmel Almaguer

Trabajadores cubanos.  Photo: Caridad

Hace un tiempo Felipe Pérez Roque, recientemente destituido de su cargo de Canciller, hizo un análisis en una reunión de las Naciones Unidas, según el cual se pudo deducir que cada cubano no solo es millonario, sino que con muy poco dinero puede comprar muchísimas cosas. Lástima que estas conclusiones no reflejen nuestro verdadero nivel de vida.

Felipe afirmaba que con un dólar se pueden comprar x libras de arroz, frijoles, azúcar y leche en polvo. Claro, haciendo referencia a los productos de la Libreta de Abastecimiento, mediante la cual el Estado Cubano subsidia un mínimo de alimentos a cada persona. Esta cantidad solo alcanza para una semana, al máximo, y luego tenemos que buscar los productos a precios mucho más altos.

El Diagnóstico

Osmel Almaguer

Ayer visité a mi tía Mamita que estaba de cumpleaños. Antes de tocar a su puerta, la imaginaba con espíritu festivo, celebrando con amigos y parientes. Pero en la casa solo estaba Manolo, su esposo, y ella, que al recibirme, tenía una expresión de cansancio en el rostro. Luego de felicitarla le pregunté y me contó lo que le sucedió a Manolo una semana antes.

Manolo es un hombre de 63 años y salud muy endeble. Padece de los riñones, el azúcar y la circulación, además de los males comunes, como el catarro, que siempre se le pega. Por eso, cuando tiene cualquier enfermedad, casi siempre se le complica con sus padecimientos, como le sucedió recientemente.

Dolores muy fuertes en el vientre, fiebre de 39 grados e incontinencia urinaria, convencieron a mi tía de acompañarlo al Hospital Naval, a 20 kms de Guanabo. Por suerte ellos tienen auto.

Accidente Y Diabetes (1ra Parte)

Osmel Almaguer

Hoy hace un mes que tuve aquel accidente en el jardín de mi casa, cuando más de 200 kg cayeron sobre mi pierna izquierda al resbalarse una de las enormes piezas de concreto que componen el muro que, neciamente, intentaba reparar sin ayuda.

Tuve mucha suerte, pues de no haber caído en diagonal ahora estaría haciendo el cuento sin dedos de los pies, y tuviera que firmar este diario como Osmel el cojo. El daño consistió en una quemadura por fricción, que a cualquier persona sana no demoraría más de una semana en curar.

Hace mucho tiempo que me vienen dando desmayos y yo sospechando que padezco del azúcar, pero hasta hoy ningún médico ha comprobado ese presunto padecimiento. Hubo un momento que llegué a pensar que mis desmayos eran de índole emocional, pero con esta herida que no se cura ya no me caben dudas de que soy diabético.

Ahora con esto del accidente hasta me he hecho amigo de la doctora Raquel, que atiende a todos los habitantes de mi comunidad en el consultorio del Médico de la familia, así se llama este sistema instaurado en todo el país, que brinda los primeros auxilios a la familia cubana y es muy efectivo debido a su cercanía con respecto a la población.