Autor: Erasmo Calzadilla

Nadando entre dictaduras

En el círculo infantil y sucesivamente en todas las escuelas por las que pasé los maestros fueron, de una manera o de otra, amigos del método dictatorial, el más eficaz (creían ellos) para controlar a los diablillos que abundan en las aulas de los barrios marginales, como el mío.

Fobia a los medicamentos

A las diez de la mañana retumbó la puerta como si el mismísimo dueño la estuviera golpeando. El que sea, o es un fresco, o es de la familia, pensaba en lo que abría de un tirón, y con la leche medio cuajada. Del otro lado esperaba impaciente una experimentada enfermera.

Ante el deterioro de la calidad del Granma

El diario Granma, Órgano oficial del Partido Comunista de Cuba, está evolucionando, de eso no me caben dudas. Una prueba de ello es la aparición entre sus páginas de un espacio semanal donde caben ya los comentarios y hasta críticas constructivas de personas afines a la línea ideológica del periódico.

Visita y regreso desde el más allá

Erasmo Calzadilla

Pasaba ya los 20 años cuando me acerqué al mundo de las drogas por primera vez. En días de fiesta en el piquete de la universidad hacíamos poninas para chispaetrén (destilado casero de alcohol con sabor a queroseno), y algún pitillo de vez en cuando que babeábamos entre muchos; era más fácil coger un catarro o un una intoxicación que un mareo.

Luego un día una amiguilla del barrio me habló de ciertos honguitos mágicos que nacen en la bosta de la vaca. Al costado de una vaquería me estrené de cosmonauta en un vuele de baja altura, pero suficiente para dejarme con intriga. Comencé a leer sobre el tema, y a viajar hasta lugares propicios por su hermosura y soledad para un encuentro más “serio” con ese mundo.

A pocos años de la primera experiencia solo consumía pequeñas dosis en las vacaciones de verano, pero un día vino el diablo a tentarme bajo el disfráz de un amigo.

Le contaba a este con orgullo de mis aventuras, pero mi amigo me advirtió que era poco lo que había avanzado, “si consumes mucha más cantidad llegas a un límite donde se te para la mente y entonces es que empieza la cosa de verdad.” El no atinaba a explicarme bien qué ocurría al otro lado de la dichosa frontera, pero el brillo en sus ojos me incitó a investigarlo por mi mismo.

Probablemente muera sin verla pasar

Erasmo Calzadilla

Playa del Este, La Habana.  Foto: Caridad

Probablemente muera antes de haberme acostado con un hombre. Tengo amigos que me cuentan maravillas y se apiadan de mi por lo mucho que me estoy perdiendo, pero hoy por hoy no me atrevo a dar el paso.

Antes fui más valiente, rondaba los 4 años cuando mi familia me atajó un día desnudo en un closet con otro amiguito. Tuve que esperar a la adolescencia para comprender, leyendo un libro de psicología, de lo frecuentes y normales que eran tales iniciaciones a la vida sexual, pero en aquel entonces mis parientes se lo tomaron a la tremenda y comenzaron un arduo trabajo de persuasión para evitar mi “desviación al otro bando.”

Y fue tan efectivo su proceder que, luego, cuando crecí y mentalmente me abrí a esa posibilidad, entonces ya no podía siquiera resistir la cercanía de hombres intentando seducirme sin que me brotara de lo más profundo un miedo paralizante.

Por estos días de fin de año

Erasmo Calzadilla

Algunos niños y niñas del barrio.

Estos días de fin de año ando recogido en casa y aprovechando para leer de nuevo  literatura de ficción que hace rato no tocaba.  Empecé con la novela “Un mundo Feliz” de Aldoux Huxley, una distopía poco conocida en nuestro entorno, o al menos no tanto como su descendiente, 1984, el clasicón de Orwell.

La estoy disfrutando muchísimo, además de que me enseña nuevas palabras como por ejemplo “hipnopedia”; con ella nombraré  a partir de ahora el procedimiento, de uso tan extendido en nuestras escuelas, de hacer a los chicos repetir día tras día ciertos mantras hipnotizantes que van fijando una visión del mundo.

Del sentimiento trágico de la filosofía

Erasmo Calzadilla

Universidad de La Habana.  Foto: Caridad

…la vida es tragedia, y la tragedia es perpetua lucha, sin victoria ni esperanza de ella; es contradicción. Miguel de Unamuno

La verdad, como su parienta la musa, es una rara avis imposible de atrapar y menos de enjaular, siquiera pastorearla nos es permitido, como pretendió un pensador del siglo XX, sin que muera de aburrimiento ante la melodía del caramillo.

La verdad nos ronda cuando menos nos importa, pero huye espantada al menor amago de retenerla. Solo traduciendo nuestro anhelo por ella en danza podamos acaso conseguir que nos conceda una pieza, pero no como bailarina dócil, sino parándose cuando nos agachamos, reclinándose cuando nos paramos, y girando a la derecha cuando lo hacemos a la izquierda, siempre en contradanza.

La filosofía, saber que anda en busca de la verdad, debe partir de la puesta en duda de todos los presupuestos; tan extrema flexibilidad sería la única manera de evitar que la Verdad en sus contornéos le quebrase los miembros.

Insuficientes argumentos contra Yoani

Erasmo Calzadilla

Mirando las noticias desde La Habana.  Photo: Caridad

El día 27 de noviembre el periódico semanal Granma Internacional en su publicación digital hizo referencia a la famosa autora del blog Generacion Y (bloqueado en Cuba) Yoani Sanchez.

Hace mas que un año la primera referencia publica sobre la bloguera fue en una reflexión de Fidel Castro quien, sin llamarla por su nombre se dirige a ella (y a otros como ella), como: “enviados especiales del capitalismo para realizar labor de zapa y prensa neocolonial de la antigua metrópoli española que los premie.”

Con el mismo ánimo denigratorio correspondió ahora al periodista? de la prensa cubana Enrique Ubieta, traer a las páginas de Granma Internacional el tema de la más nombrada entre los blogueros cubanos.