¿Cómo se promueve el veganismo en Cuba?

Hoy existen varias comunidades veganas que construyen su estilo de vida entre las condiciones que permiten su entorno, sobre todo en La Habana.

Por IPS-Cuba

Logotipo del proyecto de Yudelkis Lafuente y Fernando Cárdenas. Foto: Tomado de su perfil de Facebook

HAVANA TIMES – Ser vegano o vegana parece una tendencia poco probable en Cuba, un país marcado por la alimentación poco saludable y limitada oferta en los mercados, que dificultan adoptar esta práctica y filosofía de vida en auge en la actualidad en muchos países.

Sin embargo, varios proyectos, lugares y personas promueven una vida saludable y duradera en equilibrio con el medio ambiente que, a su juicio, solo puede ser posible a través del veganismo y su intención declarada de no consumir ningún alimento o producto de origen animal.

Veganos desde bebés

La pareja formada por la artista Yudelkis Lafuente y el deportista Fernando Cárdenas lleva su proyecto en Facebook llamado YLA&XB, donde hablan de afroveganismo y otras cuestiones.

Estos jóvenes cuentan que su experiencia como veganos en Cuba es positiva en muchos aspectos porque han tenido la oportunidad de compartir sus conocimientos y experiencias con otras personas e influir positivamente en algunas que están abiertas a esta alternativa más saludable y sostenible.

La sociedad no facilita este estilo de vida, precisa Lafuente, y advierte que en Cuba hay una gran desinformación sobre el tema. Además, hay que enfrentarse a la escasez de algunos alimentos esenciales para esta nutrición como las semillas, frutos secos y cereales integrales, continúa.

Sin embargo, una vez que entiendes la importancia de ser vegano, y te comprometes con este modo de vida, te das cuenta que se puede lograr con un poco de organización, disciplina y conocimiento, afirma.

A su juicio, varios factores los llevaron a tomar esta decisión y a involucrar además a sus hijos pequeños. Fernando era vegetariano desde antes y Yudelkis estaba bajo esa influencia también, aunque todavía consumía productos animales.

En 2016 vieron un documental llamado Cowspiracy: El secreto de la sostenibilidad (2015) sobre el impacto negativo de la industria de la carne en el medio ambiente. Entonces decidieron comer vegano por un mes.

“Después de entender toda la crueldad y el sufrimiento que hay detrás de un plato de comida, o de cualquier otro producto de consumo animal; luego de saber que muchas enfermedades son causadas por la acidez y los altos niveles de grasas saturadas, para nosotros no hay otro camino que no sea el veganismo”, defiende Lafuente.

Sobre sus estrategias, cuenta que tratan de elaborar en la casa casi todos los productos que usan: desde las leches vegetales hasta el desodorante. Así evitan comprar en las tiendas y pueden invertir más en vegetales y frutas frescas debido a estas alternativas más ecológicas y económicas.

Otra idea que siguen es intercambiar los alimentos que compran con la libreta de abastecimiento: huevos por frijoles, leche por yogurt de soya… Además, si tienen la oportunidad de viajar, compran frutos secos, semillas y quinoa, aunque refiere Yudelkis que en Cuba se encuentran muchos alimentos indispensables como el pepino, el aguacate, el jengibre, el boniato, la cúrcuma, el melón, el coco, y otros.

Para ella, todo esto vale la pena por los detalles que han visto cambiar en su vida: han tenido muchas mejoras físicas, mentales y espirituales. Ahora poseen más energía, mejor recuperación física y respuesta superior de su organismo a las enfermedades más comunes como las gripes.

Integrantes de Regla Soul y la familia de Yudelkis Lafuente y Fernando Cárdenas.  Foto: Cortesía de Regla Soul

En el caso de los niños, detalla que el mayor tenía meses cuando se volvieron veganos, y la más pequeña lo es desde el nacimiento.

“Los dos se están desarrollando muy bien y lo más importante es que hemos tenido la oportunidad de inculcarles hábitos de alimentación muy saludables, y enseñarles desde temprano la importancia de respetar a la naturaleza y a los demás seres que la habitan”, cuenta.

Todo el bienestar en Regla

Amberly Alene es la fundadora de Regla Soul junto al activista y rapero Alexey Rodríguez, una iniciativa que promueve salud y bienestar holístico para las personas afrodescendientes.

Entre sus actividades, trabajan con grupos veganos y con iniciativas que promueven la salud natural. También se enfocan en autocuidado, autoestima, herboristería (uso de las plantas para medicina), agricultura y formas de dietas basadas en plantas con el fin de mejorar la salud desde una perspectiva natural.

Además, desarrollan cada mes un encuentro de música para terapia en la comunidad y varios talleres de comida afrovegana, reiki, meditación, consultas para combatir enfermedades usando plantas medicinales y eventos con especialistas de salud y bienestar. Todo esto es gratis para ese municipio capitalino.

Regla Soul se fundó hace dos años, en febrero de 2018, por la necesidad de obtener recursos e información sobre el bienestar y los alimentos a base de plantas.

A través del arte y el activismo, ambos fundadores han viajado a muchos lugares del mundo con diáspora africana, corroborando la falta de recursos en educación para el bienestar y la salud de familias y comunidades negras y mestizas, incluida la cubana.

El proyecto comenzó como una serie de talleres en una granja orgánica dirigida por Armando Rojas en Casablanca, también en Regla. Allí se trató la identificación de plantas, tés curativos, reiki y recorridos ecológicos. Luego se expandieron al Emboque de Regla, cuando la granja de Casablanca cerró en 2019.

Todos los meses ofrecen talleres para la comunidad, que incluyen un concierto mensual de hip hop para el bienestar, un taller de cocina AfroVegan y otros sobre meditación, curación energética, terapia de arte, bienestar sexual y muchos más.

“Buscamos brindar atención y recursos a los miembros de nuestra comunidad con un acceso mínimo a los medios para mejorar su autocuidado, salud mental, nutrición y bienestar general para sus familias”, asegura Alene.

“A través de nuestras iniciativas internacionales de retiros y proyectos de colaboración, alentamos a los afrodescendientes de dentro y fuera de Cuba para ayudarnos a crear la infraestructura sostenible necesaria para una mejor perspectiva de bienestar para las personas negras del municipio de Regla”, detalla.

Con este propósito, han conectado con varias organizaciones dentro y fuera de Cuba como la Universidad Agrícola y Mecánica de Florida, la Universidad de Howard, Testigo de la Paz, Proyecto Akokán, Comuna Travel y Cuba Educational Travel.

“Tenemos dos grandes sueños para Regla Soul: crear un jardín comunitario en Regla para cultivar alimentos e impartir talleres sobre jardinería para que los residentes de la comunidad aprendan cómo cultivar alimentos en casa; y crear una tienda local donde proporcionemos productos y tratamientos naturales a precios accesibles”, dice Alene.

Una consulta en CubaVegana

Logo de Cubavegana Foto: Tomado de su perfil de Facebook

CubaVegana aspira a convertirse en un sitio de consulta y debate de información sobre estos temas de alimentación y estilo de vida alternativo. Su intención es integrar a más personas que descubran una nueva forma de alimentación y de conducta en este estilo de vida para así construir un futuro mejor para la sociedad, en equilibrio con la naturaleza.

Así lo cuenta Orlando Niz, quien llegó al veganismo por problemas de digestión hace unos años. Este joven tenía un poco de sobrepeso, aunque siempre estaba activo y ejercitándose y entonces decidió probar el estilo de vida vegetariano y dejó de comer carne por un tiempo.

Dice el muchacho que vive en el municipio de Bejucal, en la provincia de Mayabeque, que la experiencia lo animó a seguir. La primera comida sin carne y las siguientes fueron muy satisfactorias y provechosas. Así empezó a buscar información por su cuenta y encontró un libro que confirmó su decisión y le cambió la vida: La antidieta (1985), recuerda.

Orlando piensa que podría ser muy fácil y económico ser vegano en Cuba debido a las condiciones climatológicas y a los suelos fértiles. “Deberíamos estar rebosados en cantidad y calidad de frutas, vegetales, raíces, semillas y legumbres. Pero lamentablemente no es así. Tampoco es lo peor”, define.

De acuerdo a su opinión, esto ocurre por varias razones, entre ellas la poco variada cultura alimenticia del pueblo debido a la escasez y la desinformación. Se suman también la falta de motivación de los agricultores, quienes no cuentan con los recursos necesarios y están faltos de incentivo.

Al ser tan difícil la producción y transporte, Niz opina que los productores seleccionan solo aquellos cultivos comerciales, con rendimiento y poca merma. De este modo, la población se ha acostumbrado a las mismas comidas, sabores y combinaciones. “El buen comer se cultiva mayormente en los restaurantes, y allí no todo el mundo puede ir”, dice.

En su experiencia, lo más difícil de la alimentación vegana son las semillas no procesadas. Es el caso del arroz integral, trigo integral, almendras, quinoa, chía y semilla de marañón, entre otras.

Para Orlando, la mejor recompensa de ser vegano es la calidad de vida.

“No hay nada mejor que tener buena salud y estar lleno de energía. También me gusta poder comer la cantidad que quiera sin renunciar a la variedad de sabores y texturas que ofrecen las plantas. Y como alguien que es parte de este mundo, lo mejor es saber que soy uno más que quiere un planeta limpio y en equilibrio con la naturaleza”, resume.

Restaurantes

En este camino se colocan también varios negocios y emprendimientos gastronómicos que se muestran como una opción para los turistas con este estilo de alimentación, y para el segmento local.

Logo de El Shamuskiao. Foto: Tomado de su perfil de Facebook

El restaurante El Shamuskiao es uno de esos lugares. Ubicado en La Habana Vieja, el sitio ofrece opciones de alimentación para vegetarianos y veganos, en dependencia de la elección de cada quien.

Amanda Pablo, hija de los propietarios, cuenta que el lugar surgió hace tres años con el propósito de brindar una comida diferente a la que se consume mayoritariamente en Cuba. “Los clientes veganos”, dice, “se han quedado maravillados con el sabor porque estas comidas suelen ser un poco insípidas, pero en nuestro restaurante la comen incluso quienes no son veganos ni vegetarianos”.

Hasta el momento, describe la joven que también ha trabajado allí como camarera y en la barra, las elaboraciones preferidas son la hamburguesa vegana, el hummus, las croquetas y los jugos, que pueden ser muy variados porque combinan desde la piña, el jengibre y la albahaca, hasta la remolacha con limón.

“Lo más complicado es poder adquirir los productos, porque hasta los vegetales a veces se hacen difíciles. Pero todo se logra. Además, estos retos hacen que creemos variaciones e innovemos”, define Pablo.