La industria turística cubana

Ken Hiebert*

HAVANA TIMES – Según nuestra guía, la mayor fuente de divisas de Cuba es el turismo. Otro cubano, un crítico del gobierno, no está de acuerdo con eso. Ese último me dijo que la fuente de divisas más importante es la exportación del personal médico. Aunque esto sea verdad, el turismo es una parte primordial de la economía cubana.

Nuestra guía nos dijo que cada año llegan a Cuba más de 2 millones de turistas (Wikipedia dice que son casi 3 millones). Si cada una de estas personas lleva al menos mil dólares a Cuba, eso es aproximadamente más de 2 mil millones de dólares.

Por lo que el turismo es vital para la supervivencia de Cuba, pero también es una fuente de tensión. Los cubanos se enfrentan a personas que pueden estar o no de acuerdo con la Revolución, pero que evidentemente tienen más dinero y más bienes materiales que el cubano promedio.

Debe ser irritante saber que algunos lugares en Cuba están reservados para los extranjeros, incluso aunque esto sea parte de un esfuerzo para atraer más ingresos.

No es sorprendente que muchos de los cubanos que están en contacto con los turistas quieran venderles algo. Unos pocos están dispuestos a participar en estafas, esos son los “jineteros.”

Hablé sobre este tema en otro trabajo y esto provocó algunas respuestas airadas.

Así que el encuentro de cubanos y turistas no está libre de tensiones.

Existen diferentes categorías de turismo en Cuba. Usted puede ir en bicicleta desde un extremo a otro de la Isla. Existe también el turismo para grupos deportivos y musicales.

Algunas personas van a Cuba a estudiar. “En  2007, unos 28 mil 889 estudiantes extranjeros estudiaban en Cuba…” Algunos de ellos eran fuertemente subvencionados por el gobierno cubano y traían muy pocas divisas al país.

De acuerdo con una cubana con quien conversamos, una mujer que enseñaba español a visitantes extranjeros, algunos visitantes se inscriben para recibir clases sólo para obtener una visa por más tiempo. Ella tenía un grupo de jubilados italianos y un croata. Ellos no hacían gran esfuerzo para aprender español, preferían pasar el tiempo con sus amigos en los restaurantes de las aceras.

Nuestra guía cree que el mayor grupo de turistas procede de Canadá. Creo que dijo, además, que el segundo grupo más numeroso proviene de Argentina, pero no he podido confirmar esto. Nos encontramos con algunos visitantes brasileños e incluso algunos estadounidenses.

Con algunas excepciones, los estadounidenses tienen prohibido visitar Cuba, pero nos encontramos con una familia de Georgia que había visitado Costa Rica y llegó a la Isla desde este país. Los cubanos no sellan sus pasaportes para poder regresar a Estados Unidos sin que la oficina de Aduanas e Inmigración Estadounidense se entere, siempre y cuando no sean noticia o se metan en problemas.

Nuestra guía era agradable y estaba dispuesta a ser muy sincera. Ella describió el turismo de los años 90 principalmente como turismo sexual. Cuando un miembro del coro le preguntó por qué parecía que el Che Guevara era más popular que Castro comenzó diciendo: “Está muerto”. Después continuó  mencionado su importante papel en la lucha revolucionaria y en los primeros años de la revolución. Terminó diciendo: “… y era bien parecido.”

Tuvimos una experiencia divertida con lo que creo los cubanos llaman “secretismo”. Un cubano llegó a una serie de nuestros conciertos. Uno de los líderes del coro se le acercó y le preguntó quién era. Resultó que él era el funcionario cubano a cargo de nuestro viaje y el supervisor de nuestro guía. ¿Por qué no podrían decir esto desde el principio no está claro para mí. En cualquier caso la pasamos muy bien con los dos. Escucharon nuestras canciones tantas veces que al final de la semana los dos cantaban con nosotros.

Cualquiera que sean las tensiones puestas en Cuba ahora podrían multiplicarse si se permite que los estadounidenses viajen a Cuba en mayor número. Un documental de la televisión citó a un alto oficial de Cuba diciendo que Cuba necesitará muchos más campos de golf para dar abasto y para expandir la industria turística.

¿Quién hubiera predicho 50 años atrás, después del triunfo de la Revolución Cubana, que Cuba dependería de los turistas procedentes de los países ricos? Marx, Engels, Lenin, Martí, etcétera no escribieron nada sobre cómo enfrentar este desafío. Los cubanos tendrán que resolverlo por sí mismos.
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(*) Un turista canadiense que es también lector de HT.