Molestias de la calle en La Habana

Ken Hiebert

HAVANA TIMES – Estoy escribiendo desde el punto de vista de un turista canadiense. Alguien más tendrá que contarles a ustedes cuál es la experiencia de los cubanos.

Tenga en cuenta que yo soy una persona mayor, procedente de un clima templado y en Cuba, mayo ya es un mes caluroso. Así que en las mañanas me levanto después de dormir poco, y por lo tanto un poco irritado.

Nuestro coro eligió al hotel Inglaterra. Esto fue una gran ubicación, justo en el corazón de La Habana. Esto también significaba que una excelente banda cubana tocaba hasta las 2:00 de la madrugada, justo debajo de nuestra ventana.

La expresión “street hassle” (molestias de la calle) es tomada de la guía turística Lonely Planet. Según Lonely Planet “… La Habana es una ciudad relativamente segura, especialmente si se le compara con otras capitales de América Latina.” Uno de los miembros de nuestro coro confirmó esto, basándose en sus viajes a México.

A pesar de esto, algunas partes de La Habana me recordaron algunas manzanas en Vancouver en el que no puedes quedarte inmóvil durante 30 segundos sin ser abordado por alguien que te pide dinero.

Entonces, ¿dónde está la molestia? En primer lugar una gran cantidad de personas querían vendernos cosas. Puedo apostar que no soy el único canadiense que le gusta ir de compras en silencio y en anonimato, evitando estar en contacto con vendedores a menos que no sea absolutamente necesario. Esto puede ser una diferencia cultural.

Recuerdo a una cubana que parecía bastante frustrada porque se acercó a mí y provocó que simplemente siguiera adelante. Es difícil comprar de forma anónima cuando te invitan a entrar en una pequeña casa privada.

En algunos lugares serás abordado por un bici taxi, cuatro segundos después de que digas no cortésmente, otro conductor, que fue testigo del primer intercambio, te ofrecerá entonces un taxi. Nuestra educación comenzó a agotarse.

Después siguieron los “jineteros.” Jinetero proviene de la palabra Cubana jinete. Los jineteros “jinetes” o manipuladores de los turistas. Una noche, tres de los miembros del coro buscaban un restaurante y cayeron en las manos de unos jineteros.

Fueron estafados por $100,00. No es una derrota aplastante, pero sí una buena lucha de los jineteros.

De la estafa, $31 fueron a parar a la compra de una bolsa de leche en polvo, aparentemente para un bebé. Imagino que la leche regresó a la tienda y el dinero se compartió entre el dependiente y los jineteros.

La “leche para mi bebé” es una forma muy común de acercarse. Otros me dijeron que, de hecho, la leche es altamente subsidiada para los niños hasta que cumplen 7 años de edad.

“Soy un guardia de seguridad” es otra forma de acercarse. Se supone que usted le paga a esta persona para que te acompañen y te proteja de problemas en la calle.

También nos encontramos con mendigos. No en todas partes, sino donde hay concentraciones de turistas. Dos incidentes se grabaron en mi mente. En una ocasión, cuando subimos en nuestro autobús, había una mujer con un niño. Ella era delgada y demacrada y parecía estar excitada por estar cerca de tanta gente con dinero, pero al mismo tiempo temerosa de aproximarse directamente.

Otra mañana, cuando nos acercamos a nuestro autobús, vi a una mujer mayor que no veía del todo bien y se movía lentamente hacia el autobús. Después de montar en el autobús, que todavía estaba en la acera, ella entonces comenzó a llorar. Uno de los miembros del coro hizo un esfuerzo para bajar del autobús, acercarse a la mujer, y darle algo de dinero. Esta fue una respuesta muy humana y puede haber sido lo correcto.

Si fue así, entonces siento vergüenza por mirar pasivamente toda esta escena. ¿Estaría actuando aquella mujer? No lo creo, si estaba actuando, se merece un Oscar.

Incluso en el centro de La Habana usted puede evitar problemas callejeros si sale durante las primeras horas de la mañana. Una mujer del coro salía a correr antes del desayuno sin ninguna dificultad. Y nuestro viaje a Ciudad Libertad estuvo libre de problemas. Todos los que conocimos fueron personas amables que hicieron todo lo posible por ayudarnos, a pesar de la barrera idiomática.

One thought on “Molestias de la calle en La Habana

  • ay pero que pena con usted, para que ir a otro pais si no quieres ver nada de su cultura ni las idiosincrasias? pues es cuba no es canada. yo soy canadiense, y cuando viajo a otros paises, me encanta observar las diferencias de las culturas y como se comporta la gente en lo cotidiano. creo que en canada hemos perdido ese sentido de la comunidad humana, es un resultado del desarrollo economico que hay aca. nadie depende de nadie, y por eso todo el mundo se cree rey.
    Pues hay cosas buenas y malas, pero me encantaria ver un pais en que hubiera el desarrollo de los paises occidentales, y tambien la comunidad humana de los paises tropicales. una combinacion excelente.
    Pero temo que con el crecimiento del desarrollo, se va ese sentido de comunidad. que opinan ustedes??

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