La Iglesia Santa Rita de Casia en La Habana (35 fotos)

Fotorreportaje por Irina Pino

HAVANA TIMES – Todas las personas que hacen ejercicios por la 5ta Avenida, conocen la Iglesia Santa Rita de Casia, ubicada en la esquina de la calle 26.

Construida bajo la Orden de San Agustin y con diseño del arquitecto Víctor Morales, fue inaugurada en 1943, por el padre Lorenzo Spiralli.

El templo es moderno y se integra al entorno de Miramar. En el interior del ámbito se pueden observar sólidos techos de caoba y el altar principal, elaborado con mármoles y alabastro.

Predominan las figuras religiosas, como San Juan Bosco, la Virgen María, San Antonio de Padua, San José, la Caridad del Cobre y Jesús Cristo.

En sus paredes hay disímiles sentencias católicas: “Perdonar las ofensas, Corrección fraterna con el que se equivoca, Consolar a los tristes, Orar por los vivos y los muertos, Piedad con los difuntos y otras no menos espirituales.

El templo cuenta con tres esculturas de la santa; la primera, preside la fachada, y está acompañada por los cuatro evangelistas. La segunda estatua, se encuentra en el jardín, en medio de la vegetación. Mientras que la tercera, erigida por Rita longa (1912- 2000), se halla a la izquierda de la entrada, en una capilla, protegida tras un cristal,

Esta última sufrió incomprensión por parte de altos cargos eclesiásticos, ya que su estructura novedosa rompió cánones establecidos y decidieron retirarla. Colocando en su lugar una escultura que trajeron de Italia.

El error fue duramente criticado por la prensa y a nadie gustó la nueva imagen. El cardenal monseñor Manuel Arteaga mandó a restituir la obra de la artista cubana.

Santa Rita de Casia, parte de su historia

Bautizada como Margherita Lotti, nació en Roccaporena, Italia. Desde los catorce años quiso ser monja, pero la casaron con un hombre del pueblo y tuvo dos hijos mellizos.

Su esposo resultó asesinado por algunos de sus enemigos. Seguramente por una vendetta. La viuda pidió al señor que sus hijos murieran para que no vengaran la muerte de su padre, ya que el pecado de la venganza los condenaría al infierno. Más tarde los adolescentes enfermaron y murieron ambos el mismo día.

A los 36 años recibe los hábitos de monja e ingresa al monasterio, dedicándose a la oración y a la penitencia. Una noche, mientras dormía, se le clava en la frente una astilla de madera, abriéndosele una herida.  Era el estigma de la corona de espinas de Cristo en la cruz.

Sus hermanas guardan la reliquia divina, pero cada madrugada se le abre la herida, exhalando un olor nauseabundo. Estuvo años con aquella yaga y gracias al cuidado de las monjas se le cerró.

Durante los últimos cuatro años vivió con infección en la sangre. Al morir contaba con 76 años.

De su cuerpo exánime emanaba un agradable perfume, como si hubiera sido embalsamada. Entonces se corrió la voz que con su intervención había curaciones milagrosas. En 1627 fue beatificada por el papa Urbano VIII. Y canonizada en 1900, por el papa Leon XIII.

La fiesta de Santa Rita se celebra el 22 de mayo. Es la patrona de las causas perdidas, las enfermedades, las pérdidas, el abuso, los problemas maritales, la familia, la paz y los casos desesperados. La nombran la Abogada de lo imposible y su símbolo son las rosas.

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