Migraciones: Cubanas en movimiento

Redacción IPS Cuba

HAVANA TIMES, 19 julio — Las cifras de mujeres cubanas y de personas jóvenes con alto nivel escolar, han crecido dentro del total de las migraciones internas en la isla, según un estudio comparativo entre los resultados de los censos de 1981 y 2002, publicado en 2010.

“A lo largo de casi dos décadas, se ha incrementado discretamente la participación de la mujer en la migración”, afirma la monografía Migraciones Internas en Cuba que parte del análisis de los resultados obtenidos durante el último Censo de Población y Viviendas, realizado en 2002

De acuerdo con el texto, disminuye la población migrante de piel blanca, aumenta la escolarización y nivel de calificación y se aprecia una mayor participación relativa de migrantes residentes en las áreas de destino, que se clasifican como dirigentes, profesionales y técnicos.

El texto es resultado de un análisis conjunto del Centro de Estudios de Población y Desarrollo (CEPDE), de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI) y el Centro de Estudios Demográficos de la Universidad de La Habana (CEDEM).

Según el equipo de especialistas que realizó los análisis, “los hombres suelen desplazarse más frecuentemente entre áreas rurales y a una mayor distancia, donde la precariedad del estado de las comunicaciones y la transportación pudieran ser un obstáculo para que las mujeres se trasladen”.

Por otro lado, las cubanas prefieren migrar hacia áreas más urbanizadas en busca de mejores opciones laborales y mayor oferta de servicios. En paralelo, “la población en edad laboral temprana y con un nivel escolar relativamente más alto, también muestra cierta propensión mayor a emigrar”, confirma el texto.

Los motivos familiares, al igual que en la última Encuesta Nacional de Migraciones Internas (ENMI), de 1995, siguen encabezando la lista de las razones para migrar. Ese estudio fue realizado por el Instituto de Planificación Física (IPF), el CEDEM y el CEPDE, con el apoyo del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y es el más grande de su tipo recogido en el país antes de la actual sistematización.

Ahora, especialistas advierten que la insatisfacción con el empleo y la búsqueda de opciones laborales en otros territorios les siguen muy de cerca a los motivos familiares en la lista de razones para migrar.

El estudio publicado en 2010 también confirmó la permanencia de las tendencias migratorias históricas en la isla: la población cubana suele moverse de oriente hacia occidente, pasando por una zona central bastante estable, convertida en una suerte de trampolín o sitio de tránsito.

Las provincias con saldos negativos más pronunciados son las orientales Granma, Santiago de Cuba, Guantánamo y Holguín, precisamente aquellas que necesitan de mayor impulso en las inversiones en función de fomentar opciones de empleo y desarrollo. Ellas emiten el 54 por ciento de toda la emigración de la isla.

En tanto, entre los territorios del oeste cubano, sólo Pinar del Río, en el extremo occidental del país, es una provincia emisora.

Otros estudios del IIPF aseguran que, en los últimos años, más de un millón de personas ha emigrado desde las pequeñas comunidades y asentamientos rurales hacia las cabeceras municipales y provinciales.

Las provincias que acogen a esos viajantes, en orden decreciente del saldo migratorio, son la capital del país y sus vecinas Artemisa y Mayabeque, Camagüey, Ciego de Ávila, el municipio especial de la Isla de Juventud y Matanzas.