Lourdes Casal para nosotros

Por Aime

“Estados Unidos no es un melting pot sino una sopa china.” L.C.

latinos1-picHAVANA TIMES — Quizás “Para Ana Veldford” sea uno de los poemas más magistrales que se hayan escrito. Su autora, Lourdes Casal, una cubana devenida en americana a partir de su salida de Cuba en 1962, huyendo de cualquier hálito de comunismo.

Confieso que no la conocía, mi primer acercamiento fue en el Segundo Coloquio Internacional de las Artes y las Letras efectuado del 15 al 17 de octubre en la Casa de las Américas, durante el panel Lourdes Casal: más allá de la distancia.

Primera cubano-americana en recibir, poco tiempo después de su muerte, el premio Casa de las Américas de poesía 1981 con su libro “Contra viento y marea”. Negra cubana nacida en los Sitios, perteneciente a la clase media, Casal luchó por los derechos civiles en el contexto de la sociedad de Estados Unidos.

Por encima de cualquier razón, su problema con Cuba era emocional, según nos cuenta ella misma en las entrevistas que la realizadora Estela Bravo pudo hacerle. “El comunismo era disparador de un reflejo, el anticomunismo”.

Luchadora ferviente por lo derechos civiles, amenazada de muerte en numerosas ocasiones, la creadora cubana fue la primera emigrada invitada a Cuba en los años 70.

Su condición de emigrante la mantuvo siempre alienada en la sociedad neoyorquina desde donde gestó proyectos como la Brigada Antonio Maceo a pesar de no poder integrarla.

Para ser un maceíto tenían que ser personas que hubieran emigrado desde pequeños sin la conciencia de haberlo hecho y no tener antecedentes políticos.

Casal también fue cómplice de la creación de la mítica revista “Areíto” que promovía ensayos y estudios de intelectuales prestigiosos, incluidos los de la izquierda cubana.

Desde allí estudió el cine y teatro cubanos. Además, indagó profundamente en la sociedad norteamericana y la migración cubana. Psicóloga de profesión, Casal estableció los conceptos de los flujos migratorios.

Confieso que nunca había escuchado su poesía ni ningún escrito suyo. Formo parte de una generación que, a no ser por el azar, desconocen los textos de esta artista, la mayoría sin publicar en Cuba.

Casal, la primera cubana emigrada que al decir de algunos estudiosos como Víctor Fowler, se planteó el retorno a Cuba. Quiso la suerte que el final de sus días fueran en su patria de origen.

Como testimonio de sus dudas y nostalgias quedó su poesía raigal, bella. Confieso que la añoranza que sentí al escuchar “Para Ana Velford”, pocas veces la he sentido ante ningún poema. “Demasiado habanera para ser neoyorkina, demasiado neoyorkina para ser, -aún volver a ser- cualquier otra cosa.” Versos finales rescatados por Jesús Díaz en su película “Lejanía” y Jorge Perugorría en “Amor crónico”.

Sin embargo, aún la imagen de esta mujer despliega un sinfín de incógnitas aunque cada vez esté más cercana a su Cuba.