HAVANA TIMES – Centenares de nicaragüenses que se han quedado sin medios de vida en Panamá tuvieron que posponer el regreso al país ante el incumplimiento de unos requisitos acordados en las últimas horas por las autoridades panameñas, costarricenses y de Nicaragua para garantizar un viaje ordenado en el marco de la crisis de la covid-19.
Una patrulla de la Policía recorría la noche del primero de julio la gran terminal de autobuses de Albrook, en la capital, mientras un agente explicaba a los nicaragüenses, utilizando un megáfono, que debían retirarse del lugar y que el proceso para autorizar su viaje tardaría al menos 72 horas.
“Yo me quedé sin trabajo y cuesta mucho conseguir otro ahora como está la cosa”, relató Juana Eraso, de 57 años, que tiene casi un año de estar en Panamá, donde se sentía “tranquila” laborando como cocinera o asistente de limpieza, y quien dice que no tiene ya donde dormir porque entregó la llave del cuarto donde vivía.