La hija de un preso político que escribió a Raúl Castro se siente burlada por la justicia

By Vicente Morín Aguado

Robe y Paito 1991

HAVANA TIMES – En enero de este año publicamos una carta de Marialys Arias Laffita al entonces presidente Raúl Castro, reivindicando justicia para su padre Roberto Arias Gómez, condenado en 1993 a dos años de prisión por los delitos de Propaganda Enemiga y Desacato: “Esta es la última de las respuestas posibles, la última de las burlas”, declaró.

El Tribunal Supremo Popular (TSP) dictaminó sobre la causa 2 de 1994, incoada y juzgada en la Isla de la Juventud contra su padre ya fallecido, junto a otro acusado y amigo llamado Lázaro Márquez Campos: “En esta oportunidad no se advierten en su escrito los elementos nuevos que la ley estipula; por lo que no puede prosperar su aspiración al respecto.” (Art. 456 de la Ley de Procedimiento Penal)

Marialys realizó varias demandas durante el pasado año:

El 31 de marzo le respondieron que “… la causa de referencia no existe, ya que fue aprobada su destrucción en el año 2014, dado su mal estado de conservación…” (Fiscal Ivette Guerra Ramírez, Municipio Especial Isla de la Juventud.

Inconforme, la hija de Roberto reclamó nuevamente y le contestaron: “… se solicitó al Tribunal Especial Popular de la Isla de la Juventud la búsqueda mencionada, enviándole como respuesta a la Fiscalía, que realizada la búsqueda en los libros de radicación de causas se pudo constatar que en la causa 7 de 1992 del Tribunal Especial Popular, ni en la causa 7 de 1992 del Tribunal Municipal Popular aparece ningún acusado con el nombre de Roberto Arias Gómez,…” (Ivette Guerra Ramírez, 10/11/2018)

La “justicia socialista” había borrado de la historia a sus víctimas. ¿Vergüenza?

Lázaro volvió a la vida el 16 de marzo de 1994 cuando abandonó la prisión El Guayabo, en la ínsula pinera. Sus próximos pasos fueron el estrecho de la Florida, la Base Naval de Guantánamo y Miami. Robe se perfilaba desde antes de la detención como líder de un puñado de inconformes, estimulados por las reformas de Gorbachov. Murió el 12 de noviembre de 1996 en La Habana, víctima de un infarto agudo de miocardio.

Desde Estados Unidos, Paito, así llamaban a Lázaro, opina sobre aquellos días entre el orgullo y la amargura:

Chat con Paito

“Eran los tiempos de la Perestroika, queríamos algo así en Cuba pero fue todo lo contrario.  Nosotros nos expresamos libremente con amigos y algunos intelectuales en la Isla.  La Seguridad del Estado quiso dar un escarmiento con un juicio en el parque, el cual nunca sucedió.  Al final el teatro del planetario en la Isla lo llenaron con algunas organizaciones y pocos de nuestra familia. Era un Circo Romano.”

Mercedes Gómez Fonseca, tía de Robe, fue su único familiar presente en la vista oral de la farsa: “Recuerdo que Robertico se defendió él mismo, nunca le escuché arrepentimiento, y estaba muy enfermo.”

Se conservan fotocopias de la sentencia # 17 de 1993.

La propaganda enemiga quedó así consignada: “…probado que los acusados, puestos de común acuerdo y en fecha no precisada, pero sí anterior y próxima al 15 de septiembre de 1991, confeccionaron octavillas en cuyos textos se incitaba al pueblo a luchar contra el régimen económico, político y social existente en Cuba, las cuales fueron regadas por ambos acusados indistintamente…” 

Nunca mostraron en el juicio una de aquellas octavillas. Durante las sesiones de tortura en la prisión política de Villa Marista, la hija de Robe y el propio Paito recuerdan la angustia de un reclamo: “No me maltraten más, por favor, muéstrenme un cartel.” El documento de sentencia dice escuetamente: “Los testigos depusieron solamente que habían encontrado la propaganda.”

Arias Gómez, ingeniero de profesión, con estudios posteriores en Xerson, Ucrania, desaparecida URSS, y antes jefe de Riego y Drenaje de una empresa citrícola fundada por Fidel Castro en la Isla, cargó con todo el peso de la venganza. Le adicionaron a los supuestos escritos frases injuriosas hacia los líderes revolucionarios. Fidel era nombrado “Tirano, Vil, Cobarde, Criminal y Déspota.” Raúl  “asesino y jugador de gallos.” Y el entonces Ministro de Cultura Armando Hart “homosexual.” 

Desacato solamente para Roberto. Un delito más, un año adicional de condena.

Días antes del juicio escribe a la hija: “Llevo año y medio trancado y amenazado de 11 años, pero quiero dejar sentado una cosa y es que soy inocente de lo que se me imputa en la petición fiscal en todo. Esto no es bueno a nada hija, pero hay que enfrentarlo con valor y decisión, máximo si eres inocente y eres una persona leal a tus ideas, como hombre libre que soy.”

Jaime Prendes, fotógrafo profesional, cumplió tres años en El Guayabo: “Coincidí con Robe antes de la prisión y allá dentro. Roberto era el más experimentado del grupo, tenía experiencia empresarial. En la prisión siempre daba el mejor consejo, cuando estuve en celdas de castigo, de él llegaba la primera ayuda, un poquito de azúcar, unas tostaditas, una cartica de aliento. “

¿Cuál era la peligrosidad social de aquellos simpatizantes de la Perestroika, para El Comandante lo mismo que una cruz frente al Diablo?

Prendes precisa:

“De algún modo Cuba se desvinculó del mundo, pero nosotros mantuvimos esa conexión, y eso nos hacía peligrosos, peligrosos para algunas mentes, pero en realidad no éramos terroristas, sino personas con ideas, teníamos planes para desarrollar nuestra Isla y para el país también.”

Marialys, Paito, Olga la vecina, Jaime, Maribel, la primera esposa…

Querían que los cubanos pudieran regentear sus propios negocios, libertad de viajar al exterior, abrir el país al turismo, recuperar los desaparecidos mercados campesinos, libertad para vender sus casas, sus autos,… Elecciones presidenciales directas, separación de poderes, libertad de asociarse y expresarse, opciones a la hora de votar,…

Jaime advierte: “En un país normal Roberto jamás hubiera estado preso.”

 

Vicente Morín Aguado: [email protected]

 

2 thoughts on “La hija de un preso político que escribió a Raúl Castro se siente burlada por la justicia

  • Justicia, debemos continuar…

  • Hola y noto falta de sensibilidad esta vez en nuestros habituales comentaristas.

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