Nicaragua – «Juntos podemos lograr cambios significativos»

Foto: La activista de derechos humanos Bianca Jagger (c) en una marcha en su Nicaragua natal en 2018. Foto: Inti Ocon/AFP/Getty Images

Por Bianca Jagger (Confidencial)

HAVANA TIMES – Queridos compatriotas: Es con un profundo sentido de urgencia y esperanza que me dirijo a ustedes en este momento crítico para nuestra Nicaragua. Nos enfrentamos a grandes retos, pero también podríamos aprovechar esta oportunidad para transformar nuestra realidad, uniéndonos.

La necesidad e la unificación es más evidente que nunca. Si permanecemos divididos y solos, no lograremos avanzar. Debemos dejar de lado nuestras diferencias y trabajar juntos para lograr un objetivo común: el bienestar de nuestro pueblo y la liberación de Nicaragua.

La represión del régimen de Ortega y Murillo es implacable, y las graves y sistemáticas violaciones de los derechos humanos y los crímenes de lesa humanidad continúan. La comunidad internacional ha hecho mucho por Nicaragua, algunos argumentan que no han hecho lo suficiente, pero tenemos que estar conscientes que hoy ellos se enfrentan con graves conflictos geopolíticos, en Gaza y en Ucrania. La comunidad internacional y el pueblo nicaragüense esperan y exigen que trabajemos unidos contra la dictadura de Ortega y Murillo.

Es primordial que la coordinación de nuestros esfuerzos se convierta en un motor para aumentar la presión internacional contra el régimen que oprime a nuestro pueblo. Sólo coordinando esfuerzos podremos derrotar a sus fuerzas opresoras y criminales para lograr cambios significativos e irreversibles.

Debemos ser inclusivos en nuestros esfuerzos. En este momento crucial, no hay lugar para las divisiones internas, ni para la marginación de quienes piensan distinto. Reconocer y respetar nuestras diferencias es esencial para construir una base sólida y diversa que pueda hacer frente a los retos que enfrentamos.

Es imperativo dejar de lado las diferencias que existen entre los de izquierda y los de la derecha, entre sandinistas y somocistas, entre socialistas, conservadores y liberales. Tampoco debemos olvidarnos de los movimientos juveniles que son el futuro de nuestra Nicaragua, de las valientes mujeres nicaragüenses que juegan un papel de vital importancia en todos los aspectos de nuestras vidas, y en nuestra lucha por la justicia y la democracia. Cabe señalar en esta lista la valiosa contribución de nuestros campesinos, de los pueblos indígenas y afrodescendientes. Por último, quiero mencionar la valiosa contribución de la Iglesia Católica y de nuestros valientes obispos, sacerdotes, seminaristas, y hermanas de caridad que siguen siendo víctimas de la implacable persecución del régimen de Ortega y Murillo, y no nos olvidemos de los Pastores Evangélicos que también son víctimas de la despiadada persecución religiosa en Nicaragua.

Al final son más los objetivos que nos unen que los que nos separan. Nos une el objetivo común: derrotar al régimen de Ortega y Murillo, a favor del retorno de la libertad, la justicia y la democracia en nuestro país.

Reconozco que lograr la unidad de todos nosotros podría parecer insuperable, pero nada es imposible si estamos comprometidos en lograrlo. Debemos coordinar nuestros esfuerzos contra la dictadura. Cada uno de nosotros tiene un papel que desempeñar en esta lucha. Juntos podemos lograr cambios significativos.

Con determinación juntos podemos superar los obstáculos que se interponen en nuestro camino hacia la libertad. Les invito a unirnos en esta lucha con el corazón abierto y la mente centrada en un futuro mejor para todos los nicaragüenses.

Juntos somos y seremos más fuertes.

Con esperanza y unidad.

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