El Papa critica “verdades” únicas y pide más libertad religiosa en Cuba

Por Isaac Risco

El Papa Benedicto XVI y Raúl Castro éste martes en La Habana. Foto: granma.cubaweb.cu

HAVANA TIMES, 28 mar (dpa)— El papa Benedicto XVI criticó hoy en su mensaje pastoral en Cuba la frecuente imposición de una única “verdad” entre los seres humanos, pidiendo al mismo tiempo mayores libertades para la Iglesia católica en la isla.

En su homilía durante una multitudinaria misa al aire libre en la Plaza de la Revolución de La Habana, Benedicto vinculó conceptos como la “verdad” y la “libertad”, aunque sin aludir directamente a la realidad de la isla. “Cuba y el mundo necesitan cambios”, dijo sin embargo el pontífice tras hablar de la necesidad de “una auténtica transformación social” y de la “reconciliación”.

“La verdad es un anhelo del ser humano y buscarla siempre supone un ejercicio de auténtica libertad”, señaló el papa ante el presidente Raúl Castro y miles de personas reunidas en la emblemática plaza, que se llenó de feligreses desde la madrugada.

Si muchas personas relativizan la posibilidad de que exista “una verdad para todos”, otras creen que una única verdad debe ser “impuesta” al resto, aseguró Joseph Ratzinger. Hay personas “que interpretan mal esta búsqueda de la verdad, llevándolos a la irracionalidad y al fanatismo, encerrándose en ‘su verdad’ e intentando imponerla a los demás”, sostuvo.

“Sin embargo, quien actúa irracionalmente no puede llegar a ser discípulo de Jesús”, agregó.

“El cristianismo (…) no impone, sino que propone la invitación de Cristo a conocer la verdad que hace libres”, dijo el papa desde el altar de color amarillo montado delante del monumento al héroe nacional cubano José Martí.

Aunque la Iglesia católica destaca el carácter únicamente pastoral de sus mensajes, estos son interpretados a menudo en clave crítica con la situación política de la isla.

El papa exhortó también a los cubanos a buscar la “verdad” y la “reconciliación”, otras de las palabras que repitió varias veces durante su homilía.

“Cuba y el mundo necesitan cambios, pero éstos se darán sólo si cada uno está en condiciones de preguntarse por la verdad y se decide a tomar el camino del amor, sembrando reconciliación y fraternidad”, señaló.

Desde que llegó a Cuba, Benedicto ha subrayado la necesidad de “reconciliación” entre los cubanos. La cúpula comunista de la isla, que gobierna desde hace más de medio siglo, está fuertemente enemistada con el exilio anticastrista cubano, asentado sobre todo en Miami.

“Rezamos por la reconciliación de todos los cubanos”, dijo antes de la misa Carmen Ferrer, una estadounidense de origen cubano que vuelve por primera vez en medio siglo a la isla. Ferrer, de 64 años, emigró con su madre a Estados Unidos en mayo de 1962, en una de las frecuentes olas de salidas de emigrantes tras el triunfo de la Revolución.

La peregrina, que llegó a Cuba con un grupo de personas de origen cubano residentes en Virginia, Maryland y Florida, aseguró asimismo que no estaba interesada en un posible mensaje político del papa.

“Vengo por la parte religiosa, no esperamos un mensaje político”, dijo a la agencia dpa desde la plaza.

El papa pidió además mayores espacios para la Iglesia en la isla, donde la jerarquía eclesiástica se ha convertido en un importante actor social en los últimos años.

“Es de reconocer con alegría que en Cuba se han ido dando pasos para que la Iglesia lleve a cabo su misión insoslayable de expresar pública y abiertamente su fe”, dijo Benedicto. “Sin embargo, es preciso seguir adelante, y deseo animar a las instancias gubernamentales de la nación a reforzar lo ya alcanzado y a avanzar por este camino de genuino servicio al bien común de toda la sociedad cubana”.

“Es de esperar que pronto llegué aquí también el momento de que la Iglesia pueda llevar a los campos del saber los beneficios de la misión que su señor le encomendó y que nunca puede descuidar”, indicó también Joseph Ratzinger, que resaltó el derecho a la libertad religiosa “tanto en su dimensión individual como comunitaria”.

“Cuando la Iglesia pone de relieve este derecho, no está reclamando privilegio alguno”, sostuvo.

La Iglesia católica ha ganado relevancia en Cuba sobre todo tras la llegada al poder de Raúl Castro. El arzobispo de La Habana, cardenal Jaime Ortega, medió en años anteriores para la liberación de más de un centenar de presos políticos. Sectores cercanos a la Iglesia exigen también frecuentemente una mayor participación política que refleje la “pluralidad” de la sociedad cubana.

La Plaza de la Revolución de La Habana se llenó hoy desde tempranas horas de la madrugada para la misa de Benedicto, su último gran acto público antes de dejar esta tarde Cuba. Las autoridades dieron hoy festivo a los trabajadores de las empresas estatales para que puedan asistir al acto.

Altas autoridades del gobierno cubano asistieron también a la misa. Además de Raúl Castro, entre los asistentes estaba el ministro de Exteriores cubano, Bruno Rodríguez. El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, que se trata en la isla del cáncer que padece, no estuvo sin embargo en la plaza.

Antes de emprender el viaje de regreso al Vaticano, el papa tiene previsto un encuentro con Fidel Castro, según anunció en la noche del martes el propio ex presidente cubano.