General liberado por FARC explica secuestro y pide baja militar

Pastor Alape y el general del Ejército de Colombia Rubén Darío Alzate.HAVANA TIMES (dpa) – El general del Ejército de Colombia Rubén Darío Alzate, recientemente liberado por las FARC tras 14 días de secuestro, explicó el lunes las razones por las que se movilizaba de civil y sin su esquema de seguridad en el momento de la retención y pidió al gobierno conceder su retiro del servicio activo.

«Por el amor a nuestra institución militar he solicitado mi retiro del servicio activo», dijo Alzate luego de explicar que buscaba generar confianza en las comunidades de la zona cuando fue sorprendido por miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) el pasado 16 de noviembre.

Desde el Hospital Militar, en donde él y sus dos acompañantes recibieron atención médica tras la liberación este domingo, Alzate detalló que como comandante de la Fuerza de Tarea Titán, que opera en el departamento de Choco (noroeste), decidió desde hace varios meses emprender proyectos de desarrollo social en esa región «olvidada por el Estado».

El general precisó que el día del secuestro llegó vestido de civil y sin escoltas en compañía de un cabo y una abogada al poblado de Las Mercedes, cercano a Quibdó, capital de Chocó, «manejando un bajo perfil» para «fortalecer la confianza de esa comunidad», con la que estaba planeando la construcción de un proyecto energético.

«Luego de un recorrido de 30 minutos (en lancha) caminamos y nos encontramos con cuatro hombres con fusil que nos secuestraron en estado de indefensión, lo que constituye una flagrante violación a los derechos humanos», afirmó el oficial, quien además denunció malos tratos durante el cautiverio por parte de las FARC.

«Fui esposado y amarrado en las noches, nos vimos forzados a realizar marchas de más de ocho horas diarias, además de recibir amenazas de muerte, incluso fui forzado a hacer parte de un show mediático el día de nuestra liberación», agregó Alzate al referirse a unas imágenes divulgadas por las FARC.

La guerrilla publicó una fotografía, al parecer tomada minutos antes de la entrega, en la que se ve al general con alias «Pastor Alape», miembro de la delegación de las FARC en la mesa de negociaciones quien viajó desde La Habana para coordinar la operación que incluyó al Comité Internacional de la Cruz Roja, y delegados de Noruega y Cuba.

Previamente, el jefe de la delegación del gobierno en el proceso que el Ejecutivo celebra desde 2012 en Cuba con las FARC, Humberto de la Calle, consideró que el uso de imágenes por parte de la guerrilla va en contra del «respeto y la dignidad».

«Insistimos en que toda liberación debe ocurrir en un marco de respeto y dignidad y rechazamos enérgicamente cualquier uso por parte de las FARC de imágenes. Eso está por fuera de lo acordado», dijo De la Calle antes de viajar a La Habana para discutir sobre la continuidad del proceso suspendido a raíz del secuestro.

El presidente Juan Manuel Santos, quien tras la liberación pidió a Alzate dar explicaciones sobre cómo fue el secuestro, ordenó a su delegación viajar a la caribeña isla para plantear la necesidad de un desescalamiento del conflicto que demuestre «la voluntad» de las partes sin cambiar la agenda de cinco puntos pactada por las partes al inicio del diálogo.

Por su parte, las FARC han señalado que las delegaciones deben acordar junto con Cuba y Noruega, países que fungen de garantes del proceso de paz, mecanismos que le impidan a alguna de las partes volver a suspender las conversaciones.

El gobierno y las FARC han llegado a acuerdos preliminares en temas como el desarrollo agrario integral, la participación en política de los guerrilleros que se desmovilicen y la lucha contra el narcotráfico, aunque la confrontación en el país no se detiene.