Fallece en Bluefields Sergio León, director de La Costeñísima

Sergio León, director de Radio La Costeñísima, en Bluefields, Región Autónoma de la Costa Caribe Sur. // Foto: Cortesía | La Costeñísima

 

 

El periodista perseguido por el régimen, murió después de casi dos semanas hospitalizado, en la crisis sanitaria

Por Iván Olivares  (Confidencial)

HAVANA TIMES – El periodista Sergio León Corea, director de Radio La Costenísima, fundada en 2001, falleció este domingo 14 de junio en Bluefields, región autónoma del Caribe Sur, a la edad de 52 años. Personas de su círculo cercano indicaron que el periodista y sociólogo presentó síntomas de covid-19 en la última semana de mayo que agravaron sus enfermedades crónicas, siendo ingresado al Hospital ‘Ernesto Sequeira’, de Bluefields, el pasado dos de junio.

Su salud se complicó este sábado 13 de junio por la tarde, y la madrugada del domingo 14 de junio fue intubado, falleciendo horas más tarde.

Recientemente, había recibido una denuncia por injurias y calumnias originada en personas vinculadas el régimen Ortega-Murillo, pero pidió un aplazamiento en la fecha fijada para comparecer ante el juez.

El periodista León y La Costeñísima, lideraron el esfuerzo para informar sobre las protestas del pueblo nicaragüense a partir de la Rebelión de Abril, así como de la violenta represión desatada por el Gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo, en contra de los ciudadanos desarmados en el caribe.

El periodista Carlos Fernando Chamorro, director de Confidencial y Esta Semana, recordó que “la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA, otorgó a Sergio León medidas cautelares para proteger su integridad física, que nunca fueron acatadas por el régimen, lo que no impidió que el periodista, hasta el último aliento de su vida, mantuviera intacto su compromiso con informar la verdad”.

En efecto, durante el 173 periodo de sesiones de la CIDH, efectuada el 25 de septiembre 2019, el comunicador denunció que el Estado nicaragüense no estaba acatando las medidas cautelares dictadas por la Comisión, para protegerlo a él y su familia, ni había investigado las amenazas en su contra.

En ese momento, León denunció “una estrategia para afectar drásticamente a La Costeñísima”, con simpatizantes del partido en el poder, y funcionarios gubernamentales, orientando a sus seguidores que no los escuchen, o prohibiendo sintonizar la radio en las instituciones públicas.

“Las estructuras de barrio y comunales fiscalizan las viviendas en su entorno para saber quiénes escuchan este medio, principalmente su noticiero ‘Tras la Noticia’. La población se ve obligada a escuchar con un volumen mínimo nuestro noticiero para evitar que miembros de las estructuras de gobierno los identifiquen y tomen posteriores represalias en su contra”, relató en ese momento.

El periodista narró “la intimidatoria vigilancia policial constante en las instalaciones de la radio, así como en mi vivienda”, además de la existencia de una ficha policial en la que se le señala de ser “de línea opositora, publicar noticias falsas, crear zozobra y pánico colectivo en la población, además de emitir viñetas subversivas en las que se promueve el caos y la desestabilización”.

Los ataques incluyen intentos por bloquear el sitio web de la emisora, así como pintas intimidatorias en las paredes de la radio, y en las cercanías de su casa.

Ante la noticia de su fallecimiento, el programa radial Onda Local transmitió una videollamada en vivo, en la que los colegas que lo conocieron, lo recordaron como un hombre noble, carismático, valiente, maestro, comprometido, siempre dispuesto a atender a los colegas; un excelente periodista, leal a los principios éticos de su profesión, mientras se multiplicaban los llamados a cuidarse.

Chamorro dijo de Sergio León conocido como Bam Bam, que “fue ante todo un gran ser humano; un periodista símbolo del compromiso con la verdad y la democracia en el Caribe Sur de Nicaragua, y sobre todo, un ejemplo de la resistencia de la prensa independiente ante la persecución de la dictadura, que lo acosó hasta el último momento, cuando Sergio intentaba derribar el cerco de censura en la crisis sanitaria”.

En Bluefields, la emisora que él dirigió, transmitió sus honras fúnebres, en alianza con la red de medios Voces en Libertad, que transcurrieron en medio un día nublado y con llovizna. Un poco más de 3700 personas siguieron el sepelio en línea.

Su féretro, pintado de un impecable color blanco, fue enterrado a las tres de la tarde, cubierto por una bandera azul y blanco, cuyos hermosos colores, fueron los últimos en desaparecer cubiertos por la tierra, mientras poco después, se cantaba el Himno Nacional.

¡Sergio, descansa en paz!