Iglesia de Nuestra Señora La Merced (35 fotos)
Fotorreportaje por Irina Pino
HAVANA TIMES – Si es un visitante foráneo, alguien que está de paso, o simplemente una persona de fe, le invito a conocer la Iglesia de Nuestra Señora de la Merced, ubicada en el número 802, calle Cuba y Merced, en el barrio San Isidro, La Habana Vieja.
Fundada en 1630, es concluida en 1867, gracias al tributo de condes, marqueses y familias pudientes que contribuyeron a su edificación. Actualmente está siendo restaurada.
Es un templo estilo barroco, con tres naves separadas entre sí por enormes arcadas de medio punto. No tiene campanario.
La decoración interior, bóvedas, murales y pinturas, la realizaron importantes artistas plásticos del siglo XIX, entre los que se encuentran Manuel Lorenzo, Esteban Chartran, Didier Petit, y Juan Crossa.
La Virgen de la Merced, es para los cubanos la Virgen de Las Mercedes y Obatalá. Asimismo, es nombrada como la Reina de la Paz y la Señora vestida de sol. La representan con un manto blanco, escapulario, cadenas y grilletes rotos.
Surgió de una de las advocaciones de la Virgen María. En 1218, San Pedro Nolazco tuvo la visión de esta virgen, que lo incitó a crear la orden para redimir a cristianos que sufrían cautiverio.
En la iglesia también puedes observar a otros santos y vírgenes, como Santa Ana, la Virgen de la Caridad del Cobre y San Rafael Arcángel.
Pero hay una figura que reclama la atención de todos, es Santa Flora de Córdoba, la mujer acostada dentro de una urna. Nacida en el siglo IX, esta mártir provenía de una familia que tenía dos credos, su madre era cristiana, y su padre musulmán. Al morir el padre, el hermano obliga a las hermanas a convertirse a su religión, pero Flora, inquebrantable devota de Dios, se resiste, por lo que es perseguida y torturada por no querer renunciar a su creencia.
Durante un tiempo permanece escondida por unos clérigos, hasta que decide entregarse. Un tribunal la juzga por apostasía y finalmente es degollada. Su cabeza la envían a la iglesia de Acisclo (donde se escondió a rezar) y su cuerpo lo lanzan al río Guadalquivir.
Dicen que parte de sus restos y de su sangre fueron traídos en 1863 por P. Gerónimo Viladás, fundador de los Paúles en Cuba.
Hay mucho que ver en este apacible lugar, con mi fotorreportaje les doy una pequeña muestra de la belleza solemne y el recogimiento que se experimenta en el recinto religioso, pero lo ideal es verlo con sus propios ojos.
Este foto reportaje es bien interesante y atractivo, me encantó porque está lleno de historia y Recomiendo a todos que sigan a su escritora ya que tiene muchos otros así de buenos.
Irina en su fotoreportaje nos lleva a conocer lo bello que se esconde dentro de nuestro patrimonio. Independientemente de que esté por restaurar aun así se ve el buen gusto del decorado de nuestras iglesias.