La autoridad reposa en la razón

Fernando Ravsberg

En Cuba es imposible comprar madera legalmente. Foto: Raquel Pérez

HAVANA TIMES, 24 nov. — El periódico oficial Granma lanza un desesperado SOS para salvar los bosques de Cuba de los bandidos que los talan indiscriminadamente. Nos convoca a “evitar que esta reserva natural, enorme y hermosa, termine desapareciendo.”

El problema de algunos periódicos es que a veces nos cuentan la mitad de la historia con la esperanza de que nos traguemos la píldora completa. No siempre surte efecto, la gente no es tonta y los cubanos en particular son muy estudiados.

Por supuesto que todos estamos en contra de las talas indiscriminadas de los bosques, sea en Cuba o en el Amazonas, la diferencia radica en que en Brasil el ciudadano va a una carpintería y adquiere legalmente la madera que necesita.

En cambio aquí no existe ni una sola tienda donde comprar una sencilla tabla para arreglar la mesa del comedor o reponer una viga del techo de la vivienda. De tal forma que la única alternativa que le dejan a la gente es el mercado negro.

Para rematarla, acaban de autorizar el trabajo por cuenta propia de los carpinteros pero a ellos tampoco les venden madera, a pesar de lo cual todos continúan fabricando mecedoras, juegos de sala y hasta dormitorios completos.

La cultura tampoco se queda atrás, quien visite la isla verá la gran cantidad de esculturas realizadas en madera preciosas que se venden a los turistas. Una buena parte de esas obras de arte también nacieron de la tala indiscriminada de los bosques.

Los trabajadores por cuenta propia utilizan en sus producciones madera proveniente del mercado negro. Foto: Raquel Pérez

Es verdad que estos hacheros clandestinos cometen un delito contra el ecosistema pero no es menos cierto que los demás, obligados por la necesidad, somos los receptadores que compran y hacen posible que se cierre el círculo mercantil.

Sin dudas la escasez por falta de recursos es una de las causas principales pero también hay una escasez artificial, creada por la ineficiencia, la negligencia o la corrupción que genera las condiciones idóneas para especular con los productos en cuestión.

Otro aspecto importante del problema son las prohibiciones tontas, en el pasado ellas crearon un ambiente propicio para la “venta por la izquierda” de líneas de teléfonos celulares, computadoras, reservaciones en los hoteles y materiales de construcción.

Y lo cierto es que nada pudieron las multas ni los decomisos, mientras duraron las prohibiciones los trabajadores por cuenta propia se mantuvieron clandestinos y los mercados automotriz e inmobiliario se movieron en la penumbra.

Hoy la bolsa negra ha perdido espacio en todos estos sectores, tiene mucho menos poder y gran parte del dinero que se embolsaban lo recibe el Estado en forma de impuestos. La enseñanza debería ser evidente para todos.

Uno de los aspectos más importantes de las reformas es que abren alternativas legales para que el ciudadano resuelva sus problemas cotidianos. La solución no está en la represión sino en organizar la venta de madera a precios razonables.

Estoy seguro de que entonces la mayoría de los cubanos dejarían de comprarla en el mercado negro y la falta de demanda reduciría las talas ilegales. Así, los ajustes al sistema económico terminarían beneficiando al ecosistema.

Pero en lugar de proponer que se siga “ajustando” el modelo a la vida, al periódico solo se le ocurre perfeccionar “las acciones y medidas” para perseguir la tala porque creen que “de otra forma, las personas seguirán incurriendo en la ilegalidad.”

Gran parte de las esculturas que se venden a los turistas se hacen con madera talada ilegalmente. Foto: Raquel Pérez

Tendrán entonces que meter presos también a los que reciben clandestinamente el servicio de Internet, a los que compran cartas de invitación para emigrar y a los chapistas que siguen trabajando sin que nadie les venda oxígeno y acetileno.

Pueden seguir con los choferes que resuelven repuestos para sus automóviles, los zapateros que compran cuero por la izquierda, los maestros que dan clases particulares, las azafatas y los pilotos que regresan cargados de cosas para vender.

Todos los que vivimos en Cuba nos hemos visto obligados en algún momento a recurrir al mercado negro para “resolver” necesidades. Me pregunto si en el periodico Granma están tan libres de culpas como para andar arrojando piedras a los demás.

Sería más constructivo que releyeran El Principito de Antoine Saint-Exupéry, donde un sabio Rey explica que para poder gobernar “es necesario exigir a cada uno lo que cada uno pueda dar” y agrega que “la autoridad reposa, ante todo, sobre la razón.”

Publicado originalmente por BBC Mundo.

2 thoughts on “La autoridad reposa en la razón

  • Muy interesante el articulo.. goza de toda la razon del mundo.. y la desrazon de pocos(los que ponen las leyes tontas)…

  • me gusto mucho tu articulo.

    creo que lo mejor de autorizar la tala no es la de eliminar las talas ilegales, pues al final sea la tala legal o ilegal seguirá dañando al medio ambiente. Sino que permite conveniar de manera abierta con los mismos que talan y hasta exigirle que por cada arbol que talan planten uno nuevo.

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