William, un anciano cubano incansable

Por Miguel Arias Sánchez

Ahora es mensajero del gas, tiene 10 clientes

HAVANA TIMES – William Mulet García tiene 79 años, cualquiera podría pensar que pasa sus días sentado, viendo televisión y descansando, pero William pertenece a una generación que no puede estar de brazos cruzados.

HT: ¿Dónde vives, qué estudiaste?

William Mulet García: Soy de San Miguel del Padrón, en la Habana, solo llegué hasta sexto grado, dejé los estudios y no entré más en un aula. Pero nunca he sido un vago, desde pequeño me gustaba trabajar y me fijaba en lo que hacían otros, así fui aprendiendo a hacer de todo. Tampoco podía darme el lujo de ir a una escuela, en aquel entonces era como perder el tiempo, necesitaba dinero para sobrevivir, para ayudar a mi familia.

HT: ¿Qué tipo de trabajos aprendiste? ¿Los sigues haciendo ahora?

WMG: He hecho de todo en mi vida, por muy duro que haya sido. Aprendí plomería, albañilería y carpintería. Además de otras cosas útiles como boberías de electricidad básica, etc. En una casa sé hacer de todo, y bien. Ahí también incluyo cocinar, limpiar, etc. Trabajé para el Estado muchos años como albañil, y ahora lo hago por mi cuenta, donde me llaman ahí estoy. Hay un dicho muy bueno de antes: lo que bien se aprende no se olvida, y no hace falta ir a una escuela para eso.

William trabajando con un fregadero.

HT: ¿Tu edad no te limita? Has mencionado trabajos fuertes, que requieren ejercicio físico, ¿no te perjudica la salud?

WMG: Para nada, al contrario, yo lo mismo cargo un bloque que instalo un fregadero. Ahora también soy mensajero, tengo diez clientes a los que les compro el gas, y subo las balitas de 20 kg a un primer piso o a un quinto. A mí nada me frena. Siempre he sido un hombre de faena y el cuerpo se acostumbra al ritmo que tú le pongas, en mi caso es bastante duro, y me siento bien con eso.

HT: En Cuba hay muchas personas envejecidas que no pueden vivir de la pensión. ¿Vives solo?

WMG: Si, mi esposa falleció hace años, tuvimos tres hijos: una hembra que también falleció y dos varones. Nos visitamos y conversamos, pero cada uno vive independiente y tiene su familia, la vida está muy difícil. Así que, aunque me ayuden, yo tengo que seguir en lo mío; la pensión es poca por eso no puedo descansar. Cuando las personas envejecen se recuestan un poco de los hijos, yo no quiero ser una carga, mientras pueda ser útil seguiré luchando.

HT: Siempre usas pantalón verde olivo, ¿fuiste militar?

WMG: No, al principio de la revolución fui miliciano y estuve en el ejército, querían que jurara 25 años pero no lo hice. Si te soy sincero lo pensé por el sueldo y otras ventajas, pero no me gusta que me den órdenes, quiero ser mi propio jefe, decidir mis pasos. Yo reconozco lo bueno que hizo la revolución, la gente de mi edad lo sabe; y también critico lo que me parece incorrecto, no soy ciego. A mí lo que siempre me ha interesado es ser un hombre de bien. Mi padre me repetía: no te metas en política, eso es lo más sucio que hay, y todos los que van a ella es para tener posición y vivir bien. Y eso lo he comprobado con los años.

William Mulet García

HT: Entonces, ¿cuál es tu política?

WMG: Ya te dije: trabajar, trabajar y trabajar, tener 20 pesos en la cartera, no depender de nadie y vivir honradamente. Yo veo hoy en día a la gente sentada en las casas, o parada en las esquinas, estafando al otro, mintiendo para buscarse los kilos. No, eso no está bien. Conozco jóvenes que se esfuerzan y obtienen su sustento con el sudor de su frente, pero hay muchos que no tienen ese espíritu. Es como si hubieran crecido creyendo que se lo merecen todo, no sé.

HT: ¿Algún consejo a esos jóvenes de hoy?

WMG: Claro, que estudien lo más que puedan, pues se sufre mucho cuando te das cuenta de que te vas quedando atrás, que la gente a tu alrededor avanza y tú sigues en lo mismo, estancado. Y si, como me pasó a mí, no les gusta estudiar, no importa, pueden ser buenos trabajadores, gente de esfuerzo y sacrificio, que sean útiles a la sociedad y a sí mismos. Eso da una recompensa muy grande. Así puedes educar mejor a tus hijos, ser ejemplo para la gente que te rodea. Yo no tengo lujos pero vivo con orgullo.

One thought on “William, un anciano cubano incansable

  • Es una generación con respeto al trabajo al esfuerzo, no sentían vergüenza por ser trabajadores, hoy es muy diferente muchos piensan en el invento, como robar así sea un trabajo particular, te roban en tu misma cara hay una mala formación y costumbres muy nocivas y difícil de cambiar, en cualquier lugar te están robando en tu cara, extrañaremos cuando no esté el ultimo de esa generación

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