Sachi habla sobre ‘Cuba Sentimental’

Irina Echarry

Sachi

HAVANA TIMES, 5 mayo — Una de las cosas que más disfruté en la Oncena Muestra Internacional de Cine Joven fue conocer a Sachi. Ya Erasmo escribió sobre Cuba Sentimental, el documental realizado por ella. Y aquí está la entrevista prometida.

HT: ¿Cómo se te ocurrió el documental?

Sachi: Yo tenía un contrato de trabajo que vencía en cinco meses. Si hacía una propuesta de investigación podía recibir pago por tres años más, aunque no era totalmente seguro.

En ese momento estaba escribiendo la tesis de doctorado, dando clases por primera vez en mi vida y editando un libro, o sea estaba en candela… no podía pensar en futuro, solo en el ahora. Como no tenía muchas ganas de hacerla decidí poner lo que quería, no algo académico.

Quería ver a los amigos que hice en Cuba y que ya vivían en otros países. Entonces creé la propuesta de seguir a esa gente para ver cómo ha cambiado su idea sobre el extranjero y sobre Cuba. Filmar era secundario; lo principal era hacer preguntas, hacer una investigación. Aceptaron, como en ese momento no tenía trabajo fijo y el dinero lo dan a través de una institución, tuve que buscar un lugar al cual pertenecer, hasta que al fin pude tener un puesto, sin salario, pero tenía el dinero para comenzar.

HT: ¿Entonces inicialmente era una investigación para un doctorado?

Sachi: No, ya estaba doctorada aunque sin trabajo.

HT: Tú fuiste a ver a los amigos y de ahí salió el audiovisual.  ¿Además del documental salió algo mas, es decir un trabajo investigativo académico?

Sachi: Bueno yo escribí algunas cosas, no sobre lo que investigué sino analizando teoría de antropología visual para fundamentar el trabajo porque no quería que fuera solo filmación y ya. Quería que tuviera un sentido antropológico.

HT: ¿Y lo aceptaron como trabajo académico?

Sachi: Hasta ahora lo han puesto en la muestra de las obras audiovisuales en la reunión anual de antropología cultural en Japón.

Primero me eligieron para la Muestra del Festival Internacional de Filmes Etnográficos en Quebec, un festival organizado por estudiantes de post grado y maestría de Montreal, Canadá. Este mayo lo van a poner en el Festival Internacional de Filmes Etnográficos, en Guttingen, Alemania, que es mucho más reconocido y el jurado es gente bastante conocida en el mundo de la antropología.

HT: Ya que mencionas los festivales ¿puedes hablar de los premios que has obtenido?

Sachi: Primero en Yufuin gané el premio Matsukawa, nombre de la persona que fundó el festival. Tres críticos me dieron premio especial y luego me incluyeron en el Festival Internacional de Documental de Yamagata como parte de una muestra de cine cubano  donde exhibieron cosas de Santiago Alvarez, Nicolas Guillén Landrian, Sara Gómez y Fernando Pérez.

Arreglé todo para que Fernando Pérez pudiera ver mi documental, por suerte le gustó y me propuso traerlo a la Muestra de Cine Joven. Sólo me hizo dos preguntas: si iba a seguir haciendo cine y si tenía copias para mandar para acá. Mandé la copia subtitulada al español y fue aprobado por el comité de selección.

HT: Una salita pequeña fue el espacio que te dieron en la Muestra para proyectar la película ¿cómo reaccionó el público?

Sachi: Había poca gente pero bien para el tamaño del lugar. Creo que a muchos cubanos no les interesa algo que tiene Cuba en el título, quieren ver algo nuevo. A lo mejor el título no es tan bueno, no sé cómo les suena.

Alguna gente me dijo que es muy bello. Una crítica en Japón que me dio premio me dijo: “podrías pensar en cambiar el título, yo no quería verlo, pensé que era algo sentimental, romántico y cuando empezó vi que es otra cosa.”

HT: ¿Y vas a cambiarlo?

Sachi: No. El título lo tenía decidido antes, recuerdo cuando se me ocurrió. En el funeral de la abuela de una de las amigas, estábamos muy sentimentales porque nos dolía la muerte de la abuela y por otras cosas que ocurren alrededor de la vida.

El papa de mi amiga vivía en Canadá y hasta los tramites de la Cruz Roja fueron infructuosos porque él no tenía lazos sanguíneos con la señora (era la esposa del padre). Entonces no solo era que no pudieras resolver el diario, sino todas esas cosas que dolían tanto. Ya en la funeraria hablaron sobre salir del país.

HT: Entonces ¿cuándo te pusiste a convivir con los muchachos no tenías idea de hacer el documental?

Sachi: No, no estudié antropología visual con ese fin ni he estudiado filmación, soy autodidacta. La idea vino porque en Cuba pudimos ver muchas películas juntas y después pasábamos horas debatiendo sobre ellas. Eso en Japón no sucede, la gente va al cine sola o en pareja, después del intenso trabajo nadie está para ver documentales fulas, prefieren películas de Hollywood para relajar.

Pero aquí, como en la televisión no se refleja mucho la realidad, la gente trata de sacar eso en películas, es donde se ven más cosas basadas en hecho reales. Además de lo que se hace en el extranjero que también se consigue, se ve; y luego conversar sobre todo eso es muy rico y me ayudó mucho a entender qué piensa la gente de su sociedad. Mas que preguntar qué te parece esto y lo otro, mirar una película que concentra ideas, problemas, sentimientos y después hablar sobre eso.

HT: ¿Y cuál fue tu impresión cuando te alquilaste en la casa de los muchachos? ¿Qué te pareció esa pandilla de la que luego te hiciste tan amiga?

Sachi: Ellos me dejaron vivir ahí sin pagar, a riesgo de tener algún problema porque eso era ilegal, pero no querían que yo siguiera dejando dinero en casas de alquiler. Cuando encontré a ese grupo de gente sentí que me trataban como persona, que se podía conversar, se podía ir mas allá de  “¿Te gusta Cuba?,” “¿Quieres regalarme algo?,” y otras preguntas tontas que ya no tenía que responder; y eso fue bueno.

HT: ¿Pero sin perder la visión de antropóloga?

Sachi: Sí, seguía haciendo entrevistas a la gente que conocía a través de otras amistades. En ese momento era sobre amor y migración. Me interesaba el asunto de pareja porque es tan diferente con Japón, aunque eso realmente se quedó en un capítulo pequeño de mi tesis de doctorado.

HT: Esto se desvía un poco del tema: ¿por qué es tan diferente el asunto de pareja en Cuba y en Japón?

Sachi: Puede ser por cultura, pero también puede ser por la revolución. Según los cuentos que me hacen las personas mayores la revolución ha cambiado mucho el concepto de amor o cómo debe vivirse el amor. Antes del 59 no se sabía nada de educación sexual, algunas mujeres me dijeron que la primera vez que tuvieron menstruación no sabían lo que era. La cuestión del noviazgo era más rígida que ahora.

En Japón todavía es mal visto el divorcio, pero tampoco se ve bien estar soltera por mucho tiempo. Lo mejor es casarse a una edad determinada y tener hijos para evitar la presión de los padres y de la sociedad en general. Es algo que nos marca muchísimo a las mujeres porque ya muy pocas piensan que ser ama de casa es lo máximo, sin embargo el sistema está basado en el siguiente modelo: el hombre es quien lleva la mayor cantidad de dinero a casa y la mujer solo ayuda.

La licencia de maternidad es obligatoria los primeros dos meses, luego la mujer elige si la extiende o no; si elige continuar la licencia no cobraría su salario completo, solo la mitad. Si trabajas en negocios y pides licencia por mucho tiempo, cuando regreses te darán una plaza menor de la que tenías. O sea esa visión de que una mujer se casa y tiene hijos pero también es capaz en el mundo profesional es muy difícil. Por eso es común que las japonesas se muestren sumisas, ingenuas, cuiden bastante su apariencia y no se metan mucho en el trabajo.

HT: Volviendo al documental. ¿Los muchachos tienen pensado volver reunirse y convivir?

Sachi: Yo escuché que se reunirían en algún momento. Por ejemplo uno de ellos propuso encontrarse cada año que se celebren Olimpiadas en el país sede. Pero eso es un sueño de cuando vivían en Cuba, ahora todos están ocupados en la crianza de los hijos y en invitar a sus padres. Aunque algunos sí tienen esa idea de que es mejor que los amigos vivan juntos.

HT: ¿Qué es lo próximo que tienes pensado hacer?

Sachi: Mucha gente que vio el documental me pregunta si no tiene segunda parte, quieren saber más sobre los personajes y a mí me parece lindo si puedo seguir los cambios de vida que ellos han experimentado. También me interesa sacar algo sobre cómo viajó este documental, cómo ha sido recibido en varias partes del mundo: Holanda, Canadá, Alemania, Japón.  Hacer algo reflexivo sobre la aceptación del documental no solo por los espectadores sino por los mismos protagonistas.

 

One thought on “Sachi habla sobre ‘Cuba Sentimental’

  • Hola, Irina:
    ¡Qué bien que nos hayas presentado a Sachi! ¿Realmente habla con tantos cubanismos? Bueno, ¿cómo se puede ver su documental?

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