CUP Y CUC vs USD
Por Safie M. González
HAVANA TIMES – Si de algo no se podía hablar en Cuba cuando yo era una niña, era del dólar. Solo los extranjeros podían comprar con esa moneda. Y si alguien era atrapado con billetes verdes iba preso.
Poco después, en el año 1993, el dólar fue despenalizado, y finalmente, el cubano que tenía familia en el exterior pudo recibir ayuda económica.
Luego llegó el CUC, (Peso Cubano Convertible) que no es más que, otra moneda oficial en nuestro país. Fue entonces que comenzaron a circular las 3 monedas, CUP, CUC Y USD. El Estado abrió nuevas tiendas, en las cuales solo se podía pagar con CUC Y USD.
Tiempo después, poco a poco, el CUC fue sustituyendo al dólar estadounidense, y este último, finalmente dejó de circular.
Hasta hace muy poco tiempo, apenas unos pocos años, en los mercados o tiendas en CUC solo se podía comprar con esta moneda, pero, hoy en día ya se puede pagar con ambas, o sea, si usted va a comprar una botella de aceite de comer, que cuesta 1.95 CUC, puede pagarlo en esa moneda o su equivalente en CUP, que serían, en el caso del propio aceite, 50 CUP.
Todo marchaba relativamente bien, pues, al menos, la mayoría de la población podía comprar mercancía en alguna de esas dos monedas, pero, llegó la pandemia y sus catastróficas consecuencias.
Sucede que, como estrategia para recuperarse económicamente, el Gobierno decide incorporar una vez más el dólar, pero ¿de dónde sale el dólar estadounidense? ¿quiénes lo tienen?
Resulta que hace unos meses atrás se habilitaron en Cuba unas tarjetas, en las cuales el familiar en el extranjero (el que tenga) puede depositar en ellas la divisa, y con dichas tarjetas se podía y se puede comprar efectos electrodomésticos en determinadas tiendas.
Ahora bien, en esta etapa posCOVID, cuando obviamente necesitamos “como país”, recuperarnos, el Gobierno abrió 72 tiendas, de las 4 mil existentes en la Isla, con paga exclusiva en MLC (Moneda Libremente Convertible, por no decir dólares).
Muchas han sido las inconformidades, las protestas, pues, primero: a ningún trabajador cubano se le paga en dólares, y segundo: no todos los cubanos tienen familia en el exterior que puedan ayudarles a comprar los artículos tan necesarios.
Si todas las tiendas estuviesen abastecidas, estoy segura que no habría tantas quejas e inconformidades, pero no es el caso, porque mientras los mercados en CUC y CUP están vacíos, ahora estos nuevos están repletos. ¿Conclusiones? Pues que la balanza se sigue inclinando, y no precisamente a favor de los más necesitados.
Y no todos los que están en el exterior están dispuestos a pagar 23 dólares el kg de carne congelada, sin contar los que jamás se han olvidado del maltrato del régimen contra ellos, con el pasaporte más caro del mundo, la discriminación que sufren en su propio país, los insultos y epítetos lanzados a toda una comunidad. Ya la gente buscará la manera de seguir ayudando a la familia de otra manera.
No sé qué están pensando los que han tomado estas nuevas decisiones, lo que sí sé que cada día nos alejamos de ser seres humanos de que nos traten por igual, con respeto, porque no funcionamos como el resto del mundo
Copio:
Si de algo no se podía hablar en Cuba cuando yo era una niña, era del dólar. Solo los extranjeros podían comprar con esa moneda. Y si alguien era atrapado con billetes verdes iba preso.
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Mucho ha llovido desde que Ruperto salió del coma.