Agua de mayo
Rosa Martínez
HAVANA TIMES – Como todo país, nuestra Isla amada es una tierra de muchas tradiciones y creencias, algunas más conocidas que otras, unas más seguidas, pero todas con su historia.
Existe un credo común, por lo menos aquí en el Oriente, que dice que todas las personas -grandes y chicos- deben beber del primer aguacero que caiga en mayo, el mes más lluvioso de Cuba, de lo contrario quienes no lo hagan padecerán de cólicos terribles o diarreas.
Con los adelantos científicos y la sabiduría de que hervir el agua para beber y lavarse las manos constantemente son las medidas más importantes para mantener la higiene del ser humano, no son pocos los que ya no creen en esta tradición.
También dicen algunos especialistas de la Salud que la verdadera razón por la que tantas personas padezcan de enfermedades gastrointestinales en esta etapa es precisamente por los abundantes aguaceros que caen durante este periodo, lo que provoca que muchas bacterias y microorganismos sean arrastrados por las aguas hacia los ríos y embalses o permanezcan en verduras, vegetales y frutas.
Aunque ambas explicaciones tienen fundamento científico y en esta etapa de constantes precipitaciones las personas deben extremar las medidas higiénicas para evitar las insoportables molestias estomacales, la mayoría no dejamos de poner alguna cazuela para recoger algunas gotas del primer aguacero del quinto mes del año.
Como dice una vecina, si no me hace bien tampoco me hará mal. Yo lo hice, como decía mi abuelita materna, por si acaso…
Los mangos no se pueden comer sin riesgo de daño hasta que les caen los aguaceros de mayo.