Un asesinato más a la vista del mundo
Por Pedro Pablo Morejón
HAVANA TIMES – La semana transcurrió pesada, triste, al menos para mí. Varios muertos, entre ellos una pequeñita de dos años, cuya imagen no me lograba sacar de la cabeza. No sé por qué la asociaba con mi hija cuando tenía esa edad. No me atrevía a imaginar siquiera el dolor de su madre.
Alguien en Miami venía por su familia. La lancha se encontraba equipada con todo lo necesario para el viaje: agua, combustible, salvavidas…la posibilidad de un sueño compartido, de reunirse y abrazar el futuro.
Pero todo se habría de convertir en una horrible pesadilla por la orden y acción de unos miserables.
Lo que sucedió estaba fuera de los planes, el riesgo solo fue contemplado en ser detenidos por estos o por guardacostas americanos, nunca se imaginaron el asesinato. No tenía sentido.
Los testimonios de los sobrevivientes no tardaron en aparecer y todos coinciden en la manera alevosa y criminal con que procedieron los guardafronteras cubanos.
«Lo que hicieron con nosotros fue un asesinato. Nos tiraron a matar, no hubo compasión con nada» –declaró una de las mujeres.
Dijo, además, que fueron atacados a solo 200 metros de la costa. Una voz gritó: ”los vamos a partir al medio”; y así sucedió. Les pasaron por encima partiendo en dos la embarcación. Ninguna de las mujeres sabía nadar y a dos de ellas las golpeó la propela del barco. Pedían ayuda pero la respuesta de los asesinos directos solo fue: “ahóguense”.
La mamá de la niña fallecida también ofreció su testimonio: «nos montamos en la lancha y, cuando salimos, él disminuyó la velocidad porque se vio cerrado por todos lados, porque venía otra lancha. Cuando les pasamos por al lado, él (el oficial de guardafronteras) dijo: ‘Ahora los voy a partir al medio’, y después nos embistió y la partió al medio”.
El resto de sobrevivientes coinciden en sus declaraciones dadas a medios independientes y extranjeros, testimonios que circulan en las redes a pesar del acoso y las amenazas que han sufrido por parte de las autoridades cubanas. El gobierno, para intentar ocultar una verdad cada vez más evidente alegan, a través de sus medios, que se trataba de una operación de tráfico de personas en la que una lancha se había hundido al norte de Bahía Honda tras colisionar con una unidad de tropas guardafronteras.
Y como siempre culparon de un modo cínico al gobierno de Estados Unidos por «la política hostil y cruel que estimula las salidas ilegales.
Venía este viernes rumbo a mi casa. A mi lado, en silencio viajaban tres hombres, todos desconocidos. Al observar los campos con sus casas de curar tabaco desplomadas uno expresó:
-Este año no habrá tabaco para nadie y la caja de cigarros se va a poner por las nubes.
Otro comentó y otro y al momento todos nos conocíamos o al menos conversábamos como si fuéramos amigos de los años, los temas fueron rodando hasta que caímos en el suceso de Bahía Honda.
Alguien dijo, como quien no quiere decir, que aquello no parecía un accidente. Otro, como quien tampoco quiere decir, le sugirió que investigara, y yo, sin disimular mi rabia, para ahorrarle la diligencia, zanjé: “fue intencional, una masacre”.
Los tres coincidieron. El pueblo sabe que fue un asesinato más a la vista del mundo. Tristemente impune, como tantos otros.
Un vil asesinato, premeditado como lo fué también lo del remolcador 13 de marzo y como lo es con el joven asesinado en el condado y como tantos más dónde los policías son las víctimas, hasta cuándo hay que soportar tanta impunidad.PATRIA VIDA Y LIBERTAD PARA EL PUEBLO CUBANO..