Los efectos de la burocracia
Mercedes González Amade
HAVANA TIMES — Gracias a Havana Times he podido conocer personas maravillosas y muy humanas; por la forma en que estamos viviendo pensé que gente así ya no existía.
He contado en este espacio algunos pasajes de mi vida, la vida difícil de una mujer discapacitada, pero no para que me tomen lástima o me regalen nada. Sin embargo, personas de buen corazón se han conmovido y me han brindado ayuda, a mí particularmente y a otros con una situación semejante a la mía.
Pero muchas veces esa ayuda, sobre todo si viene a través de donaciones, no llega. La burocracia, cuya función debiera ser facilitar estas cuestiones, las entorpece. Ha llegado a impedir, por ejemplo, que unos medios de locomoción (sillas de ruedas) lleguen a quienes los necesita.
A menudo nos sucede que mandan una donación que se demora demasiado en llegar, nadie sabe por qué, y nosotros sin saber, sin nadie que pudiera informarnos dónde se ha trancado el dominó.
Los que donan, por supuesto se desesperan viendo que a pesar de todo el dinero invertido y los esfuerzos que hacen, sus artículos se pierden o tardan infinitamente en llegar a su destinatario. Hemos cultivado una paciencia de chino.
Aprovecho aquí para agradecer a todos los que intentan ayudarnos.
Que bueno que sepas Mercedes, de que si existen personas con voluntad de ayudar. Sólo se oyen las quejas del daño que ha causado «el bloqueo» a los cubanos de a pie, si embargo nunca se habla de la infinidad de donaciones que a Cuba se manda y que el gobierno no las reparte, las vende , y aún mas triste en moneda dura imposibilitando a que personas necesitadas y sin recursos las puedan adquirir. Como ves, tu gobierno no solo deja de suministrar estas necesidades, sino que impide a que lleguen a uds aun siendo regaladas.
Otro «misterio» cubano, porque mira que hay gente de buena voluntad queriendo hacer donaciones. Pero la montaña de trabas le disminuye el ímpetu a cualquiera.
No se trata solo de trabas burocráticas y demoras, gran parte de las donaciones el Estado simplemente se las roba y las vende en CUC sin siquiera molestarse en quitarle las etiquetas que señalan que son donaciones, o sea, para entregar gratuitamente. La voracidad del generalato gobernante es infinita y su falta de escrúpulos total.
¡Gracias Fidel!