Pastor continúa ocupando templo cubano
Isbel Díaz Torres
HAVANA TIMES, 30 ene — El pastor que en agosto pasado se recluyó junto a otras 60 personas en la Iglesia La Fuente Viva, de Infanta entre Santa Marta y Manglar, aún permanece en ese templo habanero, que es también su casa.
Después del tan sonado caso, con más de 300 efectivos de la policía acordonando la cuadra, notas en la prensa internacional, comentarios en los blogs, una nota oficial en el periódico Granma, y un comunicado de instituciones religiosas de la isla, nada volvió a saberse.
Braulio Herrera Tito, quien fuera pastor del más importante templo pentecostal habanero, había recibido la orden de las autoridades eclesiásticas de retirarse del local desde mucho antes de estos sucesos.
De hecho, su denominación religiosa lo separó como pastor desde mayo de 2010, por “razones de índole interna,” según una nota de Granma, que nunca pierde la oportunidad para exponer su lenguaje críptico, y promover el secretismo como baluarte esencial.
Las “razones de índole interna” parecen ser muy simples. Según me comenta extraoficialemnte una amiga que asiste a un culto protestante cercano al lugar, el pastor quería conservar su casa, y no rotarla, como es la práctica habitual dentro de este tipo de denominación religiosa llamada Asamblea de Dios.
Esa situación, mezclada con una particular cosmovisión de Herrera Tito sobre la religiosidad, los hizo planificar aquel retiro, que no tuvo nada que ver con la referida denominación eclesial, según declaró William Herrera Pereira, hijo mayor del pastor que también permaneció recluido a voluntad.
En realidad, ellos no se consideran ninguna denominación en particular, lo cual explica la postura del Consejo de Iglesias de Cuba, el Centro Memorial Martin Luther King Jr., el Centro Ecuménico Augusto Coto y el Seminario Evangélico de Teología de Matanzas, que desaprobaron la iniciativa del religioso.
La acción en sí, más que un retiro ritual, ellos la consideran “una estricta obediencia a Dios,” aclaró en aquel entonces el hijo del pastor en conversación telefónica con el artista y bloguero disidente Orlando Luis Pardo.
Afortunadamente, los finales apocalípticos y los tsunamis que se abalanzarían sobre la isla solo fueron parte de los rumores folclóricos de la calle, y nunca estuvieron entre las razones que movían a aquellas personas, ni al pastor líder.
A instancias de los familiares de los recluidos, estos fueron saliendo hasta abandonar el retiro. No obstante, los cultos en el templo de Centro Habana se mantienen, y cerca de cincuenta personas asisten sistemáticamente al llamado de Braulio Herrera Tito.