Todos llevamos un viejo encima

Por Irina Pino

Angustia. Foto: Juan Suárez

HAVANA TIMES – Llegar a viejos solos es la peor soledad. También hay ancianos que a pesar de estar rodeados de familiares se sienten excluidos, los jóvenes se apartan de ellos o los ignoran; en la casa, su opinión no cuenta, o es al último que se le pide su criterio. Los dejan en su universo pletórico de recuerdos, donde viven aquella vida que se fue.

He visto casos muy tristes, que los hijos se han marchado y no se comunican con ellos, no les brindan ayuda alguna y, sobre todo, ningún apoyo espiritual. Se arrinconan entonces y mueren.

Conocí a uno que era cuidador de autos, tenía ochenta años y trabajaba por unos pesos; un día se murió y no lo vi más en el parqueo. En la calle también se ve mucha gente de más de setenta años vendiendo mercancía, sentados en los muros, en las aceras, por muchas horas. Muchos piden limosnas, otros son homeless. Eso da pena.

En el consultorio médico observo a algunos solicitando recetas para sus dolores. Y cuando dan la espalda se les critica: “! Estos viejos quieren tener un botiquín de medicinas, como joden!”.

Existen familias despiadadas que los usan para hacer mandados, para recoger a los niños en la escuela, cierta vez vi a una señora bien mayor cargando a un bebé por la calle. Ella podía caerse y arrastrar a la criatura consigo…

Evidentemente, no todos son tristes o vapuleados, muchos están en sus plenas facultades mentales, se ejercitan, salen con amigos, se reúnen y hacen actividades. Sin embargo, la mayoría de nuestros asilos dejan mucho que desear, y cuando ellos ingresan se mueren al poco tiempo.  A un amigo mio le costó mucho trabajo poner a su mamá en uno con buenas condiciones, se necesita tener palanca o dinero.

Se han creado cosas buenas para ellos: el proyecto 23 implica tener derecho a visitar diversas salas de cine de la capital, abonando una cuota económica para ver películas todo el año. Esa idea es buena.

Están las Casas de los abuelos, donde las familias que trabajan los dejan todo el día y los recogen por la tarde. Allí tienen atención médica garantizada, actividades y alimentos.

No obstante, los mayores necesitan una mejor remuneración, las jubilaciones son bajísimas y apenas cubren sus necesidades. A mi madre, después que mi padre murió, le ofrecieron acogerse a la jubilación de él, que no llega ni a los 300 CUP, pero tenía que renunciar, obligatoriamente, a la suya.

¿Por qué no se permite tener dos chequeras, si ella trabajó durante años y es su derecho? ¿Adónde va a parar su dinero?

Esto no quiere decir que todas las jubilaciones en otros países sean suficientes. Mi hermano tiene un amigo español que recibe 1000 euros al mes que no les alcanza para la renta y lo demás, por lo que decidió residir en Cuba. Aquí es un rey, hasta consigue chicas…

En muchos países desarrollados los jubilados hacen turismo, tienen oportunidades. A veces me encuentro por La Habana Vieja grupos de turistas de la tercera edad que van muy felices y realizados. Y pienso: quisiera llegar a esa edad de esa manera…

La ayuda de familiares emigrados cuenta para los ancianos que permanecen en el país. Mientras que otros gozan del apoyo de sus allegados en la Isla. Los que están más solos que los perros callejeros deben sobrevivir como sea, vender lo que consigan, lo que aparezca.

En diversas culturas se reverencia a la vejez, es sinónimo de sabiduría y respeto. Debemos aprender a convivir con los ancianos, a darles un lugar importante en nuestras vidas, brindarles amor, gestos de cariño, comprarles lo que ellos necesiten, mimarlos…, porque al final, nosotros, también vamos a convertirnos en viejos.

Irina Pino

Irina Pino: Nací en medio de carencias, en aquellos años sesenta que marcaron tantas pautas en el mundo. Aunque vivo actualmente en Miramar, extraño el centro de la ciudad, con sus cines y teatros, y la atmósfera bohemia de la Habana Vieja, por donde suelo caminar a menudo. Escribir es lo esencial en mi vida, ya sea poesía, narrativa o artículos, una comunión de ideas que me identifica. Con mi familia y mis amigos, obtengo mi parte de felicidad.

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7 thoughts on “Todos llevamos un viejo encima

  • El tema de la vejez en Cuba es algo lastimoso, que puedo constatar cada vez que voy de visita. Paso por las calles y los veo vendiendo casi cualquier cosa (cigarros, jabitas, café,etc) sentados en los quicios , muchísimas veces mal vestidos y peor calzados, pero lo más difícil es observarles la mirada, mezcla de desamparo, ansiedad y desilución. Cualquiera podrá aquí decirme que en muchos países los ancianos están igual o peor (que es la excusa recurrente para demostrar que no estamos tan jodidos); pero, hay una pequeña (o abismal) diferencia entre nuestros ancianos y los demás, los nuestros hace muchos, muchísimos años fueron los que se iban permanentes a las zafras, donaban sangre, se iban a pelear a otras latitudes en lugares que hasta se les enredaba la lengua para pronunciar sus nombres; ellos alfabetizaron, ellos marcharon, ellos corearon consignas, y. lo más importante, ellos creyeron en cuanto les dijeron de como sería el futuro (que nunca llegó). Ahora, que ya no son más útiles, se les tira como se hace con un vaso desechable luego de beber su contenido. Irina, me ha gustado mucho tu post; además de ser “tremenda locota” (como siempre te digo) tienes un inmenso corazón. Un beso para ti y muchas gracias por tocar este tema tan sensible.

  • Irina aqui en los estados unidos tambien un matrimonio de jublilados con dos pensiones uno muere el que se queda vivo se queda con la pension grande la otra se va con el muerto.

  • Copio:

    Mi hermano tiene un amigo español que recibe 1000 euros al mes que no les alcanza para la renta y lo demás, por lo que decidió residir en Cuba. Aquí es un rey, hasta consigue chicas…

    ——-
    Irina me esta retratando, solo pon,en lugar de espanol. de EE UU y el lugar de residencia; Ecuador

  • Gracias por sus comentarios y comprensión, saludos cordiales

  • Copi de “Ndo de Viboras::

    Un anciano no existe mas que por lo que posee. En cuanto deja de tener cosas, se le da de lado. No nos queda mas remedio que elegir entre la casa de retiro o el asilo. Si, tengo miedo de empobrecerme.

  • Lo triste es que esos “viejos” dieron su vida por una revolcuión que resultó ser un fraude y que ahora les paga una pensión miserable, sin embargo, los militares con 25 años de servicio se jubilan con el 100% de su salario, y ninguno ha aportado nada a la economía del país, todo lo contrario. Conozco un caso de un militar que con 45 años se ha jubilado con todo su salario y toda la vida estuvo detrás de un buró. Ahora se va a una corporación a seguir chupando de la teta. Así es como funciona un país militarizado.

  • aL vejez es dificil en todas partes. Mas alla del Primer Mundo, ningun pais tien presupuestos para ayudar a ls viejos, pero en Cuba es peor, porque refleja al pobreza de la infraestructura que afea a toda la poblacion,pero mas a los viejos, que no tiene modo de “resolver” ni de “conseguir”.

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