Salidas caras: un hueco en el bolsillo

Por Irina Pino

HAVANA TIMES – Les cuento que para salir en estos momentos hay que tener un buen rollo de dinero, pues cualquier cosa que consumas en una cafetería o restaurante, te hará un hueco en la billetera.

A mí entender, el ordenamiento monetario (las reformas del enero 2021) es lo peor que le ha pasado al país. Yo lo llamo “Mal ordenamiento”, porque todos los sectores privados y estatales han subido los precios, como si todo el mundo tuviera un salario respetable.

Después de tanto encierro por la situación sanitaria, y como han empezado a dar servicio muchos sitios, quería dar una vuelta por La Habana vieja y embullé a una amiga para ir juntas.

Llegamos rápido, pues íbamos bordeando el malecón habanero en su moto eléctrica.  Enseguida buscamos un parqueo para que dejara su vehículo. Casi todos estos sitios donde cuidan autos y motos son antiguas edificaciones en ruinas. Dejar la moto por varias horas le costó a mi amiga 50 pesos (2 USD).

Un cliente en la Casa del Chocolate de La Habana Vieja.

Primero nos decidimos por La Casa del chocolate, donde antaño preparaban un buen chocolate, con canela y nuez moscada, ahora solo es frio o el caliente, y por supuesto, prescinden del bombón y la galletica que acompañaba a la taza. Ni siquiera tienen tostadas, un simple pedazo de pan.

El lugar ha cambiado, son pocas mesas en el salón principal y tienen sillas amontonadas en una pared, pero al menos sigue con aire acondicionado. Sentarse en el jardín es más alegre, con sus mesas al aire libre y sus canteros llenos de plantas.

Afuera venden churros por 20 pesos, que la gente compra para consumir con el chocolate. La taza cuesta 25 pesos, antes era 0.50 CUC (la mitad).

Nos atendió un hombre vestido de blanco, que no es camarero, al cual le comenté sobre cómo ha disminuido la calidad del chocolate, ahora medio aguado. El respondió de mala manera que no es su culpa, además, están cortos de personal.

Se imaginan una respuesta más descortés con un cliente.

La decoración sigue siendo agradable, con sus estantes tazas de porcelana y cuadros en las paredes con alegorías al cacao.

Tratamos de disfrutar, conversando y recordando los viejos tiempos. Más tarde, recorrimos plazas y callejuelas, y se nos ocurrió pasar por el Museo nacional de Bellas Artes a ver una exposición. La entrada cuesta 15 pesos por persona, antes 5 pesos.

Nos cogió la hora del almuerzo y pasamos por dos o tres restaurantes. En todos ofertaban lo mismo: el pollo, como si se hubiera puesto de moda el animal.

Dicen que la carne de puerco está a 200 pesos la libra en los agromercados…

Lo que realmente pasa es que no hay otra cosa que comer, o por la falta de gestión, imaginación para confeccionar platos que no impliquen la carne. A los administradores de estos locales no les interesan las personas vegetarianas, o veganas.

La Cervecera en Plaza Vieja

Al final, paramos en uno que está en La Plaza Vieja, que le llaman La cervecera, porque usualmente venden esa bebida.

Todos los platos eran con pollo, por supuesto, y el más barato de 250.00 pesos; la cerveza 38 pesos, viene con la comida.

Mi amiga pidió una brocheta de pollo que parecía salida del refrigerador, las masas, supuestamente cocinadas al carbón, estaban pálidas, y los pimientos ensartados en el pincho, medio podridos.

Como rechazo comer el maldito pollo, no comí nada, solo me bebí una de las cervezas.

Cuando empecé a protestar y a echar pestes por la boca, diciendo que obligan a la gente a comer un plato de pollo frío y mal hecho para poder tomar cerveza. Una señora que estaba en la mesa de al lado, expresó que el lugar no estaba mal, y que ella tenía dos líderes a los que seguía, uno era Hugo Chávez, y el otro Fidel Castro.

Al escuchar aquello me quedé de piedra, y le dije: oiga, yo estoy hablando de la mierda de comida de aquí, ¿qué tienen que ver esas dos personas muertas?

Y un hombre de otra mesa replicó: ¡ellos están más fríos que ese pollo!

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Irina Pino

Irina Pino: Nací en medio de carencias, en aquellos años sesenta que marcaron tantas pautas en el mundo. Aunque vivo actualmente en Miramar, extraño el centro de la ciudad, con sus cines y teatros, y la atmósfera bohemia de la Habana Vieja, por donde suelo caminar a menudo. Escribir es lo esencial en mi vida, ya sea poesía, narrativa o artículos, una comunión de ideas que me identifica. Con mi familia y mis amigos, obtengo mi parte de felicidad.

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6 thoughts on “Salidas caras: un hueco en el bolsillo

  • Esa señora está abducida, habría que ver si ella con su salario o pensión puede vivir (es casi seguro que no) y malgastarlo en una comida mal hecha. Rasga la piel de un comunista y encontrarás un gusano que manda remesa.

  • Gracias por comentar. Mira que me he reído contigo. A lo mejor se escapó de Mazorra, el centro psiquiátrico.

  • pena ajena que existan cubanos todavia rindiendole tributo al tipejo delincuente responsable por la calamidad que tiene esa isla.

  • La URSS por el petroleo convirtio a Cuba en su satelite y los cubanos estaban tan agredecidos a la URSS que cuando se cayo, se nos cayo el mundo a todos los viviamos en la isla, el llamado periodo especial con la revolucion energetica del Comandante porque no habia petroleo.
    Ahora deberian estar todos muy agradecidos al fallecido Chavez que dio y a su heredero Maduro sigue dando el petroleo, ademas de convertir a Venezuela en el satelite de Cuba.

  • Demasiados años de marcha atras, sin crear nada que despierte a la economia, porque, claro, la economia no mejora por decreto. Demasiados años envenenando el cerebro de la gente. Todavia hay mucha gente que defiende aquello. Dicen que cada pueblo tiene el gobirno que se merece. Al menos esa señora cumple con el axioma.

  • Si esa senora sigue a Chavez y a Fidel pronto los va a seguir a el hueco

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