AZCUBA: ¿Para crecer?
Daisy Valera
HAVANA TIMES — El tema del azúcar en Cuba pareciera estar condenado a etapas intermitentes de silencio y escándalos. Desde finales del pasado noviembre, con el inicio de la zafra 2013-2014, entramos en un período bullicioso, propagandístico.
Se hizo por supuesto silencio en el 2010, cuando se alcanzó un récord negativo en la producción del endulzante. Tampoco se ha mencionado que la isla ha importado azúcar de países como Colombia para cubrir la demanda mínima interna que alcanza las 9,000 toneladas.
Por fortuna, el descalabro que fue la zafra del 70, que prometía acopiar 10 millones de toneladas de azúcar cuando se conocía que los centrales tenía una capacidad de molida de solo 7,5, es un recuerdo ácido que impone cuotas de moderación.
Parecen superados los tiempos de las movilizaciones masivas pero no se renuncia a la publicidad triunfalista. Hace pocos días el Granma gritaba que el Central Argeo Martínez de Guantánamo acumulaba un rendimiento industrial (azúcar por caña) de 10,80 superior del 8,49 planificado, con una tendencia a aumentar.
Tampoco parece casual la exposición nostálgica de carteles de las décadas del 70 y 80 con el título AZÚCAR; que comenzó el pasado 15 de enero en la Galería Rubén Martínez Villena y se extenderá hasta febrero próximo. En las pancartas se lee, por ejemplo: “ni cogollo en la caña, ni caña en el cogollo” o “Azúcar para crecer”.
AZCUBA, la empresa cubana subordinada directamente al Consejo de Ministros y que sustituyó en sus funciones al Ministerio del Azúcar (MINAZ) desde el 2011 debe garantizar el despegue del rendimiento de la gramínea y de la producción de azúcar crudo.
Para la sostenibilidad económica de esta industria, otrora motor del país, se confía en los resultados que pueda tener su diversificación en la generación de energía eléctrica o en la producción de etanol.
Pero aun con el buen desarrollo de estos proyectos AZCUBA se enfrenta a problemáticas de de gran alcance.
Con el redimensionamiento de la industria azucarera que comenzó en el 2003, se desmantelaron o vendieron como chatarra más la mitad de los 110 centrales que funcionaban en el año 2000. Ahora se dispone solo de 49 en su mayoría con piezas y mecanismos obsoletos.
Con la destrucción de los centrales, se condenó a obreros y agricultores, muchos de ellos con décadas de experiencia laboral en esta industria a un permanente “tiempo muerto”. Ahora se hace casi imprescindible la reincorporación de no pocos trabajadores ya insertados en otras actividades económicas.
Por otra parte, Cuba tiene en estos momentos un rendimiento cañero que apenas sobrepasa las 40 toneladas por hectárea cuando la media mundial es aproximadamente de 60. Esta situación no parece poder mejorar dada la calidad de las tierras cultivables del país (en el 2009 expertos del Ministerio de Agricultura informaban que más del 70 % tenía poca fertilidad).
Finalmente está el precio a que se les paga a los productores la libra de azúcar crudo para la exportación, solo a 2 centavos la libra cuando está en el mercado mundial rebasa los 16. Una compensación que ni remotamente cubre las expectativas.
La meta en esta zafra es de 1,8 millones de toneladas de azúcar, una cifra que hubiera sido un chiste hace 30 años pero que ahora puede llagar a tornarse inalcanzable.
Los dirigentes de AZUCUBA parecen entender que la remotorización de unos pocos camiones para llevar la caña al central o la adquisición de algunas cortadoras motorizadas son medidas tibias.
AZCUBA, nacida a la luz de la reforma económica es una empresa que se inclina por la privatización como no pudo haberlo hecho el MINAZ. Hasta la fecha le ha arrendado al conglomerado brasileño Odebrecht el central 5 de septiembre de Cienfuegos.
Si sus acciones siguen el actual curso quizás muy pronto borrará la posibilidad de utilizar en el discurso oficial aquello de que en 1959 el 34 % de los centrales en Cuba pertenecían a empresas extranjeras.
El precio del azúcar no rebasa en estos momentos los 16 centavos, más bien ronda los 15. Por otra parte, se espera que baje durante el año hasta los 14 ctvs., condicionado por las grandes reservas productivas y las buenas cosechas de Brasil y Tailandia, a lo que se une un bajo crecimiento de la demanda prevista. (http://online.barrons.com/article/SB50001424053111904681004579320723167075100.html)
Otras externalidades, como esta (http://www.cubadebate.cu/noticias/2014/01/22/inventan-baterias-de-azucar-duraderas-recargables-y-sin-peligro-ambiental/) adolecen de un largo camino por recorrer aún.
La demanda seguirá bajando pues cada día se demuestra más lo dañina que es el azúcar, nadie quiere caries ni barriga.
Daisy,
El tema del azúcar es muy sencillo. Cuba pasó de ser un gran exportador de azúcar a importarlo porque se convirtió en un país comunista. Por el mismo motivo, Venezuela como siga así terminará importando petróleo. Y si Colombia se metiese por esa vía, terminaría importando cocaína.
Ustedes se sorprenderían de lo que sucede allá dentro. solo habría que investigar por qué durante los 4 últimos años hubo un abandono masivo de cargos (directivos) en AZCUBA, unos se jubilaron y otros se trasladaron al Ministerio de Finanzas y Precios… y los resultados siguen negativos… ¿Por qué será?
a pesar de los pesares, Fidel Castro estuvo cerca de lograr que la industria azucarera cubana se mantuviera como la principal fuente de divisas, cerca de medio millon de cubanos dependian de ella, con la ayuda de la URSS la fabrica de Holguin desarrollo una maquina cosechadora que se adaptaba aceptablemente a las condiciones de la cosecha cubana, la Planta Mecanica de Santa Clara garantizaba las piezas de recambio fundamentales para las reparaciones, la de Calderas de Sagua la Grande tambien habia desarrollado una con buen comportamiento tecnico al usar el bagazo, varias terminales de azucar a granel, convenientemente ubicadas en diferentes puerto de la costa norte y sur garantizaban los embarques mecanizados, contigua al central Jatibonico (el de mayor produccion en aquel momento) los franceses montaron un gigantesco combinado de papel, que utilizaba un 85 % de bagazo y un 15 de pulpa de madera, varias plantas de tableros de bagazo producian lo suficiente, para una produccion aceptable de muebles y otros usos, y varias tambien, convertian las mieles de purga en levadura torula, la cual se intercambiaba por leche en polvo con la RDA, se producian alcoholes, para uso medicinal, y la produccion de rones era una aceptable entrada de divisas,la produccion azucarera en el mundo y Cuba lo habia logrado, era capaz de retroalimentarse energeticamente.
Esta capacidad de aprovechar un residuo de su propia produccion, para producir energia, la hacian muy pero muy competitiva en un mundo donde el petroleo se mantiene con altos precios, los centrales azucareros de hecho producian electricidad con su vapor, que no utilizaban, muchos bateyes de centrales se alimentaban de esta red, y se aportaba tambien al sistema nacional, que mas faltaba, pues no imaginabamos, que con la caña, Brazil iba a ser capaz de producir el etanol que surge despues para uso de la industria automovilistica, y en estos momentos toda la gasolina que se consume en USA tiene un 10 % de etanol, que nos sigue faltando, bueno la rabieta de Fidel cuando se dio cuenta de su descomunal error, y por cierto no eran 110 las fabricas de azucar, eran 156, y empezo una febril campaña contra el etanol, porque sus asesores o los que le pasaban la informacion, inicialmente creyeron que el etanol era resultado de la utilizacion del maiz, fueron silenciados todos por Brazil al producirlo con variedades de caña convenientementes desarrolladas y no se hablo mas de etanol.
En que momento y porque la industria azucarera cubana colapsa, aunque varios factores coincidieron, el problema de fondo era que la cosecha mecanizada, que ya practicamente habia eliminado el corte manual, (este solo se mantenia en cañas cosechadas en terrenos ondulados, que poco a poco se estaban sustituyendo,) creaba un problema colateral que habia que darle la suficiente atencion, el colchon de paja, que protegia el planton del fuerte sol, de la falta de humedad y que impedia el crecimiento de las malas yerbas, desaparecia con el uso de las maquinas, no habia forma de garantizar la limpia y miles de hombres tenian que ser movilizados practicamente desde mayo hasta diciembre, los yerbicidas tenian un alto costo, y los que suministraba la URSS no eran suficientes, el movimiento de las maquinas dentro de los surcos, compactaba la tierra y necesitaban de fuertes movimientos de cultivos con tractores, el deterioro de las cepas, obligaba a reponerlas anualmente y la germinacion era otro desastre, no habia dinero para la compra del combustible que pedia el Ministro General, y comenzo la operacion “Alvaro Reinoso”, que es otra larga historia.
Interesante y argumentado tu comentario. Se agradece…
Alejandro,
En el mundo se produce azúcar de caña, por tanto la producción de azúcar de caña es rentable, porque, que se sepa, nadie produce azúcar perdiendo dinero.
La pregunta clave es: ¿por qué en Cuba no es rentable producir azúcar?
¿Por motivos de clima? no creo. El clima justifica que no se cultive la caña en Groenlandia, pero no en Cuba.
Más bien tenemos que pensar en un sistema político que prohíbe la creación de empresas rentables. Deberías de indagar en la biografía de Julio Lobo. Fue un empresario azucarero que tuvo que huir de Cuba al triunfar la revolución. Llegó a Estados Unidos sólo con la ropa puesta. Solo con su conocimiento y trabajo terminó siendo dueño de un emporio azucarero en los Estados Unidos.
Daisy: Gracias por traer este tema. A veces los cubanos estamos tan saturados de todo lo referido al tema «azúcar», que olvidamos que la industria ha continuado modificando su estructura, que puede significar avances o retrocesos para el desarrollo nacional.
Zacerio:
En mi criterio, la crítica de Fidel a la utilización de plantaciones para la producción de etanol no era errada (aunque sí incompleta). Si tú colocas la experiencia de Brasil como ejemplo, creo que puede entenderse el por qué de tu criterio. Que Brasil sea el mayor productor (junto a EE.UU.), no es una prueba del éxito de la tecnología, dado que no ha resuelto las agudas contradicciones ni siquiera dentro de su sociedad, que hace menos de un año sufrió las protestas de amplísimos sectores sociales, con más de 10 millones de personas en las calles de todo el país.
La estrategia que en 2007 iniciaron George W. Bush y Lula (conocida como la «diplomacia del etanol»), buscando promover la producción y el uso del etanol en América Latina y el Caribe, estaba enmarcada dentro de los famosos Tratados de Libre Comercio, que ya conocemos el impacto negativo y las profundas asimetrías que significaban para los países del Sur.
Pero además, la tecnología en sí tiene mucho para oponérsele:
Precisa de monocultivos amplísimos, para lo cual las empresas (y los Estados como Brasil) no han dudado en deforestar kilométricas áreas de bosques, y emplear organismos genéticamente modificados (transgénicos). La preferencia por el etanol ha traido como consecuencia además la reducción de la áreas de tierra cultivada para la alimentación. Eso es simplemente un hecho, y es consecuencia de la expansión del etanol.
Por otro lado, por cada litro de etanol producido a partir de melazas de caña, se generan 13 litros de vinazas, que contienen una carga orgánica altísima, compuestos tóxicos y recalcitrantes, como las melanoidinas e importantes cantidades de potasio, que afectan el medio ambiente.
Por último (y quizás la esencia de todo esto) ya se sabe que cuando se investiga el ciclo de vida completo (incorporando por ejemplo la energía para producir y reparar la maquinaria agrícola, y la usada en el proceso de destilación y fermentación) el balance es negativo, es decir: consume más energía fósil que la renovable que produce.