Luchando mi yuca con Ray Fernández

Puente Musical desde Cuba (*)

Osmel Almaguer

HAVANA TIMES, 7 oct. — Reciente revelación en la trova cubana. Oriundo de Santa Clara pero criado en el barrio de Alamar, donde se puede decir que nació como músico, y donde actualmente reside.

Su primer gran éxito de público lo obtuvo con el tema Lucha tu Yuca. Canción en donde a través de una atractiva analogía entre el cubano de hoy y sus antepasados aborígenes, aprovecha para denunciar la dura realidad que se vive en el país.

Desde hace seis años escribe una columna que se titula “Donde quieres que te ponga el plato,” que firma con el seudónimo de el Guajiro de El Crucero, para la revista digital La Jiribilla.

Llegó a la música por los caminos paralelos de la poesía y el canto. Primero cantaba canciones de otros, evolucionando hacia la preferencia por la música tradicional y la llamada Nueva Trova. Luego comenzó a escribir poemas, y finalmente les puso música, y así nació el trovador que conocemos hoy.

Las canciones de Ray tienen la impronta de su entorno alamareño. Una visión radical del amor, de las ansias, de las preocupaciones sociales, de su necesidad del mejoramiento humano, sin edulcoración alguna. Tiene una lírica enriquecida por el habla popular que frecuenta y las más diversas lecturas de la poesía y otros géneros de la literatura universal; la cual se alza desde un plano musical que atiende los más diversos géneros históricos de nuestra música, y desde ese territorio atrae sonoridades foráneas valiosas.

Ha estado vinculado al Proyecto Omni de Alamar, a la revista El Caimán Barbudo y a la Asociación Hermanos Saíz.

Lucha tu Yuca
Letra y Música de Raymundo Fernández Moya

Lucha tu yuca Taíno, lucha tu yuca, / lucha tu yuca Taíno, lucha tu yuca, / que el cacique delira, que está que preocupa, / tú, Taíno, tú lucha tu yuca.

El cacique mandó montones a contar, / a la tribu, quiere censar, / el bohío que ocupas tú, prepárale un ritual, / no sea que lo declaren ilegal.

Que la jugada está apretá, / todo el caney lo sabe, / que no abunda el taparrabo / y no alcanza el casabe / que está cara la magia y más la medicina, / ¡Ay! que se nos prostituyen las taínas.

Y que trabaja, trabaja como suda el indito / y la tribu vive al margen del delito, / que él no calla al cacique, no les sacia el apetito / que te está poniendo en fula el areito.

Hay huracán, macana y un trozo de cabuya / y un humito de cohíba pa´ mabuya, / reunión al desfile, que ya tocan el fotuto, / que el cacique tiene el power, / que el cacique tiene el power…
Absoluto.

Pero tú… / Tú lucha tu yuca Taíno, lucha tu yuca, / lucha tu yuca Taíno, lucha tu yuca, / que el cacique delira, que está que preocupa, / tú, Taíno tú, lucha tu yuca.

Ay trabaja, trabaja, cómo suda el indito / al que todavía pagan con espejitos / en las horas de ocio juega al Batos un poquito / porque está caro, muy caro, / porque está caro, muy caro, / el areito.

Pero tú lucha tu yuca Taíno, lucha tu yuca, / lucha tu yuca Taíno, lucha tu yuca, / que el cacique delira, que está que preocupa, / tú Taíno, tú lucha tu yuca.

Hay huracán, macana y un trozo de cabuya / y un humito de cohíba pa´ mabuya / reunión al desfile, que ya tocan el fotuto, / que el cacique tiene el power, / que el cacique tiene el power,
Absoluto.

Y yo no como, no como si no me dan otra cosa, / ya no soporto el picadillo de tiñosa, / sobre todo cuando veo comiendo al que no es de aquí / un jugoso filete de manatí / Y….

…Tú, tú lucha tu yuca Taíno, lucha tu yuca, / lucha tu yuca Taíno, lucha tu yuca, / que el cacique delira, que está que preocupa, / tú, Taíno tú, lucha tu yuca, / lucha tu yuca.

Que la jugada está apretá, / todo el caney lo sabe, / que no abunda el taparrabo / y no alcanza el casabe / que está cara la magia y más la medicina, / ¡Ay! que se nos prostituyen las taínas.

Y que trabaja, trabaja como suda el indito / y la tribu vive al margen del delito, / que él no calla al cacique, no les sacia el apetito / que te está poniendo en fula el areito.

Pero tú lucha tu yuca Taíno, lucha tu yuca, / lucha tu yuca Taíno, lucha tu yuca, / que el cacique delira, que está que preocupa, / tú Taíno, tú lucha tu yuca.

Hay huracán, macana y un trozo de cabuya / y un humito de cohíba pa´ mabuya, / reunión al desfile, que ya tocan el fotuto, / que el cacique tiene el power… / que el cacique tiene el power…

Absoluto…
Absoluto…

La analogía a la que hacía referencia arriba no es para nada fortuita. No se trata de compararnos con los mayas o con los egipcios, sino de buscar en nuestras propias raíces una solución de continuidad que brinde coherencia a nuestra historia y que explique por qué hoy estamos como estamos. Si esa fue la intensión de Ray al componer esta canción, creo que lo logró con creces.

Como el aborigen precolombino, el “taíno” de hoy tiene que salir a luchar su yuca. Recordemos que con la yuca se confeccionaba el famoso casabe, que era como el equivalente aborigen del pan. Pues bien, el cubano sale a luchar su pan porque “la cosa está apreta,” o sea, la situación está difícil, y toda la responsabilidad recae sobre “el cacique,” efe de la tribu, cuyo equivalente actual conocemos bien.

En esta canción también aparecen problemas que han tenido una presencia fundamental en estos años, la creciente utilización y apertura a “la magia,” la escasés de ropa (taparrabo), la prostitución y otra serie de fenómenos asociados a la afluencia de turismo al país (yo no como, no como si no me dan otra cosa, ya no soporto el picadillo de tiñosa, sobre todo cuando veo comiendo al que no es de aquí / un jugoso filete de manatí). Habla también de la recreación y esparcimineto de las masas populares, relacionando el batos con el beisbol, y el areito con las dicotecas y cabarets.

En fin, que Lucha tu Yuca es una canción divertida pero dolorosa, con una lectura política muy marcada, y que ha sido ampliamente aprovechada en este campo. Pero creo que es también un poco más, pues es también la evidencia de cómo los seres humanos sabemos elevarnos por sobre la miseria y componer piezas hermosas como esta, llena de cubanía y poesía.