La añoranza del dúo Karma
Por Osmel Almaguer
HAVANA TIMES — Xóchitl Galán y Fito Hernández integran, desde 1999, el dúo Karma; proyecto encaminado a “fusionar diferentes géneros en la búsqueda de sonoridades étnicas de diversas culturas”. Dentro de su quehacer, destaca también el trabajo para niños, que han compartido frecuentemente con la cantautora Rita del Prado.
En Guarandinga por toda Cuba, es un proyecto itinerante que comparten con Rita del Prado desde el 2006, con el que “recorren lugares, costumbres, y tradiciones a través de diferentes géneros de la música cubana”.
El dúo ha llevado su música a escenarios de varios países en Europa y Latinoamérica, y compartido con importantes exponentes de la trova y la canción en lengua española.
Han obtenido diferentes premios como el Lucas (figura novel, dirección de arte y efectos visuales) en el 2004, repitiendo en el 2008, con el tema La Añoranza (canción).
Ambos son naturales de La Habana y tienen formación académica; ella en el conservatorio Alejandro García Caturla (guitarra y canto) y él (guitarra) en el Félix Varela.
La añoranza
No sé cómo olvidar (la) primavera, / llenó de flores toda la acera. / Y el sol jugando en las pieles nuevas. / Y sé que esta luz no es la misma de ayer.
Se fue la hora del cuaderno abierto. / Quedó la risa y el andar travieso. / Ya ves que el tiempo no se está quieto, / ya sé, a veces duele crecer.
El mar siguió siéndonos tan grande. / Sabor de azúcar y almendras por la tarde. / Guardé el cuento para dormirse / que borró el miedo y los días grises de ayer.
Se fue la hora del cuaderno abierto. / Quedó la risa y el andar travieso. / Ya ves que el tiempo no se está quieto, / ya sé, a veces duele crecer.
La añoranza vuela como ave. / Tiene la libertad del aire.
Su título engloba el sentido de esta canción, pero también lo regala; tal vez, porque en la misma no aparece claramente expresada la idea de añoranza. ¿Qué es lo añorado? La infancia, concepto que el autor asocia esquemáticamente con la primavera.
Esa esquematización se vuelve luego una constante en casi todas las ideas que, no sin cierto trabajo, se suceden; desde el cliché del cuaderno abierto y el andar travieso, representando la etapa de los juegos y la escuela, hasta el dolor que provoca el crecimiento, cuando la adolescencia.
Este acudir a tantos tópicos provoca que uno no pueda acceder al mundo interior de la persona; que las subjetividades y las experiencias particulares de esta se supriman en pos de generalizar un concepto, y se pierda la riqueza humana, lo irrepetible.
Los lugares comunes conspiran también contra otras posibles lecturas, digamos, desde lo social, lo antropológico o lo político, porque los elementos utilizados pierden capacidad de sugerencia, al aludir a ideas preconcebidas y finitas.
La falta de claridad conspira contra el atractivo de la letra, a pesar de las palabras “bellas” que se utilizan, y el acompañamiento musical que siempre enmascara.
Aclaración: Aquellos que quieran ejercer la apología, refugiando esta canción en una hipotética dedicatoria a los niños, deben saber que los requerimientos estéticos, cuando se trata de este tipo de obra, son aún mayores, porque la expresión debe estar en consonancia con la capacidad de asimilación incipiente del público infantil. Además, no se debe ceder en el encanto y la belleza en pos de la claridad, lo cual convierte la tarea en algo mucho más difícil.
Excellence Osmel, Me encanto!.