Bienal y encuentro de videoarte de Camagüey inauguran una alianza

Cada dos años, esta ciudad del centro cubano reúne a artistas, curadores y estudiosos de las artes visuales.

IPS-Cuba

Fivac reúne unas 200 obras de artistas de 36 países, según precisa el fundador del encuentro, Jorge Luis Santana.  Foto: IPS_Cuba

HAVANA TIMES – La XIII Bienal Internacional de La Habana, un espacio para el intercambio de las artes plásticas del mundo, extiende por primera vez su mano hasta el Festival Internacional de Videoarte de Camagüey (Fivac), a 534 kilómetros al este de la capital cubana.

En su octava edición, que comienza hoy hasta el 29 de abril, Fivac retoma su carácter no competitivo y reúne unas 200 obras de artistas de 36 países, declaró a la Redacción IPS Cuba el artista y fundador del encuentro, Jorge Luis Santana.

Según el artífice, la inserción del festival materializa “la teoría curatorial de incluir proyectos simulares al nuestro en otras ciudades y expandir la acción de la bienal”, que manejaron los organizadores de la cita desde hace dos años.

“En el caso de Camagüey, es el único acontecimiento que es un encuentro dentro del programa de la Bienal, no es el proyecto individual de un artista, sino un encuentro internacional, de otro rango, pero igual que en La Habana”, destacó.

“Nos parece bien unirlos: personas que vienen a la bienal se enteraron del festival y se aventurarán a venir y viceversa. Vinculamos ambos encuentros: se coordinó que empezara la bienal, pasaran 10 días, se inauguraran las exposiciones y los días 16, 22, 24 y 30 de abril y el 6 de mayo, en el Centro Hispanoamericano de la Cultura, en La Habana, se presente la muestra Culpables por peligrosos”, dijo.

Históricamente, Fivac ha invitado a muestras como la del Festival del Cine Pobre y de Jóvenes realizadores, la Fundación Ludwig y el Centro Wifredo Lam, “así que es normal este intercambio”.

“Lo nuevo en esta ocasión es la reciprocidad, es decir, nos invitan a nosotros, lo cual resulta interesante después de 10 años de creado el festival”, remarcó.A su juicio, al hacer coincidir estos dos encuentros, “ganan las artes plásticas”.

Festival por dentro

El Festival Internacional de Videoarte de Camagüey se fundó en 2008 y se considera una de las experiencias más revolucionarias en el ámbito teórico-expositivo vinculado a la videocreación. Foto: IPS Cuba

El Festival Internacional de Videoarte de Camagüey se fundó en 2008 y se considera una de las experiencias más revolucionarias en el ámbito teórico-expositivo vinculado a la videocreación, que defiende hasta hoy sus postulados iniciales.

“Nunca hemos querido coartar la videocreación ni en tiempo ni en temas. El encuentro teórico se traza determinadas pautas para discursar sobre problemas del arte contemporáneo”, puntualizó Santana, en la sala George Mélies del Circuito para la Exhibición, Desarrollo y la Investigación de los Nuevos Medios, que es la sede del proyecto y de las actividades fundamentales de la cita camagüeyana.

A diferencia de la bienal, adonde concurren escultura, grabado, pintura, instalación y videoarte, la plataforma camagüeyana no es por invitación, sino libre, con una selección que mide un mínimo de calidad, tratando de mantener una excelencia en el discurso artístico.

Para la ciudad, consideró, es un lujo tener obras de un centenar de artistas de 36 nacionalidades.

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Más sobre Fivac

Este proyecto fue fundado por una pareja de artistas de las artes plásticas, da empleo a 15 personas y desde 2013 obtuvo una sede para su desarrollo. También ha intentado infructuosamente realizar una gira nacional que permita “irnos con una pantalla inflable a parques, promoviendo, dando conferencias por varias provincias, en lugares públicos”.

De acuerdo con autoridades locales, de los cinco proyectos de Iniciativa Municipal de Desarrollo Local que funcionan en Camagüey este es el único relacionado con la cultura. Otro se dedica a la ecología y la mayoría, a la gastronomía.

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El programa está compuesto por sesiones teóricas en las mañanas, exhibiciones e inauguraciones en la tarde y muestras nocturnas. Las obras se dividen en términos de monocanal, videoinstalaciones y realidad aumentada, entre otras.

“En cada festival, uno ve lo que pasa alrededor del mundo y la percepción de lo que está pasando en la política y la economía y tiene una visión del mundo que no te la dan los noticieros, es la visión de los artistas de los fenómenos que están sucediendo en sus contextos”, destacó.

En el encuentro teórico, “hay temas muy interesantes, talleres de video performance, de realidad aumentada, debates de varios curadores internacionales acerca de varias temáticas, entre ellas el arte feminista, los nuevos medios y la comunicación en Internet”, dijo Santana.

Como parte del programa del festival, será reinaugurada la galería Alejo Carpentier, que estuvo cerrada por cinco años y fue reparada por este proyecto que funciona como Iniciativa Municipal de Desarrollo Local, a la espera de la eventual aprobación de cooperativas culturales.

“Lo hemos conseguido con donaciones, con ayuda de muchos amigos a lo largo de estos años, con artistas que nos apoyan y, por supuesto, con la autogestión del proyecto. Yo personalmente he comprado muchas cosas cada vez que viajo”, puso como ejemplo.

¿Un arte en apuros?

De acuerdo con el artista multimedial, el comité organizador prescindió del carácter competitivo del festival, entre otras causas, para tratar de insertar una feria que permita la presencia de curadores internacionales y contribuya a reducir uno de los mayores obstáculos para el videoarte en Cuba: la comercializacíón.

“La videocreación es difícil de vender en el mercado. En 10 años hemos tenido una carpeta importante de artistas cubanos y desafortunadamente más del 60 por ciento ya no están en Cuba”, aseveró.

Hay, dijo, artistas jóvenes que están en Cuba y siguen haciendo obras, pero en sentido general, hay una pérdida o se está mudando la videocreación a terrenos más fértiles de venta y de mercado.

Por ello, considera tan importante la existencia de “una plataforma como esta para visualizar lo que están haciendo los jóvenes, apoyarlos y buscar mercados”.

Para Santana, otro obstáculo para quienes residen fuera de la capital es la desconexión entre las provincias cubanas.

Según Santana, ante la avalancha de materiales agresivos de determinadas tendencias musicales, la videocreación viene siendo como un oasis de interpretación que marca una visualidad diferente.