Adiós, libreta de mi vida
María Matienzo Puerto
Las despedidas, las rupturas, las separaciones siempre me han traído pesares, lágrimas, sentimientos encontrados de los que muchas veces no he logrado sobreponerme. Así no solo me ha ocurrido con las personas sino también con los objetos o con los animales.
Las pérdidas han sido tan frecuentes en mí que de alguna manera me he acostumbrado: los collares que he dejado olvidados, las mascotas que se me han muerto, los amigos que parten, en fin, algo siempre llega a su fin.
Pero por estos días, me estoy despidiendo de algo realmente sui generis, creo yo, en la historia de la humanidad; de algo que el mundo entero, a menos que sea cubano, no sabría explicar, y de cuya separación no sé si sobreviviré.
Hablo de mi querida “libreta de abastecimiento.”
Hablo de mi querida “libreta de abastecimiento.”