Sanciones de EEUU creará confusión en inversores en Cuba

Por Guillermo Nova (dpa)

El embajador de la Unión Europea en La Habana, Alberto Navarro.  Foto: RT.com

HAVANA TIMES – La Unión Europea considera que el endurecimiento de las sanciones a La Habana por parte de Estados Unidos fomentará el miedo de las empresas europeas a invertir en la isla, en un momento en que la economía cubana pasa por malos momentos por la crisis venezolana.

“La Helms-Burton es una ley ilegal que busca crear más confusión para la inversión extranjera”, dijo el embajador de la Unión Europea en La Habana, Alberto Navarro, a la agencia dpa en una entrevista exclusiva.

A partir del 2 de mayo, Washington activará el Título III de la llamada Ley Helms-Burton, que permitirá a ciudadanos estadounidenses o cubanoamericanos denunciar en tribunales de Estados Unidos a empresas extranjeras que actualmente usen propiedades suyas nacionalizadas tras el triunfo revolucionario de 1959.

Algunas fuentes consideran que hay más de 5.000 casos de ciudadanos y empresas que podrían reclamar compensaciones superiores a los 8.000 millones de dólares, según cálculos actuales. 

El Gobierno cubano alega que Estados Unidos nunca se quiso sentar a negociar las compensaciones, cómo sí hicieron otros países como Canadá.

La Unión Europea considera que su aplicación es ilegal porque Estados Unidos “quiere imponer su legislación fuera de sus fronteras al resto del mundo”.

Cuando se adoptó la Helms-Burton en 1996, el Consejo Europeo lanzó la denominada “ley antídoto” para proteger a los empresarios europeos abriéndoles las puertas a presentar demandas ante jueces europeos y poder pedir compensaciones ante los daños que puedan sufrir desde los tribunales estadounidenses.

Aquella respuesta europea y la amenaza a terminar en un litigio en la Organización Mundial del Comercio hizo que desde 1996 cada seis meses todos los presidentes estadounidenses hayan frenado la entrada en vigor del Título III, hasta que el republicano Donald Trump aprobó su plena aplicación a partir del 2 de mayo. 

Para poder presentar una demanda, la propiedad confiscada debe tener un valor igual o superior a los 50.000 dólares, según el título III de la ley Helms-Burton. Hasta el momento ya se ha anunciado que podrían demandar los antiguos propietarios de los puertos de La Habana y Santiago de Cuba, que reciben ahora cruceros de empresas como Carnival.

Washington defiende que la aplicación plena de la Helms-Burton, sumada a otras sanciones, como limitar a 1.000 dólares trimestrales el envío de las remesas, es una respuesta al apoyo cubano al jefe de Estado venezonano Nicolás Maduro y piensan que servirá para una transición a la democracia en la isla. 

“Consideramos que las medidas adicionales como la limitación de las remesas de migrantes o viajes a Cuba no contribuyen a la democracia, al respeto de los derechos humanos en Cuba”, señaló Navarro a dpa. 

“Todo lo que contribuye a aislar a Cuba no hace más que dañar al pueblo cubano y empobrecerle”, reflexiona Alberto Navarro, que defiende la vía europea del diálogo con La Habana, desde las diferentes visiones que tienen ambas partes. 

“La Unión Europea apuesta por el diálogo y la cooperación, por que es a través de los intercambios, del comercio, del turismo como se abren las sociedades y prosperan”, dice Navarro y evoca la política de deshielo que impulsó el ex presidente estadounidense Barack Obama.

El bloque comunitario es el mayor inversor en la isla y el principal socio comercial, con un 35 por ciento del comercio de La Habana y con unas exportaciones a Cuba de unos 2.200 millones de euros frente a los 400 millones de importaciones de productos cubanos. 

Las hoteleras españolas Meliá e Iberostar controlan la mayoría de los hoteles más importantes, mientras que empresas como la francesa Pernod Ricard producen el mítico ron Havana Club o la inglesa Imperial Brands comercializa el tabaco premium de las prestigiosas marcas Cohiba, Montecristo o Romeo y Julieta. 

A pesar de la importancia para Europa de su presencia en la isla, el jefe de la diplomacia europea relativiza lo que significa cuando se lo mira en el contexto global. 

“No creo que entremos en una guerra comercial con Estados Unidos”, afirma Navarro y resalta que los intercambios de Cuba con la Unión Europea son equivalentes a un día del comercio entre Estados Unidos y Europa, son cifras que empequeñecen al lado de los 60.000 millones de euros que suponen solo los intercambios de automóviles entre Europa y Estados Unidos. 

Las medidas de Estados Unidos contra Cuba se producen en un momento en el que la economía cubana vive momentos duros, con intermitentes desabastecimiento de productos, en medio de la crisis de su aliado venezolano y principal proveedor de combustible.