Realizadoras cubanas triunfan en el Festival de Cine

El talento femenino y del cine independiente se hizo sentir en los premios de la actual edición del Festival de Cine.

Por IPS Cuba

HAVANA TIMES – El documental A media voz, dirigido por las cubanas Patricia Pérez y Heidi Hassán, se alzó con el Premio Coral de Largometraje Documental en la edición 41 del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, que se celebra en La Habana desde el 5 hasta el 15 de diciembre.

Flying Pigeon, otra película realizada por un cubano, Daniel Santoyo, obtuvo el Coral en la categoría de Cortometraje de Ficción. La cinta Agosto, de Armando Capó, mereció el Coral de Ópera Prima, en la premiación realizada el viernes en la noche.

El cartel concebido por la diseñadora Diana Carmenate para el cortometraje cubano Olga, de Orlando Mora, se alzó con el Coral de esta categoría. Además, el guion inédito Una noche con los Rolling Stones, de la también cubana Patricia Ramos, recibió una mención en este apartado.

Obras

A media voz, coproducida entre Cuba, España, Suiza y Francia, resulta una reflexión íntima que comulga con el cine ensayo, y apela a la amistad entre las dos creadoras, sus respectivas migraciones a Galicia y Ginebra, los desarraigos correspondientes, sus vocaciones fílmicas interrumpidas y sus bregas por sobreponerse a sus condiciones de extranjeras.

Sus méritos fílmicos le acreditaron recientemente el galardón a Mejor Documental en la edición 32 del Festival de Cine Documental de Ámsterdam (IDFA).

Por otra parte, escrito y dirigido por Santoyo, Flying Pigeon deviene una metáfora de las comunicaciones, incomunicaciones, frustraciones generacionales y las masculinidades tóxicas en la Cuba contemporánea desde una historia nocturna y marginal, protagonizada por Mario Guerra y Milton García.

Coproducida entre Cuba, Costa Rica y Francia, Agosto está coescrita por Capó y Abel Arcos, y cuenta con las actuaciones de Verónica Lynn, Lola Amores y Rafael Lahera. La película desarrolla su relato en el referido mes, en la Cuba de 1994.

Ambientado en el poblado costera de Gibara, Holguin, el adolescente protagonista (Damián González) se debate entre la crisis económica que desde esa época arrastra el país y los dilemas personales propios de su edad.

A media voz compartió honores en su categoría con el largometraje documental brasileño Dile a ella que me viste llorar, de la realizadora Maíra Santi Bühler, que obtuvo un Coral Especial por parte del jurado. Y un documental también dirigido por una mujer, Años cortos, días eternos, de Silvina Estévez, ganó esta vez el Coral de Postproducción.

Flying Pigeon fue sucedido en su apartado por la cinta El tamaño de las cosas, del colombiano Felipe Montoya, que mereció un Premio Especial del jurado correspondiente. Arde la tierra de Juan Camilo Olmos, también de Colombia, recibió el premio Coral de cortometraje documental y la cinta argentina Romance de la ternura tardía, de Ana Bugni, obtuvo el Premio Especial en la categoría.

Más premios

Las buenas intenciones, ópera prima de la argentina Ana García Blaya recibió el Coral Especial del jurado de este concurso, donde la película chilena El príncipe, de Sebastián Muñoz, mereció el Coral a la Contribución Artística, y la obra guatemalteca Nuestras madres, de César Díaz, obtuvo una Mención especial.

La propuesta de Patricia Ramos fue precedida en su categoría de Guion inédito por el argentino Sebastián Dietsch con el texto Desde el apocalipsis, que recibió el Coral correspondiente.

Cuba estuvo ausente en la siempre más popular categoría de Ficción, donde el filme argentino-uruguayo Los sonámbulos, de Paula Hernández, obtuvo el Coral de largometraje, y recibió también el Coral de guion. Así como Érica Rivas ganó el premio de Actuación Femenina por su interpretación en esta cinta.

El jurado consideró entregar Corales Especiales a La Llorona, dirigida por Jayro Bustamante, coproducida entre Guatemala y Francia, y a la obra Algunas bestias de Jorge Riquelme, de Chile, quien mereció además el Coral de Dirección. La película de Bustamante propició también para Eduardo Cáceres el Coral de sonido.

La vida invisible de Eurídice Gusmão, del brasileño Karim Aïnouz, se alzó con los Corales de Fotografía para Héléne Louvart y de Dirección artística para Rodrigo Martirena.

El Coral de actuación masculina recayó en el veterano actor argentino Luis Brandoni, por sus interpretaciones en las películas La odisea de los giles, de Sebastián Borensztein, y El cuento de las comadrejas, de Juan José Campanella, cinta está última merecedora del Premio de la popularidad.

Bacurau de los realizadores brasileños Klever Mendoça Filho y Juliano Dornelles, recibió el Coral para la música original compuesta por Mateus Alvez y Tomaz Alvez Souza. Y la edición de las ficciones tuvo su ganador en Sergio Mekler por su trabajo en el largometraje Três verões (Tres veranos), también de Brasil.

Entre las animaciones primaron las producciones brasileñas de manera absoluta. El Coral de largometraje fue para la película Ciudad de los piratas de Otto Guerra, acompañado en sus méritos por el cortometraje Carne de Camila Kater.

Una tercera obra fue reconocida por el jurado con un Coral Especial: Sangro de Tiago Minamisawa, Bruno H. Castro y Guto BR.

Premios colaterales

La Federación Internacional de la Prensa Cinematográfica entregó su premio a la cinta Blanco en Blanco, dirigida por Théo Court y coproducida entre Chile y España, y el premio de SIGNIS fue para la cinta mexicana Los lobos de Samuel Kishi Leopo.

Una de las películas que más premios colaterales conquistó fue el documental cubano Retrato de un artista siempre adolescente. Una historia de cine en Cuba, dirigido por Manuel Herrera, quien recibió los lauros de la Federación de Cine Clubes de Cuba, del Círculo de la Cultura de la Unión de Periodistas de Cuba y de la Facultad de los Medios de Comunicación Audiovisual de la Universidad de las Artes de Cuba.

La cinta colombiana de ficción Perro bomba de Juan Cáceres recibió los reconocimientos de Casa de las Américas y Radio Habana Cuba, y La llorona de Jayro Bustamante recibió los premios de la Agencia Prensa Latina y de la campaña ¡Súmate! por una vida sin violencia en Cuba.

El premio FEISAL, entregado por la Escuela Internacional de Cine y Televisión recayó en el cortometraje documental El corral de Daniela López y Alfredo Marimón, y el lauro de la Federación Cubana de la Prensa Cinematográfica fue para La vida invisible de Eurídice Gusmão de Karim Aïnouz.

La Unión de Escritores y Artistas de Cuba premió al largometraje cubano de ficción Buscando a Casal de Jorge Luis Sánchez, y el Centro Martin Luther King entregó su lauro a la cinta colombiana Litigante de Franco Lolli.

Otros largos de ficción, Canción sin nombre, de la peruana Melinda León, y Mano de obra de David Zonana, de México, obtuvieron respectivamente los premios de la Universidad de La Habana y de la Universidad Agraria de La Habana.

El premio otorgado por la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano, a través de votaciones en línea o por teléfonos celulares, reveló como los más favorecidos por los públicos a los largos de ficción Un rubio (del argentino Marco Berger) y Agosto (del cubano Armando Capó), al documental Que sea ley (del argentino Juan Diego Solanas), la animación mexicana La llorona (Adriana Ronquillo), el corto de ficción Alberto (del cubano Raúl Prado), y el corto documental Rumbatá (de la cubana Isabel Santos).