Protestas en el oriente cubano y la reacción del gobierno
Por Javier Herrera
HAVANA TIMES – Las últimas semanas en Cuba han llevado al pueblo a extremos de miseria pocas veces vistos o vividos antes en la nación. Apagones constantes de hasta 20 horas, desabastecimiento generalizado con falta hasta del pan del racionamiento han llevado a la población al máximo de exasperación.
En específico, la falta de pan, leche y otros alimentos, así como la falta de fluido eléctrico se han ensañado de forma especial en el oriente del país y en cualquier ciudad o pueblo alejado de la capital. Santiago de Cuba, cansado de la opresión salió a las calles hoy domingo 17 de marzo de 2024.
En la tarde del domingo, al grito de “Corriente y comida” el pueblo santiaguero marchó sin violencia por las calles de su rebelde ciudad. Entre los gritos de los manifestantes de vez en cuando se escuchaba el lema libertario “Patria y Vida” mientras la policía, a falta de órdenes superiores se limitaba a custodiar la marcha, tomar videos y anotaciones y la Primer Secretaria del Partido Comunista de la provincia se refugiaba en una azotea ante el empuje del pueblo que la buscaba para hacerla objeto de sus reclamos.
Extrañamente el régimen de la Habana no se atrevió a desatar la represión en primera instancia y muy contrario a su actuar consuetudinario reflejó las protestas en su medio político CubaDebate, dejando en claro el carácter pacífico de las mismas.
En el medio oficialista se ha reconocido el descontento popular, achacándolo justamente a la extrema situación económico-social, detallando algunos de los detonantes como son la falta de fluido eléctrico, la falta de combustible y la ausencia y encarecimiento de los alimentos, sin mentar como responsables directos a los cubanos de la diáspora, como acostumbra a hacer.
Aparentemente, en la voz de los medios oficialistas, la manifestación santiaguera fue desmantelada luego de que se restableciera el fluido eléctrico y arribaran con toda premura camiones con alimentos entre los que se cuenta leche y los alimentos que se expenden mediante la libreta de racionamiento. Mientras en la Habana se repletaba un avión de alimentos para distribuir en las provincias orientales.
Pero Santiago de Cuba no está sola en la miseria y pronto se sumaron otros pueblos y ciudades de la región donde destacan las mismas manifestaciones en Bayamo, la rebelde capital de la provincia Granma. Contrario a Santiago, en Bayamo las protestas fueron más radicales y no pedían comida o electricidad.
En la histórica ciudad de Bayamo, el pueblo marchó mientas cantaba el Himno Nacional y reclamaba libertad, la palabra más temida por el régimen. Diferente a Santiago, en Bayamo la manifestación no puede ser aplacada llevándoles un “camión, o diez, de libertad”. Al igual que en Santiago de Cuba, la policía ha sido tarda en reprimir, lo que no quiere decir que no lo haya hecho, pero al menos no se han visto los feroces y desproporcionados enfrentamientos que se vieron durante las manifestaciones del 11 de julio.
A las 10 de las noche diversos medios independientes continúan transmitiendo videos del pueblo bayames en las calles reclamando libertad. Mientras aparecen diversos reportes de manifestaciones en otros pueblos alejado de la capital como pueden ser Caimanera en Guantánamo, y otras provincias como Ciego de Avila, Holguín o Artemisa.
Estos últimos reportes no han podido ser confirmados con videos o transmisiones en vivo lo que lleva a dudar de su veracidad, aunque es conocido que el gobierno toma la medida de cortar internet o ralentizar la velocidad para evitar la salida de testimonios cuando suceden este tipo de acciones populares.
Mientras en la Habana se vive una tensa calma donde la población sigue los acontecimientos mediante las redes sociales, algunos hablan de salir a la calle y el régimen pasea sus efectivos por las avenidas en camiones militares y toma arterias como el malecón mediante “fiestas” improvisadas con alguna música grabada y el expendio de alimentos y bebidas alcohólicas.
Otra inusitada respuesta gubernamental ha sido lo expresado por el presidente Miguel Diaz Canel, quien en las manifestaciones del 11 de julio expresó la triste frase: “La orden de combate está dada”, con lo que dio rienda suelta a la represión y la ira.
Tomado de CubaDebate el siguiente fragmento muestra la reacción gubernamental oficial, aunque no dejó de mentir al decir que la situación estaba siendo manipulada por “elementos terroristas de Miami para dañar a la Revolución.
La reacción inicial del gobierno
Díaz-Canel aseguró que la disposición de las autoridades del Partido, el Estado y el Gobierno es atender los reclamos del pueblo cubano. «Escuchar, dialogar, explicar las numerosas gestiones que se realizan para mejorar la situación, siempre en un ambiente de tranquilidad», reportó el sitio oficial Cubadebate.
Finalmente, Díaz-Canel reafirmó el compromiso de su gobierno de trabajar en paz para superar la situación actual, a pesar del bloqueo que pretende asfixiar a la nación. “Seguiremos trabajando en paz para salir de esta situación”, concluyó el presidente.
Una vez más el régimen se enfrenta a manifestaciones que reclaman la solución urgente a situaciones que él mismo ha dejado claro en televisión nacional que no tiene cómo enfrentar en un mediano o corto plazo. En qué pararán las manifestaciones es aún dudoso, pero de que se van a repetir es seguro. El pueblo cubano está cansado de vivir como vive y eso lo saben en la cúpula gobernante.
La solución está en manos del propio gobierno: desmontar lo poco que queda de una revolución en la que cada día creen menos personas, pasar a un nuevo tipo de gobierno y dejar que la isla junto a su población florezca y fructifiquen. La demora en tomar la decisión solo alarga el sufrimiento del pueblo y nos aboca a una confrontación entre régimen y pueblo que no será beneficiosa para ninguno.