España inicia el deshielo con Cuba
Por Guillermo Nova
HAVANA TIMES (dpa) – El viaje de José Manuel García-Margallo a Cuba no será el primero de un ministro de Exteriores español a la isla en los últimos años, pero su visita oficial en La Habana este lunes tiene un significado especial.
Con ella, el país que ideó la llamada «posición común» de la Unión Europea (UE) frente a Cuba escenificará el fin de la política del bloque que condiciona desde 1996 las relaciones bilaterales a una mejora en la situación de los derechos humanos en la isla.
«Cuando las circunstancias cambian, es obvio que hay que cambiar las relaciones», defendió García-Margallo esta semana en una emisora española la apertura de una nueva etapa de diálogo entre Madrid y La Habana tras de años de tensiones.
El titular español de Exteriores, que llega el domingo a La Habana y tendrá encuentros oficiales el lunes, garantizó asimismo que su visita no es un gesto de debilidad frente al gobierno de Raúl Castro.
España tiene que estar presente en Cuba «para ayudarle a labrar su futuro», justificó el viaje García-Margallo, que se reunirá en La Habana previsiblemente con el mandatario cubano.
«Yo he pedido dos cosas, la liberación de un periodista, Martínez Ferraté, y la liberación de (su compañero de partido Ángel) Carromero. Y las dos se han cumplido, y le doy mi palabra de honor de que se han hecho sin contrapartida política», aseguró también.
Las cosas parecen haber cambiado en efecto entre Madrid y La Habana, así como para un ministro conservador que en febrero de 2012, meses después de asumir el cargo, aseguraba que no visitaría Cuba si no podía reunirse también con disidentes políticos.
El caso de Ángel Carromero podría ser clave para entender el acercamiento. El dirigente del Partido Popular (PP) fue condenado en
2012 a cuatro años de prisión en la isla por la muerte del conocido opositor Oswaldo Payá y otro activista en un accidente de tránsito.
Carromero conducía el vehículo en el que viajaban ambos y se salió de la vía debido al exceso de velocidad, según la investigación oficial. En los meses posteriores a la condena, ambos gobiernos acordaron la extradición a España de Carromero. Hasta ahora no sé conocen muchos detalles de esas conversaciones.
Antes de llegar al gobierno en 2011, el PP fue desde la oposición muy crítico con el Ejecutivo socialista de José Luis Rodríguez Zapatero por su política de diálogo con el gobierno cubano.
La mediación del ministro de Exteriores de Zapatero, Miguel Ángel Moratinos, fue clave en 2010 para la liberación de un grupo de presos políticos. Moratinos, que estuvo entonces en La Habana, fracasó sin embargo en su intento de que la UE cambiase su política hacia Cuba.
La «posición común» de la UE fue acordada en 1996 por iniciativa del gobierno conservador del PP de José María Aznar en España.
Los vínculos se deterioraron más por la ola de arrestos de disidentes en la «primavera negra» de 2003, pero en los últimos tiempos la UE intenta recomponer las relaciones con Cuba para impulsar cambios, según el bloque.
En abril de 2014 La Habana y Bruselas iniciaron conversaciones sobre un tratado de «cooperación y diálogo político», que no prevé acuerdos comerciales. La negociación cuenta con el apoyo activo de varios países de la UE, incluida España. El viaje de García-Margallo escenifica ahora el giro político de Madrid.
Una de las razones dadas por el ministro para viajar a Cuba es la «enorme importancia» de las relaciones comerciales entre ambos países, justo cuando el gobierno de Raúl Castro intenta impulsar leves reformas de mercado para luchar contra la crisis económica.
El sector hotelero es uno de los principales negocios en Cuba para las empresas españolas, que controlan el 90 por ciento del sector. La isla también obtiene del país europeo numerosos bienes, desde máquinas, repuestos y materiales de construcción hasta alimentos.
España, sin embargo, ha perdido espacios en Cuba frente a países políticamente más cercanos al castrismo. La cuota de mercado española en la isla descendió en los últimos seis años del primer al tercer lugar tras Venezuela y China.
El número de empresas españolas en Cuba es más o menos de un centenar, según datos de la Consejería Económica y Comercial de la embajada española en La Habana. Las compañías, sobre todo del pequeño empresariado, exportan productos o servicios con un valor de entre uno a diez millones de euros de media.
Hay quien le llama “deshielo”.
Yo le llamo Abrirse de Patas con la Dictadura.
O si prefieren que sea políticamente correcto diría “visión oportunista en la que poco importan los derechos civiles y democráticos del pueblo siempre que la dictadura les garantice esclavos baratos”.
¡Qué asco de Partido Popular español!
Y después hay quien dice en sus post de Havana Times que la derecha y la izquierda son diferentes, ¡Ja!
España tiene que estar presente en Cuba “para ayudarle a labrar su futuro”, justificó el viaje García-Margallo,
Jajajajaja, como chiste está bueno!!! Estos tipos del gobierno español se piensan que todavía estamos en 1492, ahora se quieren aparecer con cuatro espejitos y dos cortes de tela para los «indios». Por favor, que primero se ocupen de arreglar su país que bastante maltrecho está y luego piensen en «ayudar a labrar el futuro de otros». el problema es que en Cuba se abren de piernas con el primer extranjero trasnochado que aparece, así sea un empresarito con cuatro euros o dólares en los bolsillos. Cuba l (el gobierno) lo que tiene que hacer es abrir espacio a los cubanos de dentro y también de fuera para invertir y crear negocios y empresas netamente cubanas. Que van a existir diferencias de clase? ; ya de hecho existen y bien marcadas, lo que nadie quiere reconocerlo. Saludos.