El ideológico del Partido Comunista cubano sobre las redes

«Tenemos que arrebatar esas armas al enemigo»

Rogelio Polanco cuando recientemente fue elegido candidato por Holguín para las próximas elecciones no-competitivos. Foto: @RPolancoF

Rogelio Polanco, ex director del periódico Juventud Rebelde, detalla en una entrevista la nueva batalla por las ideas, que se librará en internet.

Por 14ymedio

HAVANA TIMES – A sus 57 años, el jefe del Departamento Ideológico del Partido Comunista, Rogelio Polanco, se siente parte de lo que denomina «proceso de transferencia paulatina y ordenada de los principales cargos y responsabilidades de dirección política de la Revolución desde la generación histórica a una nueva generación», y desde ese lugar está dispuesto a dar una de las batallas más importantes para el régimen: la de las ideas.

El funcionario ha hablado muy largo y tendido en una entrevista para La pupila insomne en la que hace referencia, y así lo titula el medio, a la necesidad de que las transformaciones sean profundas, pero las detalladas explicaciones dejan claro que lo que cambia, en todo caso, es la forma, no el fondo. «Todo nuestro empeño de punto de vista ideológico va dirigido a reforzar (…) los fundamentos de nuestra ideología, basada en el pensamiento de José Martí, de Fidel Castro y, por supuesto, en el marxismo y leninismo», explica.

La entrevista, de más de 7.000 palabras, deja poco espacio para la noticia. Entre los pocos anuncios que Polanco deja está la intervención extrema del nuevo Instituto para la Comunicación Social, la nueva institución creada en en 2021 para sustituir al Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT) y de la que aún no se sabe nada. «Estamos planteando que en todos los niveles e instituciones las estructuras que se encarguen de la comunicación tienen que estar jerarquizadas al máximo nivel de dirección, porque la comunicación es recurso estratégico», expone.

«Estamos planteando que en todos los niveles e instituciones las estructuras que se encarguen de la comunicación tienen que estar jerarquizadas al máximo nivel de dirección, porque la comunicación es recurso estratégico»

Polanco aborda también la transformación que espera a los medios de comunicación de la Isla, y que, de sus palabras se deduce, no más (ni menos) que la llegada de la publicidad a los medios cubanos, aunque el funcionario omite la palabra y prefiere hablar de la experiencia de dar «una mayor capacidad para reflejar la realidad de Cuba y también que se permita a esos medios tener ingresos para su sostenibilidad, que garantice crear mejores capacidades tecnológicas para enfrentarse a este nuevo ecosistema digital».

También menciona los cambios en la selección de estudiantes de periodismo y la importancia de que estén «mejor preparados desde el punto de vista profesional y también en valores», una cuestión que tampoco es realmente nueva, puesto que la adhesión ideológica siempre ha primado en esta carrera universitaria y su realidad laboral en la Isla.

Sin embargo, Polanco introduce esta presunta batería de medidas para hacer frente a lo que llama «guerra híbrida», un concepto ya explotado por el oficialismo desde hace meses y que él desarrolla hasta la extenuación en la entrevista. A su juicio, EE UU está utilizando la red al completo para desacreditar a sus «enemigos» a la vez que exporta cultura y el capitalismo como único modelo a seguir. Además, cuenta con la tecnología necesaria, ya que las empresas que manejan el algoritmo (en clara alusión a Google o Facebook) están de su lado.

Por otra parte, el malestar generado por la pésima situación de la economía mundial en general y cubana en particular –parte de la cual es inducida, esgrime, por el bloqueo y sus efectos– es aprovechado para generar caos y enfrentar al pueblo con el Gobierno. Su receta para combatir todo esto es la siguiente: «arrebatar esas armas a nuestro enemigo. Aprender a dominarlas y usarlas para nuestros propios objetivos. Tenemos que dominar el uso de esas herramientas».

El objetivo, asegura, es fortalecer la preparación política a todos los niveles para que «el pueblo comprenda y acompañe cada vez más al liderazgo de la Revolución en el proceso de desarrollo de nuestra nación, de construcción socialista y de enfrentamiento a las acciones subversivas».

Polanco pisa un terreno delicado cuando habla de la emigración. El funcionario reconoce que la cantidad de jóvenes que se han marchado complica la situación económica y demográfica del país, pero afirma que los cubanos son migrantes como los de cualquier país del mundo, que vuelven cuando mejoran económicamente, por más que la realidad lo desmienta.

«Hoy miles de cubanos viven fuera de Cuba, mantienen un vínculo normal con su patria y vuelven sistemáticamente. Incluso muchos participan activamente en acciones de solidaridad con su país de origen. Vamos a lo que los analistas de la ciencia social y de la demografía denominan una migración de circularidad», argumenta tras una extensa disertación sobre los exiliados desde los años 60 aludiendo a la Ley de Ajuste Cubano, las visas pactadas y no entregadas por la Administración de Donald Trump.

«Hoy miles de cubanos viven fuera de Cuba, mantienen un vínculo normal con su patria y vuelven sistemáticamente. Incluso muchos participan activamente en acciones de solidaridad con su país de origen»

En cualquier caso, y consciente de que los cubanos se van –más de 300.000 solo a EE UU en 2022– pide que se estimule la «realización personal y profesional» de los jóvenes «sin negar, por supuesto, que todo aquel que desee emigrar lo pueda hacer porque está en su derecho». Según explica, el Gobierno cubano ha creado grupos de trabajo que puedan «a corto plazo presentar algunas proyecciones de esas políticas en el ámbito del empleo, de la superación, de la vivienda y de otras facilidades especialmente dirigidas a la juventud», pero los datos económicos, de empleo y de falta de infraestructuras amenazan con hacer inútil cualquier plan, por bueno que sea.

Un caso similar ocurre con algunos otros de los logros de Cuba que Polanco enuncia. El funcionario habla de «seguir fortaleciendo conquistas sociales fundamentales» y cita con precisión todo aquello que ahora se encuentra en situación de naufragio, desde la educación, en pleno éxodo de maestros y alumnos que, si se quedan, deben recurrir a un repasador privado; a la salud, en plena crisis de falta de sanitarios, medios y fármacos; y hasta el deporte, justo en medio del fracaso de la Serie del Caribe de béisbol. Para alcanzar el cénit, el funcionario exalta el «alto nivel de participación democrática y un elevado control popular» que hay en la Isla.

Polanco encara la recta final de la entrevista hablando del trabajo en redes para llegar a una juventud que cada vez está más seducida por los nuevos formatos que por los libros y llama a «generar contenidos hasta el infinito y de manera creativa» para competir en el mensaje. «Tenemos que lograr apropiarnos de ese formato», resume, antes de finalizar haciendo un alegato en defensa de lo emocional, además de lo intelectual. «Decía el Che que un revolucionario está motivado por grandes sentimientos de amor. Es el amor en toda su expresión, así que seguimos enamorados».

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