El caso del Chino Enoc: nuevo dilema para la oposición nica

La evolución del chino Enoc es lo que debe repitirse muchas veces para desintegrar el apoyo que aún tiene el régimen, dice experto

Por La Prensa

HAVANA TIMES – Mientras Nicaragua se enfrenta a una sangrienta dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, los sectores opositores se desgastan al no poder conciliar sus diferencias.

En la oposición hay bloques, unos grandes y silenciosos; otros muy pequeños pero bulliciosos. Están los antiguos somocistas; luego quienes se opusieron al sandinismo sin ser somocistas, y los sandinistas que pasaron a la disidencia hace ya 30 años. Ahora el espectro empieza a ampliarse con quienes hasta hace poco apoyaban a la dictadura, caso emblemático el caso del chino Enoc.

Entre los 222 presos políticos nicaragüenses que fueron desterrados a Estados Unidos el pasado 9 de febrero hay detractores recientes. Entre ellos el polémico Marlon Sáenz, “el chino Enoc” que plantea nuevas retos a la oposición.

¿Son estas personas opositores reales, confiables? ¿Qué hacer si estas personas son cómplices de los delitos de lesa humanidad ordenados por la dictadura? ¿Pueden jugar un papel preponderante?

El chino Enoc nunca criticó a Ortega

Sáenz es un sandinista que fue encarcelado y desterrado por criticar a Murillo a través de Facebook Lives, desde adentro de las filas sandinistas. Siempre se cuidó de no criticar a Ortega, pensando que eso lo mantendría fuera del alcance de Murillo. Sin embargo, ni siquiera haber apoyado la sangrienta represión de 2018 le valió de nada. “Hay una foto famosa en la que tengo un arma, esa es una escopeta…” declaró en una entrevista a la revista Domingo de LA PRENSA.

En la misma entrevista Sáenz dice que Ortega es “moralizador. Rosario es desmoralizadora y divisora porque ella nos divide entre jóvenes y viejos”. Días después el régimen arrestó a Sáenz y lo acusó por narcotráfico.

El caso de Sáenz es el más visible pero no el único entre los desterrados del 9 de febrero, y en la medida en que el régimen profundice su proceso de deterioro habrá más casos de quienes “hasta hace poco” apoyaban abiertamente a la dictadura.

Una sociedad fracturada, víctima del mismo mal

El politólogo José Antonio Peraza dice que los nicaragüenses deben entender que son víctimas del mismo mal, pero con diferentes personajes.

José Antonio Peraza, politólogo desterrado de Nicaragua. LA PRENSA/Archivo

“Somos una sociedad fracturada, con diferentes capas –como dice el doctor Alejandro Serrano Caldera–, que no tienen interacción, entonces no es una sociedad integrada, es una sociedad en la que cada quien tiene su propia narrativa de lo que le sucedió y por qué le sucedió”, dice Peraza.

La evolución del chino Enoc

Hace tres años Sáenz comenzó a cuestionar públicamente el abandono del régimen a los veteranos sandinistas, responsabilizando de esto a Rosario Murillo. Eso hizo que se volviera un personaje incómodo para Ortega y su esposa dentro de sus mismas filas. En 2022 fue encarcelado de la misma forma que los opositores.

Ahora desterrado, Sáenz mantiene sus Facebook Lives pero muchos le recuerdan su apoyo a la dictadura y que se ufanaba de haber participado en la represión armada contra las protestas civiles de 2018, que dejó más de 300 muertos, según un informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

Peraza expresa que Sáenz pasó de ser una sandinista fanático, dispuesto a morir por Ortega, a un orteguista arrepentido. Para Peraza, esa evolución del chino Enoc es lo que se debe esperar que ocurra para ir desintegrando el apoyo que aún tiene el régimen.

Peraza considera que el gran problema de Nicaragua es que es una sociedad anclada en el pasado, que no logra superar sus traumas y conflictos.

“Todo el mundo se queda anclado en los momentos que vivió de gloria o de decepción o de sufrimiento y no damos la oportunidad de dar espacio a un futuro diferente. Nosotros lo que necesitamos es confluir en un país donde podamos vivir todos. Se tiene que aceptar que hay chinos enoc, que hay MRS, que hay conservadores, descendientes de Somoza, que hay chamorro”, agregó el politólogo.

Y señala, “no va a haber una implosión dentro del régimen si los descontentos no sienten que hay alternativa para ellos post Ortega. Si no sienten que hay espacio para ellos en el futuro.

“El Chino Enoc es muy importante para la lucha porque es el contrafactual del discurso del régimen. Es alguien que habla como ellos, que usa sus métodos, que además es paramilitar que defendió a la pareja cuando estaba más débil. Sin embargo lo mandaron preso a la Modelo. Más allá no le veo otro papel,” dice.

Y advierte que “eso no lo disculpa de crímenes, si acaso los cometió, pero eso lo va determinar un juez, y con pruebas”.

Critican a presos políticos por ser vistos con el Chino Enoc

Cualquier opositor que quiera valorar la disidencia de Sáenz es atacado sin piedad. Yubrank Suazo fue lapidado en las redes sociales recientemente por mostrar un acercamiento con el chino Enoc.

El joven opositor Lesther Alemán tuvo que disculparse en su cuenta de Twitter por aparecer en una foto que tomó Sáenz en una actividad.

En abril se luchó por la democracia y la libertad de opinión

El opositor Yubrank Suazo manifestó que si los nicaragüenses siguen sin aceptar que deben tolerar a las personas que piensan diferente, incluso que piensan como sandinistas, la sangre derramada en abril de 2018 fue en vano.

“Hoy decir que los que fueron sandinistas o los que aún se profesan sandinistas, no tienen cabida en nuestra causa, es completamente ofensivo a aquellos que ofrecieron su vida luchando y alzaron su voz defendiendo la libertad y clamando justicia por quienes fueron asesinados”, considera Suazo.

Yubrank Suazo, opositor originario de Masaya, desterrado de Nicaragua. Foto cortesía

Suazo destacó que se debe esperar la aplicación de justicia que es parte de sus demandas desde 2018. No hacerlo así, para el opositor significaría incongruencia en una lucha por la democracia, por la equidad y la justicia.

“No podemos ser jueces ante aquellos que hace 10 o 20 años, o hace un año o hace seis meses han abierto los ojos y hoy son víctimas de ese sistema. Esto no quiere decir impunidad, quien haya cometido delitos y haya pruebas, deberían de ser llevados (en su momento) a procesos judiciales”, agregó.

“Aquí no ha habido justicia ni en el pasado ni en el presente”

La también desterrada Tamara Dávila coincidió con Suazo y Peraza en que en una Nicaragua sin dictadura se debe juzgar a quienes cometieron asesinatos.

“Aquí no ha habido justicia ni en el pasado ni en el presente, ni han habido procesos investigativos sobre cualquier denuncia o crimen”, dijo Dávila.

La opositora Tamara Dávila en el Consejo Permanente de la OEA. Chile le cedió su puesto para que denunciara las violaciones de derechos humanos que vivió como presa política. LA PRENSA/Captura de video

Uno de los mecanismos para esclarecer esos crímenes es una Comisión de la Verdad, que profundice sobre los hechos. Dávila destacó la importancia de que hayan procesos de justicia transicional, investigaciones profundas, imparciales, con fiscalías especiales e independientes para que haya justicia y sobre todo no repetición.

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