Ciudadanía cubana propone más medidas contra la covid-19

Hasta el 1 de mayo, las autoridades sanitarias cubanas reportaron 1611 casos positivos al nuevo coronavirus y 66 fallecidos.

Por IPS-Cuba

Además de reforzar las medidas ya establecidas, se llama a la responsabilidad individual.  Foto: Jorge Luis Baños IPS

HAVANA TIMES – Mientras en las calles continúan las aglomeraciones y largas filas en los establecimientos comerciales, muchas personas en Cuba opinan que faltan medidas por tomar para frenar la expansión del nuevo coronavirus.

Diversas voces ciudadanas piden a las autoridades que se adopten más regulaciones, sobre todo que faciliten el acceso a alimentos y productos de aseo sin necesidad de realizar largas colas en los comercios, al tiempo que llaman a la responsabilidad individual.

Ahora 39 comunidades del país están en algún tipo de aislamiento o cuarentena y los pronósticos matemáticos estiman un adelanto del pico de contagios para la primera semana de mayo con una reducción de posibles casos de hasta 2.500 personas infectadas, en dependencia del comportamiento los próximos días.

Las previsiones anteriores situaban el momento más duro a mitad de mayo y con un escenario crítico de 4.500 contagios, según investigadores de la Universidad de La Habana

Debate y propuestas ciudadanas

La Redacción IPS Cuba ha promovido varios debates en su perfil de Facebook, de los cuales compartimos varias opiniones ciudadanas.

“Las personas que un mes después no tienen percepción de riesgo, ya no la van a tener”, opinó Yiso Navarro. El internauta dice que sería conveniente ordenar toque de queda por dos semanas. Para él, esta será la solución porque “15 días de cuarentena no van a matarnos”, y esto ayudará a trabajar la salud mental y la disciplina de los cubanos.

Toque de queda entre las 9 de la noche y las seis de la mañana, y salida limitada por el día de acuerdo a los dos últimos dígitos del carnet de identidad, componen la sugerencia de Maite Otero, quien se guía por medidas puestas en práctica en otros países.

Por su parte, Pilar Tarrazo cree que es cuestión de que la policía se encargue de vigilar que se mantengan las distancias en las colas. Sin embargo, incluso con agentes del orden presentes, persisten las aglomeraciones sobre todo en los comercios.

Y Raiza Martínez considera que pudiera restringirse la posibilidad de compras solo hasta el mediodía. Para ella debe salir solo un integrante de cada hogar, obligado a usar tapabocas, otro tipo de protección y a mantenerse a un metro de distancia de cualquiera.

Hay quienes opinan que las decisiones deben ser personales y cada quien llevar el control de sus actos. Pero otros insisten en que falta radicalidad por parte de los encargados de controlar que un movimiento irresponsable de un ciudadano, tenga consecuencias para quienes le rodean.

Medidas locales

En contraste con algunas localidades del país, en La Habana parece resultar más difícil el apoyo a quienes lo necesitan en cada barrio. Así lo valora Yamile Valdés, para quien los delegados, trabajadores sociales, e integrantes de los Comités de Defensa de la Revolución, no demuestran su eficacia en estos momentos.

Tania Rojas piensa que una solución para acabar con los riesgos de las colas es normar todos los productos que las personas van a buscar a las tiendas. Para ella, la cartilla de racionamiento, que garantiza a precios subsidiados un tercio de la alimentación mensual, puede ser usada para desaparecer las multitudes en los centros comerciales.

Por su parte, Enríquez Yakmel alegó que, en el Periodo Especial (nombre oficial del momento más duro de la crisis económica que persiste desde 1991), era más la escasez y las personas resistieron. A su juicio, ahora falta comprensión entre la población del verdadero peligro que representa la covid-19.

Para quien no respete el orden y las medidas de protección en las colas, las multas no pueden ser de 30 pesos cubanos, insistió. Tienen que ser de cuantía mayor, como en el caso de España, donde se le imponen 2 000 euros de multa por la violación de medidas, afirma.

Sin embargo, las multas impuestas por incumplir las normas sanitarias van del equivalente a poco más de un dólar hasta 125 dólares, e incluso un año de prisión, según las autoridades.

Otra de las posturas, mucho más radical, es la de Roberto Suárez. Para él, lo que debe hacerse es distribuir los alimentos en camiones militares por cada cuadra e ir llamando a un representante de cada núcleo familiar para venderle los productos.

Y Amy López pidió diferenciar el tope de los productos. Para ella, esto es lo que obliga a que haya que salir a las calles constantemente.

“¿Acaso creen que la población quiere arriesgarse a diario, no estar en casa con la familia y hacer colas interminables? Nadie lo desea. Pero ¿qué vas a hacer cuando vives en un núcleo de varias personas y en la tienda te dan un solo producto de cada tipo?”, escribió López.

Las autoridades reconocieron la deficiente organización del comercio como una de las causas de las aglomeraciones, las cuales se deben evitar para frenar los contagios.

De las soluciones que el Estado diseña, muchas no tienen un verdadero impacto en la disminución de dificultades. Por ejemplo, al decir de Lesly Robaina, las tiendas virtuales no son representativas debido a que no solucionan las dificultades de una parte importante de la población.

Aunque la gran mayoría de la población considera que la responsabilidad en estos casos es personal, hay quienes dicen que la falta de percepción de riesgo se debe a las autoridades de salud.

Es el caso de Yoyi Fernández, quien opinó que se debe transmitir un mensaje más fuerte del peligro. “Todavía están pasando paños tibios con la información del riesgo y por eso las personas están confiadas”, señaló.