Béisbol cubano: la diplomacia y las medias verdades

Julio Batista  (Progreso Semanal)

Higinio Velez
Higinio Velez

HAVANA TIMES — Las recientes explicaciones de Higinio Vélez han venido a arrojar más leña al caso del pasaporte falso del pelotero cubano Alfredo Despaigne, pues aún haciendo la mejor de las interpretaciones, mostraron una clara incompetencia profesional por parte de la institución que encabeza.

En el programa de la Mesa Redonda transmitido el pasado jueves 22 de mayo, el señor Vélez, presidente de la Federación Cubana de Béisbol (FCB), trató de explicar definitivamente que Cuba no tenía responsabilidad en esta incómoda situación; sin embargo, sus encriptadas frases dejaron profundas dudas entre quienes esperaban una respuesta concreta, y no meras justificaciones.

Como incongruencia básica, Vélez primero elogió la seriedad y transparencia en el trabajo realizado por los Piratas de Campeche en años anteriores, así como las excelentes relaciones de la organización con la Federación Cubana de Béisbol y Cubadeportes; para luego reconocer que fueron justamente los miembros de esa organización —que casualmente pertenece a un dominicano— quienes proporcionaron dicho documento al toletero cubano para que permaneciera con ellos en esta temporada.

Eso sí, Vélez rechazó cualquier tipo de responsabilidad de la FCB, escudado en el hecho de que “desconocían” las nuevas exigencias que las Ligas Mayores (MLB) habían planteado a los directivos de la Liga Mexicana de Béisbol (LMB), las cuales fueron impuestas esta temporada, pues en años anteriores bastaba con el pasaporte cubano y el permiso de residencia temporal en México, según declaró.

Más, es justo ahí donde comienzan a salir a flote las inconexiones. Si los Piratas y las organizaciones cubanas poseen tan buena comunicación, ¿por qué los mexicanos no comunicaron a Cuba esta nueva traba? ¿Acaso no es responsabilidad de la FCB y Cubadeportes dar seguimiento a los atletas que se contratan en clubes extranjeros, como dispone la política trazada por el INDER?

Por otra parte, para cuando el pelotero llegó a tierras mexicanas ya la liga había comenzado, y por tanto las nuevas exigencias de la MLB ya se conocían. Ello haría pensar que, en la renovación del contrato, Alfredo Despaigne y sus asesores legales debían haberse encontrado alguna referencia al tema, o quizás no. Quizás este “pequeño” detalle de escasa importancia no fue incluido en el documento.

Pero, como no se ha podido acceder al documento legal, nos apegamos a las declaraciones y los hechos que se han podido comprobar. Concretamente, Vélez aseguró a las cámaras que los federativos aztecas no informaron a la contraparte cubana, la cual desconoció las interioridades del tema hasta tanto no se desató el escándalo.

Alfredo Despaigne cuando regresó a Cuba.

Tal circunstancia, planteada así, podría eximir a la Federación Cubana de responsabilidades legales respecto al fraude. Pero, en el camino, el Señor Vélez ha cometido un error muy costoso: ha vendido nuestra inocencia al precio de la incompetencia, la credulidad extrema y el ridículo propio.

Que Cuba y sus autoridades están al margen de este escándalo es claro. Que nadie podría probar su conocimiento del tema, también es seguro; pero, por favor, sería un insulto intentar escudarse en el desconocimiento total de una realidad con la cual la Isla ha lidiado por más de medio siglo.

Además, el paso más elemental para un asesor legal consiste en conocer todas y cada una de las aristas de un contrato que va a firmar un cliente, incluyendo el entorno en el cual se desempeñará.

Está claro, admitir públicamente el conocimiento explícito del tema, equivaldría a saber que era necesario el rejuego migratorio para mantener la presencia de Despaigne en Campeche, y ello significaría, en alguna medida, la certeza de que alguno de los funcionarios deportivos del país estarían al tanto de la existencia del pasaporte falso. En otras palabras, en esta ocasión para Vélez y Cuba, dicha aceptación supondría un suicidio político de consecuencias nefastas.

Pero, creamos en la FCB y en la palabra empeñada ante los medios por el señor Vélez. Cuba no conocía las nuevas exigencias para Despaigne, aunque sí de la existencia de dicho pasaporte para que el jugador “transitara por la Liga Mexicana”. Entonces ¿nunca se preguntaron a qué se debía esta variación con los documentos respecto al año anterior? ¿Acaso las instituciones cubanas no mantienen una estrecha comunicación con el club azteca y el pelotero contratado mientras este brinda sus servicios?

Si todo esto es así, además del fraudulento proceder del club mexicano, la incómoda situación ha demostrado la falta de tacto, conocimiento y total disfuncionalidad de la FCB, que aún no está preparada para enfrentar plenamente las posibilidades y retos que suponen las contrataciones en el exterior.

Súmele a ello que, según el propio Vélez, la relación con Campeche data de hace cinco años, en los cuales han transitado ocho entrenadores y varios atletas por sus filas, entre ellos el estelar lanzador pinareño Pedro Luis Lazo, quien hoy sigue participando en la LMB.

Entonces, ¿todavía desconocemos que Lazo precisa residencia en otro país para poder incursionar en el certamen? ¿O será que el pinareño no es ya una presa codiciada por otros, y por ende nada importa su pasaporte para que juegue en México?

En cualquier variante las especulaciones serán muchas. Las únicas lecciones claras en todo esto son que la FCB ha pecado esta vez (esperemos) de inepta; que las buenas relaciones y los contratos legales son dos cosas diferentes; y que las declaraciones, en la política y en el béisbol, deben ser concretas y sin demasiadas incidentales, aunque otros puedan ver en ellas verdades a medias.

4 thoughts on “Béisbol cubano: la diplomacia y las medias verdades

  • O tenemos la organización deportiva más inepta, peor manejada y peor asesorada legalmente del mundo, o son unos cara de guante y unos hipócritas. Cualquiera de las dos variantes bastaría y sobraría en cualquier nación para que rodaran unas cuantas cabezas.

    Lo de que el pelotero fue un corderito inocente que nada sabía, no se lo cree nadie. Si llegara el caso, muy improbable de que fuera así, pues simplemente es un pelele que otros manejan a su antojo, y da muchísima verguenza ajena. Si así es como maneja el gobierno cunbano a sus estrellas deportivas, más que justificados están cuantos se queden en cualqquier país para salir de esa esclavitud.

  • Nada lo que lleva eso es sencillo, votarlo por incompetente y poner en su lugar una personalidad del deporte cubano, beisbolero de pura cepa y con sobrada experiencia en otros mares, me refiero a Jorge Fuentes, y asi empezaremos a recobrar la imagen de la pelota cubana asi como arreglar el desastre de serie nacional a la que todos critican duramente…he dicho

  • Eugenio, a Jorge Fuentes lo botaron de un equipo de beisbol que dirigia en Mexico por escandalo sexual con menores de edad. Creo que tienes que buscar a otro candidato para dirigir la pelota cubana.

  • Sencillamente a Despaigne le aplicaron la ley de la mafia. El caballo vale mucho para andarse jugando por quilos en Campeche. Los dominicanos están hartos, ya el tema de los cubanos es un negocio de millones, compran pasaportes allí, se quejan del gobierno de los Castro, finalmente terminan en USA ganando millones. Entonces, que paguen, que dejen lana. Es sencillo, las contradicciones terminan juntándose. De inociencia nada, bien lo saben todos.
    Dicen que cuando todos dicen no saber nada es porque realmente lo saben todo. Brecht, dramaturgo comunista alemán, sentenció: Cuando el crimen se extiende, nadie quiere saber de tal caso. Busquen las disputas entre cubanos y dominicanos, no los grandes ya establecidos, esos no disputan, vean en la base, encontrarán suciedades. Es imposible que el señor Vélez esté al margen.

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